lunes, 28 de octubre de 2013

Cambios - Pilu Machuka


CAMBIOS  por Pilu Machuka (Cuento Corto de 3 Capitulos)
Dirección oficial:
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*Narra Manuel*

Siempre viviendo dos vidas, fingiendo ante mamá, ser alguien que no soy, tapando mi verdadera identidad para que ella no sufriera. Ser hijo de Pablo, para sus ojos y ser hijo de Sebastián, por otro.

Cuando tenía unos 3 años, vivía con Sebas y mamá, según lo que demuestran las fotos, éramos felices. Pero, un accidente, cambió todo. Mamá perdió la memoria, pero no como se pierde habitualmente, sino, que recordaba todo, a todos, excepto todo lo vivido con él, se situó en una etapa de su vida, donde aún no lo había conocido. Tengo quince, hace ocho años, que mamá vive con Pablo y conmigo.

Sebas nunca quiso decirle nada, los médicos temían por su salud y él respeto más que nadie eso. Él nunca rehizo su vida, decía que le era imposible ‘serle infiel’. Lo amo tanto, creo que ningún tipo sería capaz de aguantarse algo así.

Últimamente en casa hay muchas peleas, mamá es muy celosa y Pablo ya no se la banca. Él ya no la ama, por algo yo no soy su hijo.

Sebastián dice que aún no es el momento, que puede tener una crisis, pero entonces ¿Cuándo es el momento?.

Hay veces, que llegué a odiarla, me quitó la posiblidad de tener una vida normal, de ver todos los días a mi papá, de tener una familia feliz.

Todos se preocupan por ella.

No estoy seguro de que sea una buena madre.

*Narra Sebastián*

Manu, ya no aguanta más, y no lo culpo, desde chico se tuvo que acoplar a esta situación que para nadie es fácil. Las veces que la veo, tengo que fingir no amarla, tengo que guardar mis sentimientos y decirle que vengo a ver a Manu.

Para ella, soy fiel amigo de Pablo, su marido y/o amor de su vida.

Nunca pude volver a enamorarme.

Nunca pude volver a empezar.

Nunca pude armarme de valor y decirle la verdad.

Manu, hace unos días me ha dicho que quiere vivir conmigo que ya no aguanta la situación, que lo supera. No sé que hacer.

Tal vez, nunca fue bueno, subestimarla.

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-Pablo, explicame a dónde vas-, le dijo Carina enojada.

-No, Carina, basta, déjame vivir mi vida en paz-, dijo él.

-¿En paz?, soy tu mujer- le aclaró.

-Me voy-, dijo decidido.

-Vos de acá no te vas, decime, tene los huevos suficientes y decime que te queres separar.

-Quiero ser feliz, Carina-, dijo largando todo de una buena vez.

(Suena el timbre)

-¿Quién es?-, dijo de mala manera Carina.

-Sebas, cari-, dijo.

(Abriendo) -No es un buen momento.

-Yo me estaba yendo-, dijo Pablo, intentando zafar.

-No, vos te quedas y me explicas- le aclaró, autoritaria.

-Ey, ¿qué pasa acá?-, preguntó Sebas.

-Es que ya no aguanto, Sebas. Ya no puedo-, dijo Pablo con lágrimas en sus ojos.

-Vos y yo tenemos un pacto, no me hagas ésto-, dijo interviniendo.

-¿De qué trato hablan?- preguntó confundida.

-Sebas te explica-, dijo y se marchó.

_

*Narra Sebastián*

Los dos, sentados en el sillón, en medio de la sala, ella confundida y aturdida. Yo, raro e incómodo. Tal vez había llegado el momento.

(Entra Manu)

-¿Ya se fue Pablo?-, dijo.

-¿Tan dificil es decirle papá?-, le dijo a modo de reclamo Carina.

-Sí, ya se fue-, le confirmé.

-Me voy con vos, ya lo decidí, sacame de acá-, me suplicó mi hijo.

-¿Cómo que te vas? Vos estás loco-, le dijo su madre.

-¿Loco? Ojala algún día te pongas en mi lugar y logres entenderme-, le dijo enojado.

-Manu ya lo hablamos, yo te prometo que todo va a estar bien, ¿sí?-, le dije algo emocionado.

(Me abrazó) -Prometeme que todo va a volver a ser como antes, por favor, te necesito acá-, me dijo llorando, cosa que me partió el corazón.

-No puedo, pero te juro que me voy a hacer cargo de esta situación en la que te metí, vamos a estar juntos, te lo prometo, mi amor; te juro que estarás bien, yo te voy a proteger- le dije, tratando de protegerlo dentro de mis brazos.

-No entiendo nada. ¿Vos te querés ir con Sebastián? ¿Dejarme sola?- le preguntó y luego dirigió su mirada hacia mí- Vos no sos más que un amigo de la familia, no te desubiques, tanto Pablo como yo, podemos proteger a nuestro hijo-, me dijo bastante enojada.

-YO NO SOY HIJO DE PABLO- le gritó ya cansado-, no lo soy- concluyó.

-¿De qué hablas?-, preguntó confundida.

-Mmmmmmm, papá, mi peech…-dijo desmayándose.

-¿Me explicas ya ésto?-, me dijo Carina.

-Ahora no, cuando Manu esté bien-, le aclaré.

-Manu, las pelotas, explícame-, me dijo.

Hice oídos sordos, alcé a mi hijo, lo subí a mi camioneta y me fuí, dirigiéndome al hospital, dejándola sola.

¿En qué momento había cambiado tanto? Es decir, luego del accidente ya no era la misma, pero su esencia seguía intacta, ¿en qué momento Manu pasó a un segundo plano? ¿Desde cuando Pablo estaba antes que su hijo? ¿Mi Carina seguía existiendo? Lo dudo.

 


En el camino al hospital, no podía hacer otra cosa que llorar, mi hijo no lograba reaccionar, tenía todas las emociones a flor de piel, ciento de llamadas de Carina y para colmo, muchísimo tráfico.
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Veinte minutos, luego.
Me encontraba en la sala de espera del hospital, esperando que alguien viniera a informarme el estado de mi hijo. Y mientras tanto, pensando todo lo vivido hasta ahora.
¿Me equivoqué al mentirle a Carina?
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*Relata Carina*
Me sentía confundida, muy.
¿Qué me tenía que contar Sebastián? ¿De qué pacto hablaban? ¿Por qué Manuel decía no ser hijo de Pablo? ¿Por qué Sebastián parecía ser más cercano a mí? No lo sé.
Mi relación con Manuel, hace bastante no es buena. Siempre pensé que era porque él es adolescente, es demasiado rebelde. Cada vez que nos peleamos, él llama a Sebastián y se refugia en él. Nunca entendí muy bien, el lazo que los une.
No sé que pensar, me duele la cabeza. Tal vez, sea bueno llamar a mi mamá, ella quizás, este enterada de algo.
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-Hija, te escuché preocupada, ¿qué pasó?- me dijo mi mamá.
-Necesito que me ayudes-, dije sin dar vueltas.
-Sí, decime- me dijo.
-Vení, sentemosnos- le dije.

-Acá estamos, amor. Decime- me dijo.
-Sebastián me pasa.
Su rostro se tornó pálido. La dejé sin palabras. Su cara, claramente me confirmó que algo me escondían.
-¿Qué pasa con él?-, me dijo luego de algunos minutos.
-Decime la verdad, ¿quién es Sebastián?- le dije suplicante.
-Cari yo, no puedo, no me corresponde-, me dijo, agachando su cabeza.
-¿O sea que hay algo?- me paré, moviendo mis manos, nerviosa- ¿Por qué no me podes decir? Sos mi mamá, ayúdame a entender.
Vi que marcaba un número.
-¿Qué haces?
-Shh, espérame.


"Sí, sí", "Está muy nerviosa", "Sí, quiere saber", "No sé", "¿Crees que yo se lo tengo que decir?", "Tal vez te corresponda a vos", "ok", "¿Cómo está?", "Me quedo tranqui entonces","Ahora trato de calmarla y la llevo" ,"Chau". Sólo se limitó a decir.


-¿Era Sebastián?- pregunté.
-Sí- me dijo.
-Me podes dejar de mirar así- le dije.
-Te conozco. ¿Qué sentís por Sebastián?-, me dijo con una sonrisa pícara.
-Mamá- le dije ¿avergonzada?
-¿Te acordas que hace unos dos años me hablaste de que sentías una cierta atracción por él?-, me dijo para luego tocarme mi mejilla con su dedo índice.
-Mamá, es verdad. Pero él nunca me insinuó nada, es amigo de mi marido.
-Es lo que vos crees-, dijo en un susurro.
-¿Qué?- pregunté sorprendida.
-Nada, nada-, intentando zafar.
-Te escuché, Liliana. ¿Vos qué sabes?-, le pregunté.
-Mucho más de lo que crees. Pero como ya te dije, no me corresponde a mí decirte nada. Sebastián ya te va a explicar todo.
-No, ahora quiero saber.
-Lo único que te voy a aclarar es que él te ama, muchísimo, como siempre. Y que todo lo que hizo, fue con su mejor intención, nunca quiso lastimarte.
-¿Eh? ¿De qué hablas? Mamá no te entiendo. ¿Cómo que me ama? ¿Y a qué te referís cuando decís ‘todo lo que hizo’?- dije haciendo énfasis en la última frase.
-Vamos al hospital, que Sebas y Manu te explican-, dijo abrazándome.
-Manu, me olvidé de él. Me va a odiar más-, dije lamentándome.
-No te odia hija. Te entiende, entiende la situación más que nadie, pero ya está cansado.
-Es que no sé de que situación hablas-, le dije algo enojada.
-Es complicado, vamos al hospital, dale, que Sebas te va a contar todo.
-Odio que me tomen por boluda.
-No te desubiques, que sigo siendo tu madre- me respondió seria.
-Vamos, quiero que me aclaren ya esta situación- concluí.
_


*Narra Manuel*.
Me desperté y miré a mi alrededor, al parecer estaba en el hospital.
Lo último que recuerdo es estar en la sala de casa, discutiendo con Carina.
(Se abre la puerta)
-Hijo, estás bien, mi vida-, dice papá ingresando.
-Sí, ¿y Carina?- pregunté.
-Está en tu casa, ella está shockeada… (lo interrumpí)
-Shockeada las pelotas, me odia, nos odia a los dos-, dije enojado y triste.
-No, Manu, está confundida-, me explicó.
-La odio- Hice una pausa y seguí- ¿Por qué la vida me dio esta mamá?- pregunté dolido.
-Porque la vida lo quiso así, no te lamentes. Sabes cuanto te ama, a pesar de todo.
-¿Ella amarme? No seas iluso. Ella vive para Pablo. Yo no le importo nada y la odio por eso-, concluí.


(Se abre la puerta)
-Claro que te amo y que me importas, hijo-, dijo Carina con lágrimas en sus ojos.
-Quiero que se vaya, sácala-, le supliqué a papá.
-Manu, por favor, entendela ella no sabe nada- intervino mi abuela.
-Tu mamá es sólo una víctima, vos lo sabes-, me explicó papá.
-Lo supe toda mi vida. Siempre la entendí y estuve para ella. Pero ¿Ella cuando estuvo?- la miré- Siempre necesité una mamá y te aseguro que jamás la tuve.
-Perdóname.
-Yo no te culpo, no sé. O sea vos no tuviste la culpa, nadie la tuvo, pero a pesar de todo, mi papá siempre estuvo para mí, me protegió a la distancia pero lo hizo. Y a vos, desde los cuatro años, no te siento mi mamá. Carina, la amorosa, la dulce, se fue para no volver- le expliqué.
-¿De qué hablas?- me dijo confundida- Yo sé que nosotros no nos llevamos bien, pero yo te amo, hijo.
-Nadie pone en duda eso, Cari-, dijo papá, abrazándola- Para todos es difícil y creo que yo soy el culpable. ¿Podemos hablar afuera?
-Claro-, respondió con una grata sonrisa.

 
CAMBIOS. PARTE FINAL!

*Relata Sebastián*
Salimos de la habitación, Carina, agarró mi mano; cosa que me sorprendió, pero que disfruté.
Nos dirigimos a la puerta, comenzamos a caminar, dirigiendonos hacia la plaza, a dos cuadras del hospital.
Decidimos, entre miradas, sentarnos, en un banco bajo un árbol, le compré un agua, lo cual me agradeció con una sonrisa.
Luego de quedarnos en silecio, varios minutos, decido romperlo, luego de pensar varias veces, qué decirle.
-Bueno, Cari…(ella me interrumpe)
-Ey, Sebas, antes que me cuentes todo, lo que sinceramente me da algo de miedo- agaché mi cabeza- dejame pedirte perdón, te traté muy mal- la miré.
-Cari, después de lo que te cuente, me vas a odiar, y el que te pida perdón, voy a ser yo-, dije mirandola fijo.
-Bueno, te escucho- dijo mirándome aún más fijo.
-Hace diezsiete años nos conocimos, vos te acababas de separar de Pablo- me miró confundida- no me interrumpas- me anticipé- y yo estaba solo. Todo fue lento y pausado en nuestra relación. Empezamos a salir, nos enamoramos, conocí a tu familia, tú conociste a la mía. Tiempo después, nos casamos, luego nos mudamos juntos, al año, nació Manuel- concluí.
-No entiendo- dijo parandose y caminando de un lado al otro, confundida, aturdida- Si esto es verdad- me miró- ¿Por qué no lo recuerdo?- con lágrimas en sus ojos.
-Cuando Manu tenía tres años, sufriste un accidente, y como consecuencia del mismo, estuviste internada un largo tiempo y cuando despertaste, pediste ver a Pablo, fue en ese momento cuando comprendí lo que pasaba- sequé mis lágrimas- sí, mi amada esposa había perdido la memoria.
-¿Y por qué decidieron mentirme? Toda mi vida es una mentira- dijo en un susurro.
-Cari, los médicos decían que podías tener un ataque, temía por tu salud. Jamás me hubiese perdonado dejar a Manu, sin su mamá, no me lo perdono- dije.
-¿Queres decir que no soy una buena madre? Vos me mentís toda una vida y tenes el tupé de decirme mala madre, me estas jodiendo ¿no?- dijo enojada.
-No quiero discutir-, dije parandome.
-Hacete cargo de todo ésto, es tu culpa-, dijo agarrando mi brazo- Manuel me odia- dijo algo triste.
-Me hago cargo, siempre me hice cargo, ¿quién te pensas que le paga a Pablo todos los meses? ¿Quién te pensas que trabaja para que a Manu y a vos no les falta nada? ¿Pensas que fue fácil fingir ocho años que no te amaba? ¿Pensas que soy de piedra?- dije algo alterado- Todos los días me culpo, sé que soy el culpable de tu relación con Manuel, sé que soy culpable de todo ésto-, me solté- No es nada fácil, nunca lo fue-, concluí.
-¿Cómo sigue ésto? -dijo algo asustada.
-Déjame hablarlo con Pablo y te lo comunico.
-Pablo ya dijo todo lo que tenía que decir, dejalo vivir en paz-, me dijo enfadada.
-Ok. ¿Necesitas algo?.
-Conocerte.
-Acá estoy.
- ¿Me querías?- preguntó de golpe.
-No- le afirmé.
-Ah- dijo mirando el suelo.
-Te amaba, siempre te amé-, dije yendome.
*Relata Carina*
Toda mi vida había vivido en una mentira, toda mi vida creyendo algo que no era. ¿Pablo tenía un pacto con Sebas? Él le pagaba para que esté fingiendo. Con razón, nunca quiso acostarse conmigo.
Comencé a caminar en dirección contraria a Sebas, pensando en todo lo que estaba pasando.
Manuel, mi bebé, siempre aguantandose todo, fingiendo para que yo no sufriera. Nunca nos llevamos bien, pero siempre lo he amado. Me doy cuenta, que me encerraron en una burbuja desde aquel dichoso accidente, todos pendientes de mí, todos fijandose que no me faltara nada, todos cuidandome, protegiendome. ¿Con que fin? ¿Que esté bien? .
Mintiendome, no me hacen bien- dije entre lágrimas.
No me esperaba en lo absoluto, ser esposa de Sebastián. ¿Será que mi amor hacia él nunca murió? Siempre sentí cierta atracción por él, y nunca comprendí porque. Tal vez era por su bella relación con Manu. Se quieren tanto.
¿Cómo volvía después de ésto?
Manuel, me culpa de la vida que lleva, y sinceramente, no puedo reclamarle. Mi accidente, mi pérdida de memoria, lo privaron de las cosas más lindas de la vida: Una familia, padres juntos, una vida feliz, una linda adolescencia, una infancia soñada, momentos tiernos, abrazos, risas. Todo lo que un chico de su edad necesita.
Sebastián, por otro lado, me doy cuenta, que se culpa de absolutamente todo. Es más, yo acabo de culparlo. Pero ahora, pensandolo bien, él, es un gran hombre. MI ESPOSO, qué raro es llamarlo así.
Habrá sido muy dificil sobrellevar toda esta situación, no sólo por ellos, sino también, mi madre, mis hermanos, mis amigos.
Me pregunto, si mi relación con Anabel, fue en algún momento buena.
Está más que claro que no recuerdo nada de esa vida que dicen que tuve. Pero lo que viví en el último tiempo sí, por ejemplo, como recién hablaba, Anabel, es como ‘una hija’ para mamá, cosa que odio. Soy muy celosa. Y con ella, me llevo muy mal. Ni sé de donde salió.
¿Habremos sido amigas? Quizás.
Necesito pensar.
_
*Relata Liliana*
El momento había llegado, Carina sabría la verdad.
Siempre intenté cuidarla. Fallé cuando tuvo el accidente, volví a fallar cuando despertó, fallé nuevamente cuando acepté que Pablo viviera con ella, sabiendo mejor que nadie, que la única persona que podría protegerla en verdad, era Sebas. Sin embargo, intenté protegerla todo este tiempo. Y todo lo que fallé como madre, intenté remediarlo como abuela.
Manuel no se merecía ésto. Carina tampoco y Sebas, menos. Los tres fueron víctimas. El destino, los puso a prueba como familia.
Conozco a mi hija, todos podrán decir que ella cambió, pero su escencia sigue aquí. Es mi Carina, mi bebé.
*Relata Sebastián*
Me fuí, esperando de alguna manera, que ella se de vuelta y me suplique que no me vaya.
Siempre esperé que un día de la nada, me sorprenda. Que se acuerde de mí, de su amor, de mi amor, de nuestro amor.
Pero nunca pasó.
Deseo que ésto no termine mal, deseo que Carina esté bien, junto a Manu. Deseo que mi familia sea feliz, nada más. Vivo para ellos.
-Manu…- dije entrando a la habitación.
-Sebas- me dijo Cari.
-No pensé que te encontraría acá- dije sorprendido- los dejo solos, vuelvo en un rato- dije mirando a mi hijo.
-No, no te vayas-, dijo Carina frenándome.
-Quedate, papá-, dijo contento Manu.
-Me quedo, entonces.
Ingresé a la habitación, estuvimos charlando un rato bastante largo, reíamos, disfrutábamos tanto el uno del otro, fue un momento tan bello, tan familiar.
(Dos semanas después)
*Mensaje de Sebastián para Carina*
Sé que aún no me recuerdas como tu esposo, pero creo que nuestra relación ha mejorado. Pero sinceramente ya no lo soporto, Cari. A veces siento que me quieres, y a veces no. Por eso, he decidido terminar con ésto. Si decides darme una oportunidad como tu amor, te espero en el salón Clarkson, a las 9. Sino vienes, tendré mi respuesta. Beso.


*Relata Carina*
El mensaje de Sebas, claramente me había sorprendido.
Pero tenía todo el día para decidir qué hacer.
_


*Relata Sebas*
Estaba ileso, mirando por un ventanal, cuando escuché unos tacones detrás de mí, respiré hondo y sin más, giré, y allí estaba, con un hermoso vestido verde, mirandome con una sonrisa.
Le devolví la sonrisa y de un momento a otro, vi como se acercaba a mí, corriendo a todo prisa.
Casi sin darme cuenta, le tenía de nuevo, entre mis brazos.
'Te amo', susurró en mi oído y fue lo suficiente, como para saber que mi Carina estaba de regreso.


Fin.

Dedicado a Aldi Falgetelli. Espero que te guste. 

Gracias.

Ohana.

 

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