lunes, 28 de octubre de 2013

No Todo es Color de Rosas - Pilu Machuka


NO TODO ES COLOR DE ROSAS por Pilu Machuka (Historia Corta de 6 capítulos)
Dirección oficial:
http://cortospilumachuka.tumblr.com/archive

 
"NO TODO ES COLOR DE ROSAS". PARTE I

Terminé de grabar Dulce Amor, hace unos cuatro años, y me mudé a México.

Sentía que ya no podía estar cerca de Sebastián, pero recuerdo nuestro amor, todos los días, éramos tan felices juntos, él se había separado de Ivana, yo de Alejandro; nuestras familias habían aceptado nuestra relación, estando con él, me sentía, amada, segura, plena, completa. 

Pero no todo es color de rosa, ambos éramos muy celosos, “los celos nos van a terminar separando”, me repetía él y yo nunca lo escuchaba. Un día grabando “Marcoria”, hubo un accidente, se derrumbó el techo de un estudio y Sebastián salió herido. Quedó internado varias semanas, iba a verlo todos los días, hasta que una tarde llegué, entré a su cuarto y me lo encontré charlando muy placenteramente con una enfermera, ésta lo tocaba y aprovechaba y él no decía nada. Me morí de celos, pero no dije nada, simplemente me fuí. Él nunca supo que yo lo había visto. Dejé de ir, no tenía ganas de presenciar otra escenita similar. 

Una semana después le dieron el alta, y a la semana, volvió a grabar. Comencé a evitarlo y él me buscaba todo el tiempo, esperando una explicación, pero aún estaba celosa y molesta. Un día estaba muy tranquila en mi camerín, repasando unos guiones, él entró, me miró y con seriedad, me dijo:

-Me podés explicar qué te pasa?

-Nada.( Le contesté).

-Entonces, si no te pasa nada, por qué carajos ya no me hablas, me esquivas. No sé qué mierda pasó. Qué cambió?

-Enserio no sabes?

-No, y te agradecería mucho que me lo digas.

Suspiré y con rabia, le respondí: -Te fuí a ver al hospital, pensando que la estabas pasando mal y qué me encuentro? Al señor muy cerca de una enfermera.

-Vos me estás cargando? Por eso te enojaste?, (preguntó sorprendido).

-Te parece poco? Dije enojada. Me estabas cagando con una enfermera Sebastián.

-Cómo se te puede ocurrir eso? No entiendo. Sabes que soy confianzudo, soy así, así me conociste, no me quieras cambiar. Y ni siquiera me acuerdo que le dije a esa chica de la que hablas. No se puede hablar así con vos.

-Aceptá que me cagaste con la enfermera y después hablamos.

-Vos estás loca? Cómo podes decir esta barbaridad?

-Ahora me tratas de loca? Lo que me faltaba.

-Estás imposible Carina. Después hablamos. (Dicho eso, se fue)

Recuerdo haberme quedado con tanta bronca, tanta impotencia, me trató de loca, con qué tupé?. Salí de mi camerín y me fuí a grabar todo el santo día, sólo paré a la media tarde, a merendar algo.  Cuando llegué al bar, recibí un mensaje de Alejandro, miré hacia adelante y ahí estaba él, sonriendo como siempre, así que sin pensarlo, me levanté y me dirigí en dirección a él. Me dijo que me extrañaba y que aún me amaba, que sabía que yo estaba feliz con Sebastián, pero que necesitaba decirmelo. Y de sopetón, me besó. Yo, seguí ese beso y enredé mis brazos en su cuello, creo que fue mi manera de descargarme. 

Terminado el beso, me dedicó un tierno ‘te amo’, yo ante semejante frase, sólo lo abracé. Sabía que lo que había hecho estaba mal, pero igual ya estaba hecho.

Cuando por fin me separé de él, miré para atrás y me encontré a Sebastián, luego giré y en el bar estaba todo el elenco, inclusive Quique. Vi que Sol, salió del bar, pasando por mi derecha, se acercó a Sebas y le dijo “Vamos, esto no te hace bien”, él con lágrimas en sus ojos, me miró, abrazó a su hermana por la cintura y se marchó. Sentí un dolor inmenso en el pecho. Llevé a Ale, a un costado, y le expliqué que no volveríamos, él lo tomó bien y se fue. Tomé fuerzas, respiré hondo y me dirigí al bar nuevamente, justo iba saliendo Quique, “Quique yo…”, intenté hablar, “No, Cari no me expliques nada, es tu vida, vos sabrás lo que haces con ella”, me interrumpió, contestandome serio y frío. 

Vi que todos en el bar, me miraban mal, hice de cuenta que no había visto nada y me derigí a la mesa de las chicas, cuando me senté, ellas se levantaron y sin decir nada, se fueron. Merendé y para mi mala suerte me tocaba grabar “Marcoria”, por lo que tendría que ver a Sebastián. Cuando llegué al estudio, me dijeron que Sebas había decidido tomarse la tarde libre, así que me mandaron a mi casa.

Grabamos los próximos tres meses sin dirigirnos la palabra. Casi no me miraba a los ojos.

Nuestra distancia, me mataba.

Cuando terminaron las grabaciones, hubo una fiesta de despedida, fuí con la esperanza de arreglar las cosas con Sebas. Pero pasó lo que había prolongado tanto. Hablamos. Le expliqué todo y me dijo “-Te perdono, ya está. Pero vos me lastimaste muchísimo, lo nuestro forma parte del pasado, ya pasó. Te quiero mucho, Cari, amigos?”. Sólo sonreí y me fuí.

Hablé con Manu, le dije lo que me pasaba. Y ambos decidimos venirnos a vivir aquí, a Sonora, México. 

Al principio nos costó, pero nos hemos acostumbrado. Él ya tiene 19 añitos, es todo un hombre.  Y yo, sigo sola, extrañando a Sebas, llorándolo a mares y culpándome todos los días.

 

 


Supe que sigue soltero. Y que vive solo.

También sé que Sol y Segundo son pareja, se casaron hace tres años, y no me invitaron a su casamiento, supongo que lo merezco.

Con Georgina hablo de vez en cuando, es la única que sabe como contactarme. Nunca quiso que toquemos el tema “Sebastián”. Dice que es para prevenir discusiones. Ella sí, sabe cuanto me arrepiento de haberle fallado al hombre de mi vida y dice entenderme. Le he preguntado si Sebas, le ha hablado de mí en este último tiempo y dice que no. Me duele demasiado saber que él ya me olvidó, pero soy consciente que son las consecuencias de mis actos. Aún me pregunto que hubiera pasado si yo no lo hubiese celado tanto y si no hubiese besado a Alejandro.  Me torturo todos los días, pero sé que ya no hay vuelta atrás. 

"Las cosas hechas están, dolió y dolerá".

Manu, mil veces me pidió volver a Buenos Aires, aunque sea de visita, se lo he prometido y jamás se lo he cumplido. Aún me lo reprocha. Gabriel, mi hermano, lo ha venido a buscar y lo ha llevado muchas veces, pero él insiste en que quiere que lo acompañe.  Una vez, hace unos dos años, me comentó que fue a ver a Sebas y que hablaron de mí. Cuando lo escuché, casi lo mato. Me enojé, mucho. Y no quise saber nada de ese encuentro. Y saben qué? Muchas veces me arrepentí.

Ya no sé como seguir, me siento perdida. Laboralmente estoy genial, sigo participando de grandes tiras, aquí y aún me siguen llegando propuestas desde Argentina. Pero sentimentalmente, no tengo vida. No he estado con nadie desde Sebastián. Y lo peor es que aunque sé que él ya me olvidó, yo no puedo, y al parecer jamás podré.

Sigue aquí, presente en mí, en mi vida cotidiana. Cuando salgo a hacer las compras, lo veo. Cuando me doy una ducha, lo veo. Lo veo todo el tiempo, en todas partes. Es mi compañero? O es mi fantasma? O acaso es mi ángel, mi aliado? Sinceramente ya no sé que es; sólo sé que no lo puedo olvidar, que lo tengo anclado en mi corazón. 

Nunca hablo de él con nadie, me guardo todo, hasta que exploto.

Una mañana, me despierto, giro en la cama, y aquí lo veo, como siempre.  Me doy una ducha, y mientras preparo el desayuno, suena mi celular.

-Hola?

-Hola Cari (Seria)

-Hola, Ana, cómo estás?

-Carina creo que tenes que saber.

-Qué? No me asustes. Decime.

-Sebas está mal.

-En qué sentido lo decís? (Con lágrimas en mis ojos).

-Está enfermo.

-Enfermo? Pero qué tiene?

-No sé bien, me lo encontré a la salida del hospital, llorando y sólo me contó que está enfermo, no me quiso dar detalles.

-Pero, cómo? Es grave?

-No lo sé con exactitud. Pero por como lo vi, creo que sí.

(Suspiré) -Y? Por qué me lo contas?

-Ay, Carina, soy tu amiga y te conozco, sé que aún te importa. Creí que debías saberlo.

-Sí, perdoname. Gracias, amiga.

-Ok, no me agradezcas.

-Chau, linda.

-Vas a estar bien?

-Sí. Tranqui, te quiero.

-Te quiero más, besote.

Giré, y mi amigo, mi compañero, mi ángel, mi aliado y/o mi fantasma ya no estaba. Algo estaba mal.

Una llamada, un dolor, aún más grande.

Qué se supone que tengo que hacer?

Mereces lo que sueñas. No lo olvides.

Mereces lo que sueñas. No lo olvides.

 

 


Salí corriendo, en busca de mi compañero, recorrí toda mi casa, esperando encontrarlo, pero no lo hallé.

Un dolor enorme, comencé a sentir en mi pecho, a caso era una señal?

Qué tengo hacer? Ir a verlo? Pero si no es nada grave? Si voy y lo encuentro con alguien más? No creo poder soportarlo. Y si no voy, y le pasa algo? No me lo perdonaré jamás.

Estoy muy confundida. 

No tengo más remedio, llamaré a Manuel.

(Llamada telefónica)

M: -Ma, cómo estás?

C: -Y, acá ando hijo, vos?

M: -Bien. Gracias. Pero no te escucho bien, qué pasa?

C: -Sebas, pasa.

M: -Al fin lo aceptas. No es noticia, déjame decirte.

C: -Bueno. Sí, lo he negado muchas veces, pero tenes razón, lo sigo amando.

M: -Aleluya, graciaaaaaaas dios.

C: -Ay, Manuel, no exageres.

M: -Bueno, perdón. Ché, necesitas que vaya para allá?

C: -Es mucha molestia?

M: -No, mamá, cómo podes pensar eso.

C: -Bueno, venís?

M: -Sí, cómo pensas que me voy a perder este suceso.

C: -Manuel, si me vas a cargar no vengas nada.

M: -Ay, qué linda mi mamá, era solo un chiste. Ya agarro el auto y me voy para allá.

C: -Dale, te espero.

M: -Chau, mami, te amo.

C: -Te amo, hijo.

Media hora después, Manu, ya estaba en casa, sentado en el sillón, esperando una charla.

M: -Mamá, dale, quiero saber.

C: -Bueno, es que no me es fácil, charlarlo con mi hijo de 20 años.

M: -19 Tengo. Dale, contame, mujer.

C: -Bueno, es largo.

M: -Deja de dar vueltas Carina Liliana Zampini. Tengo todo el tiempo.

C: (Lo fulminé con la mirada) Nunca dejé de amarlo, eso lo sabes (él sonrío, afirmándolo con la cabeza). Pero yo fuí la que le falló, la que por celos, arruinó todo. Y encima, lo traicioné con Alejandro, lo besé en frente suyo. Recuerdo, que le pedí perdón y él me lo dio. Pero me aclaró que lo lastimé demasiado. Y que me quería como amiga, entendes? Antes de venirme acá, él ya no me amaba. Fue muy triste, saber eso. 

M: -Ay, mamá, mamá, hablas como si no supiese todo eso.

C: -Ya sé es que necesitaba decirlo igual…

M: -Sos tan cabeza dura. Vos tendrías que haberte quedado en Argentina, haber insistido, si vos lo amabas y él a vos, aunque dijera lo contrario. Pero nunca es tarde, podes volver, es más te acompaño y aunque sea charlan.

C: -Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte. Sos tan lindo, hijo.

M: -Mamá, hablo en serio. Dame tu pasaporte y vamos.

C: -Hay más.

M: (Suspiró) Decime.

C: -Me llamó Anabel y me contó que lo vio saliendo de un hospital, llorando. Parece que está enfermo y es grave.

M: -Ay, mamita (Me abraza) vamos, con más razón.

C: -Vos decís?

M: -Obvio, dale, andá a hacer tus maletas y yo voy a sacar el pasaje, nos vemos en una hora en el aeropuerto. Te amo.

C: -Siempre quisiste ésto, no?

M: (Sonrío) Las cosas llegan, lo imposible tarda un poco más. Dale.

Ir nuevamente a Bs As, a verlo, me provocaba tantas cosas. Pero voy con mi compañero, con mi hijo, Manu, me alivia de todo pesar.

Ansío tanto este encuentro, pero qué pasará?

 

"Es tan corto el amor y tan largo el olvido". Pablo Neruda.

 

 


Unas horas más tarde, estábamos  ambos, en el avión, yo, pensando, obviamente en Sebastián. Y Manu, descansando.

No pude dormir en todo el viaje, qué iba a decirle cuando lo vea? Tenía que planear todo.

A la hora, escuché al piloto, decir que aterrizaríamos en menos de 20 minutos, respiré profundo, y desperté a Manuel.

Bajamos. Buscamos nuestras maletas y nos fuimos.

No le avisamos a nadie de nuestra llegada.

Debo confesar, que respirar de nuevo el aire de mi Buenos Aires querido, fue lindo, muy lindo. Extrañaba cada lugar. 

El problema, era, donde pararíamos. 

M: -Bueno y ahora? A dónde vamos?

C: -No sé, a un hotel?

M: -Uff, y si vamos a la casa de la abue?

C: -No, nosotros no vinimos a eso. No tenemos porque molestarla.

M: -Bueno, entonces vayamos a lo de Sebas.

C: -No es gracioso Manuel.

M: -Y si a eso vinimos.

C: -Te hablo enserio, hijo.

M: -Yo también.

C: -A qué hotel vamos? Vos venís más seguido.

M: -Mamá, hace ocho meses, no vengo. 

C: -Y yo hace cuatro años.

M: -Bueno, pidamos un taxi y que nos lleve al hotel más cercano. Ok?

C: -Ok.

Dicho y hecho. Nos subimos a un taxi y éste nos llevó a un hotel, bastante agradable.

Estuvimos ahí un buen rato, hasta que llamé a Georgina y le dije que me consiguiera la dirección de Sebastián. 

Al cabo de unas horas, ella la obtuvo y me la mandó por mensaje, obviamente con miles de preguntas, las cuales, no respondí, por el momento.

M: -La tenes?

C: -Sí.

M: -Vamos?

C: -Dale.

Y así fue, pedimos, nuevamente un taxi y nos dirigimos a su casa. 

Todo lo que había planeado decirle, se me había borrado, no me acordaba de nada, estaba nerviosa, muy nerviosa.

Manuel, tocó timbre y ambos, aguardamos ser atendidos.

Se abrió la puerta, y salió una niña con una colita alta en su cabeza, de piel blanca, cabello castaño claro y una sonrisa. Sí, claramente era Francesca, un poco más grande, pero era ella.

F: -Hola, si? Qué necesitan? (mirándonos)

M: -Fran? Sos vos, tantos años, bonita.

C: -Soy Carina, te acordas de mí?

Su sonrisa, se borró, y se puso seria, -Sí, sé quienes son. Qué necesitan?

M: -Manu Arce, soy. 

F: -Dije que ya sé. Sigo sin entender, qué se les ofrece?

M: -Queremos ver a Sebas, está?

F: -Ahora no puede atenderlos, está descansando.

C: (Yéndome) Bueno, pasamos otro día.

F: -Ok.

M: -Es importante que lo veamos.

F: -A ver, mi papá, está mal, enfermo. Se tiene que cuidar, si les digo que está descansando, es porque no lo pienso despertar (dijo de mala manera).

Verla así, tan grande, tan linda, tan señorita, me daba un no sé qué, pensar que cuando me fuí era una nena. Pero su actitud, me estaba matando, estaba siendo tan fría. Fuí capaz de irme, y desilusionarla? Me debe odiar.

C: -Ok, Fran, nos vamos. 

F: -Francesca, para ustedes.

M: -Chau.

C: -Gracias por todo.

Cuando nos estábamos yendo, siento el grito de un nene, pronunciando mi nombre. Giré en dirección contraria, y me encontré, con un nene, de piel morena, ojos color miel, con una sonrisa, si no me equivoco, es claramente Benicio, qué grande.

B: -Cariiiiiiiiiiiiiiiiiii (dijo con euforia)

M: -Beni? (se preguntó)

C: -Hola, lindo. Te acordas de mí?

B: (Salió corriendo hacia mí) Sí, mi papá me habla de vos y me muestra fotos por la compu.

Acaso Sebas no se olvidó de mí? A caso me sigue amando? Por qué le habla a su hijo de mí?

C: -Qué grande estás.

B: -Y vos, muy linda.

M: -Hola, campeón.

B: -Vos sos Manu?

M: -Sí, de mí también te habló tu papá?

B: -Sí. Te quiero.

A todo ésto, Fran, seguía en la puerta. Vi que se dirigía hacia nosotros.

F: -Benicio, tenes tarea, andá a hacerla.

B: -Uh, bueno. Chau chicos.

C y M: -Chau, lindo.

M: -Nos odias?

C: -Manuel, basta.

F: -No. Yo no odio a nadie, pero tampoco los quiero. 

C: -Ok, estás en tu derecho (dije, con lágrimas en los ojos).

M: -Te puedo dar un abrazo antes de irme?

F: -Y se van?

M: -Y nos vamos.

F: -Bueno.

Manuel, se acercó, tímidamente y la abrazó, pude notar lágrimas en ambos.

F: -Se fueron y nos abandonaron.

M: -Perdón.

F: -Vos, eras mi hermano mayor, prometiste cuidarme siempre y te fuiste.

M: -Perdóname, linda.

F: -Nos dejaron solos. Papá lloró por Cari un montón. 

Escucharla hablar, me partió el corazón.

C: -Perdón.

F: -Me bajas? (le preguntó a Manu, quien la tenía en sus brazos)

C: -Perdóname.

F: -Vos eras mi mamá. (Me dijo dolida)

C: -No, linda. Yo era tu amiga, tu mamá es Ivana.

F: -Ella también se fue. 

C: -Qué?

F: -Hace mucho, después que vos. Se fue con Alejandro, el que era tu novio. Nos llama a veces.

C: (No lo podía creer) Perdóname.

F: -No, no te perdono. A ninguno, no los quiero. Váyanse.

C: -Perdón, de verdad. (suplicándole)

F: -No, vos, me fallaste. Andateeeeeeee (gritó enojada)

En eso, escucho la voz, de él, a quien vine a buscar.

S: -Fran, dónde estás? Qué pasa hija?

F: -No quiero que los vea. Váyanse.

Por alguna razón, ella no quería que nos vea, a caso Sebas, había llorado mucho por mí? Cuánto lo hice sufrir?

S: (Saliendo) Hija… (Viéndome a los ojos) Cari, qué haces acá?

Lo vi, era él, estaba frente al amor de mi vida. Pero estaba apagado, decaído, sin la sonrisa, que acostumbraba tener.

C: -Vine a verte. (Secando mis lágrimas)

S: -Sí (tosiendo) ya veo. 

M: -Sebas, te extrañé (abalanzándose a él y abrazándolo)

S: -Qué grande estás, ché!

C: -Tal vez, este no sea un buen momento para hablar.

S: -No, ya están acá, pasen.

F: -Si ellos pasan, yo me quiero ir.

S: -Fran, por favor.

F: -No, Fran nada, voy a llamar a la tía Sol para que me venga a buscar y me lleve a la casa de Lola.

Claramente ella no me perdonaba y tenía sus razones.

C: -No quiero que se peleen por mí, me voy (Llendome)

S: (Agarrando mi brazo) No, yo también necesito ésto. Sos mi asignatura pendiente.

 

"Todo lo que de vos quisieras es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo". Julio Cortázar

 

 


No podía creerlo, él, me estaba pidiendo por fin, que me quedara con él. Sin más remedio, tomé su mano y afirmé con mi cabeza, que entraría. Manuel, me tomó de la cintura, y todos caminamos, juntos al a par.

F: -Entonces llamo a Sol?

B: -Sí y que venga Facu.

S: -Dejá, la llamo yo.

M: -Y si mejor, me muestran sus cuartos y jugamos los tres, como solíamos hacer?

B: -Sí (Dijo feliz).

M: -Fran?

F: -Está bien, suban, yo ya voy.

Manuel y Benicio, subieron las escaleras y se dirigieron al cuarto, mientras Fran, se acercó a Sebas.

F: -Cuidate, cualquier cosa me llamas. (Ambos se abrazaron).

Y giró, mirándome, seria, se acercó hacia mí. 

F: -Me prometes que no te vas a ir? Y si lo haces, que me vas a llamar y nunca más te vas a olvidar de mí? (Dijo entre sollozos)

C: -Nunca me olvidé de vos, linda. Te quiero mucho (le aclaré, abrazándola)

F: -Te quiero mucho más, gracias Cari. (Soltándose) Bueno, los dejo.

Al fin llegó el momento, llegó la hora de decirle todo. Estaba tan nerviosa.

S: -Bueno, creo que vos debes empezar. Para qué volviste? (preguntó amablemente)

C: -No podía más. Nunca logré olvidarte, nunca me volví a enamorar, siento que mi vida sin vos, no es nada, entendes? No soy nada. Me fuí, sabiendo que ya no me amabas, pero necesito volver a empezar, y sé que solo lo voy a poder hacer cuando me digas: “Cari, no te amo más”, necesito que me sueltes, que me dejes en libertad. Hoy, más que nunca estoy segura que sos el amor de mi vida, pero de qué sirve? Sé que es tarde. Te veo en todas partes Sebastián. No puedo más (concluí con lágrimas)

S: -Cari, no sé que decirte.

C: -No, sólo necesito que me afirmes que me olvidaste y que no me amas más.

S: -Es que no puedo (dijo tosiendo, y escupiendo sangre)

C: (Asustada) Sebas, pará. Vamos al baño, vamos a limpiarte.

S: -No, está bien. (Dijo sacando un pañuelo y limpiándose)

C: -Entonces, es verdad (dije llorando) Estás enfermo?

S: -Eso no es importante ahora.

C: -Para mí, sí. Yo tendría que estar cuidándote acá, yo tendría que haberte insistido y quizás lograba que me volvieras a amar, pero no, fuí y soy una cobarde, me escapé, me fuí. Y vos me necesitabas, me necesitas.

S: -Cari, ey, dejá de castigarte, las cosas por algo pasan, los dos tenemos la misma culpa. 

C: -Pero qué es exactamente lo que tenes?

S: -Mielofibrosis.

C: -No entiendo. Explícame.

S: - Es un trastorno crónico, generalmente idiopático, caracterizado por fibrosis de la médula ósea, esplenomegalia y anemia con glóbulos rojos inmaduros de en forma de lágrima. Suele estar acompañada por hematopoyesis extramedular. Es una enfermedad poco común que afecta a 2 personas en un millón. Y me tocó a mí. Se suele diagnosticarse entre los 50 y 80 años, pero puede ocurrir a cualquier edad. La enfermedad es una transformación de una policitemia vera o una trombocitemia esencial previas. Produce excesivamente plaquetas. 

C: -Es muy grave ésto, Sebas. (dijo, tocándole la pierna) Y cómo es su tratamiento?

S: -Me darán transfusiones de concentrados de glóbulos rojos,  inyecciones de eritropoyetina, anabolizantes como el danazol, la talidomida o la lenalidomida; pero si el bazo crece mucho, lo extirparán. Pero eso, ya es muy arriesgado, ésto no quiere decir que me voy a curar, solo, mejorarán mi calidad de vida. 

C: -Ay, Sebas. (Abrazándolo)

S: -Prométeme que te vas a quedar, te amo demasiado como para dejarte ir devuelta.

A caso había escuchado bien, él dijo que me amaba?

C: (Separándome) Qué dijiste? (Sorprendida)

S: -Que te amo, nunca dejé de hacerlo.

C: -Vos me hablas en serio? (dije ya llorando)

S: -Vos pensas que es mentira? Nunca dejé de amarte, es verdad que me habías lastimado, pero eso no significa que te dejé de amar. Eras mi vida, sos mi vida. Nunca dejé de pensarte. Nunca. Te necesité un montón (Tomó mi rostro) Te necesito.

C: -Y yo estoy. Vine a buscarte.

S: -Y si mejor te quedas vos, se quedan?

C: -No, acá no. Me voy a ir al hotel, con Manu.

S: -Segura? (afirmé con mi cabeza) Te amo (y por fin, me besó)

Nuevamente volví a sentir mariposas en mi panza, nuevamente volví a tocar el cielo con las manos, hacía tanto tiempo no me sentía tan plena, tan amada. Era feliz, soy feliz, definitivamente, este era el paraíso, este es MI paraíso.

C: -Sabes hace cuanto espero ésto? Te amo.

S: -Te amo, mucho.

C: -Mucho.

Justo, cuando estábamos así, tan acaramelados, baja a Fran.

F: -Pá (nosotros nos separamos) Ah, volvieron?

S: -Vení.

F: -Bueno (Sebas, la sentó en su regazo) 

S: -Vos sabes que yo amo a Cari, no?

F: -Sí.

S: -Bueno, entonces (me miró, como preguntándome a mí) Somos?

C: -Novios. (Sonreí)

S: (Me sentó a su lado) Novios somos (mirando a Fran) Hija, vos qué pensas de que nosotros estemos juntos?

F: -Sí, está bien. Con que vos estés feliz. Pero con una condición.

CyS: -Cuál?

F: -Que Cari y Manu, se queden a vivir con nosotros, desde hoy.

S: -Mi condición también es esa.

C: -No les parece muy apresurado?

S: -Te esperé cuatro años, Carina. (Dijo insistente)

C: -Ya sé, amor. Bueno, déjame charlarlo con Manu.

Y parecía que ambos estaban espiando, tanto Manu como Beni, bajaron en ese momento y se dirigieron hacia nosotros.

M: -Yo no tengo drama. Es más ya estoy yendo a buscar nuestras cosas.

C: -Maaaanueeel. (fulminándolo con la mirada)

M: -Bueno, es que yo acepto la condición, es más me gusta.

Todos: -Y?

C: -Bueno, está bien. 

B: -Sí, somos una familia.

F: -Una linda familia.

Volver a respirar el aire, este aire, mi aire, sentir el aroma tan lindo a familia. Se sentía tan lindo.

 

"Lo que hacemos o lo que no hacemos va moldeando el futuro. Un segundo antes y tenés un final feliz; un segundo después y todo cambia. El futuro es una foto que cambia constantemente". Cris Morena.

 

 


B: -Manu queres dormir en mi cuarto?

M: -Vos me compartís tu cama?

B: -Sí.

M: -Entonces sí. 

F: -Y antes de dormir, Cari, me contas un cuento?

C: -Y si queres te peino también, dale?

F: -Sí, te extrañé.

S: -Y vos, (mirandome) dormís conmigo.

C: -No pensaba dormir en otro lugar, eh! (le guiñé el ojo)

"El amor es tu medida, cuanto más amor más vida".

Sebas, comenzó a derramar muchísima sangre, Francesca, rápidamente, se fue a buscar el telefonó y oí que llamó a Sol.  Rápidamente vino Segundo, quien se sorprendió de verme, cargó a Sebas en su camioneta y yo los seguí en un taxi, con Manu y los chicos. Sol, junto a Moni, Quique y Diego, esperaban en la clínica.

No entendía nada, y me moría de miedo. 

Tanta felicidad no era posible. Claramente, no.

"Por más que hagas de todo, lo que deba ser… será. Todo tiene un sentido, aunque no siempre entiendas cuál es".

Sol: -Qué haces vos acá?

F: -Es la novia de papá, se puede quedar, tía.

Sol: -Novia?

C: -Yo sé que le fallé a Sebas, adelante de todos ustedes, y también sé que los desilusioné, pero eso ya es pasado, ya pasó. Si Sebas pudo perdonarme, creo que ustedes aunque sea lo pueden intentar, no?

Moni: -Mi hijo te ama, lo vi llorar y extrañarte todos los días, por los últimos cuatros años. Si vos me juras que no lo vas a lastimar de nuevo, tenes mi apoyo, querida.

C: -Se lo juro.

Moni: -Bienvenida a la familia nuevamente (dijo abrazándome, luego miró a Quique) Quique?

Q: -Bienvenida, Cari.

C: -Gracias. 

Media hora después.

Sol: -Si no me queda otra. Bienvenida, pero lo llegas a lastimar, y juro que te mato (dijo seria).

C: -No es mi intención. Y si no les importa, me gustaría ver a Sebas.

D: -Anda, tranquila.

Me dirigí hacia urgencias.

Enfermera: -Señorita qué necesita.

C: -Ver a Sebastián.

E: -Estevanez?

C: -Sí.

E: -ah, por fin que llega. 

C: -Eh? O.o

E: -Está pidiendo verla desde que llegó. Pase, habitación 204.

Me dirigí a su habitación y allí estaba, con una sonrisa, esperándome.

S: -Amor.

C: -Ey, bonito, estás bien?

S: -Sí, estoy bien.

C: -Me alegro (y lo besé).

S: -Cari, si decidís quedarte, tenes que saber que ésto pasa seguido, no es la primera vez, me agarran a cualquier hora estos ataques y yo no quiero que te asustes, o que te condenes a vivir con un tipo en estas condiciones.

C: -Ey, estoy con vos. No me importa nada más.

A las tres, horas le dieron el alta. Con miles de indicaciones, obviamente.

Al mes, ya estábamos instalados, con Manu, en su casa, nuestra casa.

Pasados siete meses más, me pidió matrimonio, obviamente acepté.

Hoy, estoy embarazada, hace seis años, estamos casados.

 Sinceramente, soy muy feliz.

Los ataques, las internaciones, los remedios, estuvieron siempre presente en nuestras vidas, hace dos años, un médico, diagnosticó que sólo le quedaba unos meses de vida, sin embargo, acá sigue, viviendo, al día, pero viviendo.

No sabemos cuándo va a ser la hora, en la que le toque irse, por eso, disfrutamos cada momento como el último.

No, no se recuperó, los tratamientos, solo le alargan un poquito más su vida, pero bueno, “no todo es color de rosas”, no?

Soy y somos felices así.

Lo amo y me ama, eso solo importa.

 

"La vida es una sola, el día es hoy. Vamos que ya es tiempo de sentir, que si duele todo adentro hay que seguir". Cris Morena.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario