sábado, 22 de marzo de 2014

La Erección De Sebastian de Daiana Herrera

"La Erección De Sebastian" de Daiana Herrera


Estaba aparcando cuando lo vio con sus amigos, se mordió el labio y lo siguió mirando mientras sentía como su propio clítoris se hinchaba y tenía que cruzarse de piernas para no gritar. Sin darse cuenta, estaba refregándose como una perra en celo contra el asiento.
-¿Cari?
Dejo de mirar a Sebas, para encontrarse a Sol mirándola fijamente por la ventanilla del coche, Cari se sonrojo.  Le sonrió abiertamente mientras sentía la sangre subirse a sus mejilla, se mordió el labio y aparco.
-Hola S-Sol-se bajó del coche.
La miro con una ceja alzada mientras ladeaba la cabeza y se cruzó de brazos.  Frunció el ceño mientras Cari sentía como su corazón empezaba a golpearle fuertemente el pecho.
-¿Que hacías?
-¿Que-e?-pestañeo-¡Oh!-soltó una sonrisa amarga-Solo aparcaba.
Su oscura y delgada ceja negra se alzó aún más.
-Aparcar-respondió
-Exacto
-Entonces ¿por qué mirabas a Sebastian?-sonrió- Hoy es San Valentín, puedes escribirle una carta y un relato como esos que escribías...

Desgraciadamente Sol sabía que tenía sueños húmedos con su hermano ¿quién no?  Lo peor fue cuando escribió un relato erótico y ella lo leyó en el viejo ordenador de Cari, riéndose y llamándola nerd necesitada.  Eso no era lo peor, hoy se iba a quedar a comer en casa de Sol y estaba segura de que volvería a frotarse contra la silla mientras comían, ya le había pasado más de una vez.

-Pues s-sencillamente no, porque es tu hermano y únicamente lo iba a saludar.
-Puedes saludarlo ahora-sonrió -Y hacerle una carta.
-No, mejor no-susurro, Cari

Mientras Sol le hablaba alegremente, Cari andaba con las piernas encogidas y totalmente cerradas, sintiendo su ropa interior totalmente pegada a su cálido cuerpo por su humedad.  Sol la miro y asintió.  Entraron en la clase, Cari se sentó rápidamente, demasiado rápido.  Sol soltó una patosa sonrisa y llamo a Sebas.
-¿Que mierda haces Sol?-susurro Cari sonrojándose
-Voy a salvarte la vida

Sebas vino hacia donde estaban Cari y Sol, primero saludo a Sol, después a Cari y le guiño una ojo.  Cari se cruzó de piernas y le sonrió, empezó a sacar sus libros, cuadernos y escucho mientras Sol hablaba con su hermano.  Escuchar la voz de sebas era otro punto menos a su favor, por lo que se colocó los auriculares y puso la primera canción a todo volumen para no enterarse de nada.
Sol la miro con una ceja alzada.
-Sebas ¿te importaría sentarte con Cari?-Cari la miro fijamente mientras sentía que volvía a sonrojarse -Se que se quiere sentar con Segundo y es una mala influencia para ella-le guiño un ojo y miro a Sebas, que permanecía serio -¿Verdad?  Pensaba ponerme yo con ella pero... Gabi me lo pidió
-Sol...-dijo Cari
-Claro-la interrumpió Sebas
-Bien nos vemos después.

Se quedaron en silencio, o mejor dicho, Cari con la música puesta esperando que llegue el profesor.  Sebas la miro sonriendo, haciendo que Cari le mire de reojo, se acercó más a ella, arrimando su silla a la suya sin darse cuenta de cómo se sentía Cari en ese momento al tenerlo más cerca mientras, inconscientemente, Cari se encogió en la silla.

-¿Que escuchas?
-Nada-dijo rápidamente mientras se sacaba los auriculares y los guardaba en la mochila, al agacharse todos los libros se le cayeron al suelo, haciendo que gimiese un "mierda" y empezó a recogerlos, Sebas la ayudo con una sonrisa mientras cogía uno muy especial del cual había envuelto en papel de periodico para que nadie viera la sugerente portada.
Uno muy, muy especial.
Cari se encontró a Sebas con su libro entre sus manos leyéndolo por detrás.  Empezó a sonrojarse al ver una sonrisa perfecta que enseñaba sus dientes adornaba su hermosa cara.  Se quedó totalmente estática donde estaba mientras esperaba a que se lo diese sin decir nada vergonzoso.
-Hm... ¿Me lo devuelves?-susurro Cari mordiéndose los labios
-¿Te gustan los libros eróticos?- dijo con voz ronca, rápidamente se aclaró la garganta-¿Uh?

La miro sonriendo con burla mientras alzaba una ceja.  Su sonrisa se volvió torcida, haciendo que Cari quede sin palabras.
-No lo sabía... ¿Me lo dejaras leer?
-¿Que-e?

Empezó a hojearlo, después de pasar varias páginas se quedó en una, Cari sabía perfectamente cual página era: pag. 243, tercer párrafo y los nombres tachados por otros.  Miro abajo con vergüenza, pero eso no fue nada comparado cuando vio su miembro erecto en los pantalones haciéndole presión.
<<Ay Dios...>>
Cari parpadeo mientras sentía como su boca se secaba y sus pezones se erguían.  ¡Tenía una erección descomunal!  Llevo su mano inconscientemente para tocarla, deseosa de sentirla, pero la escondió detrás de la espalda al darse cuenta de lo que iba a hacer, ¿Cómo sería tocarla? Siempre había leído en los libros que eran duras y suaves, se moría de ganas por descubrirlo.
¿Cómo sería la suya? Levanto la mirada de su miembro a su cara, encontrándose con sus ojos más oscuros, brillantes y mirándola fijamente.  Una sonrisa orgullosa cruzo su cara al mismo tiempo, Cari volvió a sonrojarse, se había dado cuenta de donde le estaba mirando.
-¿Decías?-susurro Cari
-¿Me lo dejaras leer?
-Oh-oh si, quiero decir, ¿por qué no? ¡No es que fuese un libro extraño o algo-soltó una sonrisa amarga-¿Que has leído?
Alzo una ceja mientras sus dedos acariciaban las hojas del libro con ternura, Cari pasaba sus ojos de el al libro, haciendo que se mordiese los labios y suspirase.
-Pag. 243, tercer párrafo ¿Te suena?
-No  -negó con la cabeza muy rápido, demasiado rápido -Aun no he terminado de leerlo.
-¿Y vas a dejar que lo lea antes que tú?
-Bue-e-bueno

El profesor llego, haciendo que suspirase de alivio y se ganas de una mirada de Sebas.  Durante la clase, Cari intento no mirar de reojo como Sebas leía el libro y cada vez su miembro aumentaba mas ¿es que no se daba cuenta que estaba a su lado, desesperada y deseando poder tocarla?  Cuando la clase terminó, no se levantó, se quedó en su sitio.
Cuando Cari se levantó para irse, Sebas le agarro la mano.
-Cari-susurro.
-¿Qué?
-Tengo un pequeño problema-susurró -No puedo levantarme -gimio.
Cari miro abajo.
<<Oh Dios, tienes una gran problema...>>
-Oh-h-gimió Cari, mordiéndose el labio inferior.  De repente gruño, haciendo que ese sonido fuese directo a su húmedo centro sexo -¿Que-e hago?  Quiero decir  ¿llamo a Ivanna? -negó con la cabeza, mirándola -Bueno pues si tu novia no...¿Samantha?

La miro como si fuese un puto perro verde.

-¡Jodeme Sebastian, pero no tengo ni idea! -gruño Cari mientras intentaba retirar la mano de sebas de su muñeca.

Volvió a gemir, haciéndose que se mordiese los labios más fuertes ante el dolor del sexo.  Estaban solo en la clase, no había nadie y encima sentía como iba a explotar si no hacía algo pronto, Cari se desmayaría.  Tenía que encontrar pronto una solución, porque desgraciadamente no podía retirar la mirada del miembro de Sebas.

-Mira Sebas, te tapas tu amiguito y salimos rápido en mi coche.

Sebas la miro.

-¿Como que amiguito?-gruño con voz ronca.
-Eh-h bueno-Cari parpadeo-Lo importante es que salgamos de aquí.
-Cari no me puedo mover-gruño
-Pero no te vera nadie y...
-¡Joder Cari!-Cari se sobresaltó -Si me muevo, el pantalón me roza y me corro-gruño
-Oh-h vale.

Lo entendía pero lo que no entendía era  ¿Qué diablos tenía que hacer?  Con todo el valor que tuvo se arrodillo lentamente entre sus rodillas, viendo su ceño fruncido mientras su erección volvía a crecer  ¡Joder no paraba!  Respiro hondo y lo miro ruborizándose a sabiendas de que iba a hacer.
-Bueno, que quede claro que lo voy a hacer porque eres el hermano de mi mejor amiga -asintió absorto- Y lo que suceda, se quedara aquí.
Asintió...

"La Erección de Sebastian" Ultima Parte
Cari empezó a bajar la cremallera, escuchándolo gemir al rozarlo.  Le bajó los pantalones y los bóxers lentamente, sintiendo que por su cara pasaba el maldito puto arco-iris al verle el miembro completamente desnudo, hinchado y con una gota de semen en la punta.
«Ah, mierda.»
«Vale, piensa en que lo estás haciendo por tu mejor amiga…»
¡Mentira! Lo hacía porque se moría de ganas de hacerlo, porque hacía tiempo que lo había soñado y porque se estaba poniendo cachonda y sucia al poder ver la parte más íntima de Sebas, por fin, se harían realidad sus sueños, ¿y cuándo era mejor que el mismo día de San Valentín?
— ¿Cari? ¿Te encuentras bien? —Dijo con voz ronca.
«Mejor que nunca.»

Miró a Sebas, que tenía puesta su miraba en sus pechos hinchados.  Cari se miró, viendo claramente sus pezones a través de la camiseta que se había puesto. Subió lentamente la mirada, encontrándome con la sonrisa de Sebas.
—Así que estás caliente, ¿eh? —Cari parpadeó. —Chica sucia, y yo que pensabas que lo hacías como favor.  —Una de sus manos se agarró a su muñeca, haciendo que se sentase a horcajadas encima de él. Cari gimió al sentir como sus sexos se frotaban contra la tela de sus pantalones —Ahora podremos disfrutar los dos…
—No creo que sea buena…

Sus labios se estrecharon contra los suyos, haciendo que gimiese y envolviese sus manos en su cuello, pegándolo más a ella para sentirlo.  Empezó a frotarse contra su desnudo miembro mientras sus manos subían hacia arriba y le rodeaban los pechos a Cari, sonriendo al escuchar como Cari gemía.

Cari se estremeció al sentir que la cálida lengua de Sebas penetraba en su boca, sonriendo contra sus labios mientras Cari frotaba sus piernas entre sí por la humedad que sentía entre ellas. Cari dejó de pensar cuando las manos de Sebas estaban en su cadera y subían lentamente su camisa blanca de tirantas, exponiendo su piel poco a poco y haciendo que Cari se estremeciese al ser tocada con aquellas manos que siempre había deseado.

—Eres tan dulce Cari, —Gimió en sus labios. —Siempre he deseado saborearte.

Cari inconscientemente, dio un pequeño brinco encima de Sebas, haciendo que este se riese y le mordisquease los labios, tirando de ellos.

—Sebas, eso no ayuda mucho que digamos. —Dijo Cari separándose con una sonrisa tímida.
—No pienses Cari, sólo siente. —Susurró mientras lamía la extensión de su cuello, consiguiendo que Cari olvidase todo.

Sebas se levantó y dejó a Cari encima de la mesa, esta vez sin ocultar la gran erección que tenía, haciendo que Cari no pudiese evitar mirarla detenidamente. Sebas empezó a besarle las piernas cuando se agachó, lamiéndolas y subiendo lentamente mientras Cari cerraba los ojos y gemía.

Sonrió y colocó las piernas de Cari ahora en sus hombros, haciendo que la postura fuese un poco incómoda pero más caliente.  Cari empezó a reírse nerviosa, haciendo que él la mirase con una ceja alzada y empezase a bajarle los pantalones.
— ¿Qué estás haciendo, Sebas-s?
— ¿No lo ves? Hago sexo oral a mi chica. —Ronroneó en su entrepierna aún cubierta por las braguitas.

Sebas le quitó las bragas, dándole una visión de su intimidad totalmente húmeda.  Eso excitó a Sebas, verla completamente preparada.

Cari gritó cuando los dedos de Sebas la penetraron, primero fueron dos que se movían en círculos, después tres mientras se agarraba a la mesa para no caerse por la posición tan extraña.  Sebas se rio y le subió más la cadera, quedando su aliento en su intimidad.
Sopló varias veces, haciendo que Cari se estremeciese.  Cari suspiró de deseo y de nerviosismo al sentir que los labios de Sebas se colocaban en su intimidad, besándola y acariciándola mientras sus manos se colocaba en sus caderas y la acercaba más a sus labios.  Cari gimió al sentir la lengua de Sebas lamiéndola sin acercarse a su deseoso botón.  Cari gritó cuando mordisqueó su clítoris y sus dedos seguían moviéndose.  Cari levantó su camisa y bajó sus pechos del sujetador y empezó a pellizcarse los pezones teniendo cuidado de no caerse mientras Sebas gemía.
—Joder Cari, no sabes cuánto me excita viéndote tocarte. —Ronroneó.
—Hm…

Cari se mordió los labios, sintiendo como llegaba mientras Sebas seguía dándole placer.  Sabía perfectamente lo que llegaría después de esta sesión de sexo oral, algo que había deseado en sus sueños y que Sol había leído, violando su intimidad.
Se corrió, haciendo que él se riese y la premiase pellizcándole los labios de la vagina suavemente.
—Sebas —Susurró Cari con voz ronca.
— ¿Sí, amor? —Dijo bajando sus piernas y colocándose de pie entre ellas mientras rozaba su verga en su intimidad.

Cari gimió al escuchar la palabra ¨amor¨ y al sentir que los labios de Sebas se colocaban en su cuello, lamiendo y besando.  Las manos de Cari se colocaron en las caderas de Sebas y fueron bajando hasta poder tocar el miembro de Sebas.
—Tienes… ¿Eso?
Sebas se rio, causando que Cari se sonrojase violentamente.  La acarició la mejilla y la besó en los labios dulcemente antes de coger su mochila y sacar uno, causando que el corazón de Cari empezase a bailar en su pecho.  Cari alzó la mano y sonrió.

—Dámelo, lo quiero poner yo. —Dijo Cari quitándoselo y bajándose de la mesa, colocándose de rodillas.
Las manos de Sebas estaban en sus cabellos, acariciándola suavemente mientras cerraba los ojos y gemía al sentir que los labios de Cari le besaban la punta, sonriendo.  Cari gimió al escuchar el rugido que del pecho de Sebas al colocarle enteramente el condón y volviéndose a subir, besándole en los labios.

Sebas la subió encima de la mesa sin despegar sus labios de los de ella y sorprendiéndose al darse cuenta de que ambos estaban totalmente desnudos, habían perdido la noción del tiempo.  Gimió en sus labios mientras sus manos se ocupaban de los pechos sonrojados y con los pezones erectos.  Su lengua penetró en su boca de nuevo, lamiendo cada parte de ella mientras Cari mordisqueaba sus labios suavemente.

Cari se sentía totalmente mareada por tanto placer, siempre había deseado hacer lo que estaban haciendo…  Pero sus inexpertas manos estaban en su espalda, tocándola sin saber qué hacer.

—Venga, vamos. —Le apremió Cari rodeando sus caderas con sus temblorosas piernas.  Se moría de ganas por sentirlo.

Cari gimió al sentir como entraba lentamente, rozando su punta varias veces mientras le levantaba las piernas a Cari y las encogía, dándole un ángulo más abierto.  Al final entró rápidamente, sin dejar ninguna parte de su miembro afuera.  Su pelvis rozaba su hinchado clítoris, moviéndose mientras gemía.

Cari se sentía totalmente extraña, sentía un dolor fuerte adentro, aunque podría decirse que era más como una irritación, sentía como su intimidad se dilataba para poder tener el miembro de Sebas.
—Oh… Sebas. —Gimió.

Cerró los ojos mientras gemía y escuchaba a Sebas rugir.  Después de que se moviese y diese dos estocadas más, Cari se corrió rápidamente gritando su nombre, sintiendo sus paredes cerrarse en torno a él, consiguiendo que se corriese mientras Sebas seguía, queriendo poder alargarlo, sin éxito.

—Dios… Mío. —dijo Cari mientras Sebas la abrazaba.  Cari le acarició los cabello, húmedos y suaves.

Se quedaron así unos segundos, Cari nunca pensó que fuese a suceder algo así…  Aún menos un catorce de febrero.

Cari se fue a casa de Sol a comer cómo habían planeado, Sebas y Cari se vistieron, mientras ella mantenía la cabeza baja mediante el viaje, Sebas la miraba varias veces, Sol se limitaba a charlar y a contar sus planes con Gabi para San Valentín.

Cuando llegaron, Cari fue recibida por Moni y Quique, todos estaban en la casa.

— ¡Qué alegría verte, Cari —Dijo Moni abrazándola.
—Lo mismo digo Moni. —Dijo Cari devolviéndole el abrazo.

Cuando terminaron de saludarse, todos fueron subiendo y yendo hacia la cocina, varias veces Cari se sonrojaba al ver que Sebas la miraba fijamente y le sonreía con descaro.  Mientras comían, Sol se dedicaba a parlotear mientras Sebas rozaba intencionadamente su pierna con la de Cari, causando que se sobresaltase en la silla.

—Y, ¿cómo te va todo, Cari? —Le preguntó Quique sonriéndole.
—Oh, bien. —Sonrió Cari. —Mis padres llevan tiempo sin pelearse, mi gato ha dejado de arañar mis cortinas… —Sol se rió. —Todo va bien.

Cuando terminaron de comer, Quique y Moni se fueron a trabajar, dejando a los tres en el salón viendo una película.  Sol se había puesto en el suelo con un cojín, quedándose completamente dormida, pero antes de todo eso, Cari le había devuelto el libro erótico que le había dejado.  Cari le dijo que nunca más se lo volvería a pedir a pesar de que por el libro, había estado con Sebas, a lo que respondió Sol:
—No te lo volveré a dejar hasta que tú me lo pidas y digas lo maravillosa que soy.

Sebas se fue al mismo sofá con Cari, colocando un brazo alrededor de sus hombros y atrayéndola hacia él mientras Sol hacía extraños ruidos al estar dormida, haciendo que ambos se riesen y olvidasen la película.
Cari se sentía muy cómoda y calientita mientras Sebas le besaba en los cabellos y la acariciaba.

—Creo que… —Cari se calló.
—Puedes decirme lo que quieres, Cari. —Dijo Sebas susurrando.
—No creo que sea buena idea que engañes así a Ivanna. —Dijo Cari mordiéndose el labio.  Ella sabía perfectamente que en verdad quería decir: ¨No quiero ser una folla-amiga, quiero más¨ pero se quedó callada.
—Cari, ¿no te extrañó que en ese momento, dijese que no cuando dijiste Ivanna? —Dijo Sebas levantándole la barbilla con los dedos y depositando un beso en sus labios aún hinchados.
—Ajá. —Contestó Cari confundida por el beso.
—Lo dejamos hace dos semanas.
—Oh. —Cari se sonrojó, aunque tuvo que sonreír. —Me-e alegro. —Susurró.
—Y yo. —Sebas se levantó del sofá y ofreció una mano a Cari y la levantó. —Vamos al bosque detrás de mi casa, es precioso. —Dijo sonriendo.

Cari asintió.  Sebas cogió una toalla grande y se la puso en el hombro mientras se llevaba más cosas en una bolsa.
Cari se llenó de alegría cuando fueron por el bosque de la mano, totalmente juntos y sonriendo.  El calor del sol le calentaba las mejillas y le hacía suspirar, el cielo estaba totalmente despejado.  Caminaron durante un rato, aunque para Cari fue poco tiempo, estar con él parecía ser su mayor pasatiempos y lo disfrutaba cada minuto, sonriendo.
Sebas la llevó a un prado lleno de flores y donde se escuchaban los pájaros.  Cari no pudo evitar suspirar y sonreía mientras Sebas la llevaba al centro, donde los árboles no tapaban el cielo y les daba directamente en la cara.  Se tumbaron cuando Sebas colocó la gran toalla, Sebas y Cari se tumbaron, Cari cerró los ojos al sentir la calidez del sol en sus mejillas, pero los abrió al notar que alguien la besaba en los labios, Sebas.
— ¿Sabes? Me gusta el libro ese, quizás deberíamos leerlo los dos juntos. —Susurró Sebas sonriendo de manera sensual. —Le sacaremos mucho provecho.

Cari abrió los ojos, estaba segura de que si Sol hubiese estado allí, se habría reído en su cara.
—Se lo puedo pedir yo. —Dijo Sebas besándola de nuevo.
—No. —Sonrió Cari recordando a Sol. —Lo haré yo. —"Aunque tenga que rogar, valdrá la pena"

Sebas se limitó a negar con la cabeza y a colocarse encima de ella mientras la besaba, nunca olvidaría aquel catorce de febrero.
¡¡¡FIN!!!


No hay comentarios:

Publicar un comentario