Marcoria, Hasta el Fin de Mundo de Eda (Capítulos 1-80)
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(170 Capítulos)
Capítulo 1
Cuenta Victoria:
Rayos de sol iluminaban mi cara muy temprano en la mañana. Me senté en
mi cama y por un instante me di cuenta que mi vida era muy rutinaria, sin mucha
importancia quizás, me dirigí a la bañera. Luego fui hacia mi armario, elegí un
atuendo formal y algo sencillo. Un vestido blanco con una torerita negra
bastante corta. Miro la hora y me doy cuenta que se me hace tarde, en ese instante Emilio llega a mi puerta
desesperado porque me peine y desayune. Le abro al puerta y me dice: - Vicuuu,
aay que linda estás nenaa. Gracias, le contesto, y sonrío. - De nada linda,
bueno. Haber, sentate que te hago un peinado.
Me recogió el pelo, bastante sencillo pero muy bonito
y delicado. Bajo a desayunar, allí estaba mi madre Elena, y mi hermana menor
Brenda. Termino de desayunar, me dirijo hacia el patio, saludo a mi chofer y
salimos rumbo a la fábrica. En el camino
noté que mi chofer conducía distraído, y muy rápido, demasiado para mi gusto.
Estábamos llegando a un semáforo en rojo cuando él se lo pasa de largo, casi
tenemos un accidente con un taxi y una joven que iba en moto. En ese instante
le dije: - Éste será su último viaje, está despedido. Déjeme en la mansión y
cobre con Emilio su paga.
Llegué a la empresa bastante irritada y aturdida,
sentí mucho miedo de verdad en el momento de que mi chofer cometió un gran
error. Enseguida llamé a Emilio para que me ayudara con la entrevista de
choferes de esta noche.
En la fábrica el día fue muy tranquilo, Roco,
nuestro maestro chocolatero me ayudo a desgustar un chocolate nuevo que hizo
junto con los demás de la planta. La forma era rectangular, tenía almendras,
chocolate blanco, mantequilla y algo de vainilla.. era realmente
esquicito.
Eran poco mas de las 18:30, debía de llegar a casa
temprano para comenzar con las entrevistas y poder descansar. Me crucé con
Angie, le dejé algunas indicaciones, saludé a Lorenzo, quien me invito a cenar
en su casa pero se lo negué, y luego me dirigí a mi casa.
Llegué en remis, enseguida Emilio me alcanzó un
café y comencé con las entrevistas, ya deseaba terminar pero de todas formas
debía de hacerlo.
Comencé con las entrevistas a las 19:00, recibí al
primero pero no me convenció, el segundo tampoco, pero algo debía de aceptar….
Así hasta llegar al sexto. Estaba exhausta, hicimos una pausa para descansar un
poco. Hace tiempo que tengo la duda de ¿porqué Emilio no acpeta mi relación con
Lorenzo?, se lo pregunté y me contestó: - … reúne todas las cualidades, pero… y
ahí hizo una pausa, en ese instante le dije, - Emilio, el hombre IDEAL no
existe. Me corrige, si existe Vicky, el tema es que es muy difícil
encontrarlo…
Eran ya las 21:30 y seguía entrevistando choferes…
finalmente me reusé a seguir, le ordené a Emilio que no aceptara más
candidatos, pero antes de poder darle la orden me dijo que quizás tenía al
indicado.
Abrí la puerta y ahí lo vi, era moreno, alto, muy sexy y me estaba mirando. Quedé perpleja. Lo miré y quedé muda… al verme el dijo: - ¿Victoria Bandi? Le contesté: - Sí, soy yo. ¿Usted vino por el puesto de chofer?... Sí, me dijo, luego añadió: - Em, nono. En realidad no quería venir. Pero ahora que te veo te llevaría Hasta el Fin del Mundo…
Capítulo 2
Cuenta
Marcos:
Cuando la
miré no podía creer que una mujer pudiera ser tan bella, bonita, sencilla y
sexy a la vez. Sigo sin olvidar que es una cogotuda, pero de todas formas no me
puedo apresurar para juzgara. Luego de lo que el dije, la maté. Tengo un don,
de verdad que si.
Entré a su
escritorio, me invitó a pasar y comenzamos a charlar. La noté como distante, sé
que era una entrevista de trabajo pero de todas formas ella mantuvo una franja
conmigo. Parecía una leona.
Charlamos y
finalmente desistió y me contrató. En ese instante pensé, al fin una buena, al
fin barba, gracias!
Me levanté de
la silla, saludé a la mujer más hermosa del mundo, saludé al crá del mayordomo,
y me retiré.
Cuenta
Victoria:
En el momento
que me dijo algo del Fin del Mundo, pensé, que desubicado, pero luego me dejé
llevar por un instante y lo sentí como romántico, cosa que me hizo sentir
culpable por el hecho de que tengo pareja y lo quiero.
Charlamos y
finalmente le dí el puesto de chofer. Lo saludé y se retiró. Rápidamente ordené
mis cosas y me fui a descansar.
Al despertar
veo que nuevamente se me hacía tarde, pero ese día fue más de lo común, eran
las 8:30 y yo estaba por bañarme, no había desayunado, no me había peinado ni
nada.
Emilio llegó
corriendo pero al notar que estaba despierta se fue. Le pregunté por Marcos,
así se llamaba el morocho que me había flechado anoche, me dijo que me estaba
esperando hacía rato ya. Al terminar de arreglarme bajé y le pedí disculpas por
mi retraso, muy caballero respondió: - No pasa nada jefa, la puedo esperar todo
el tiempo que necesite… y sonrió. En ese momento no supe como tomar lo que me
dijo, traté de no darle importancia para no confundir nada. Al instante me
preguntó:- Por cierto… ¿Cómo le digo, Srta Victoria, Victoria Bandi, Srta Victoria
Bandi…? Victoria le respondí, simplemente Victoria. Me miro y acentuó con la
cabeza.
Nos dirigimos
hacia nuestro primer viaje, llegamos sin dificultades, Marcos condujo bien,
despacio, trató de sacar tema de conversación, lo que hizo bastante cómodo el
viaje hacia la fábrica. Al llegar una avalancha de periodistas se me enciman,
él los empujó, me tomó la mano y me ayudó a entrar, le dije que ese no era su
trabajo, que no se preocupara y le agradecí. Me dijo: - Este no es trabajo de
un chofer, cierto, pero lo es de un caballero…Y nuevamente me sonrió.
Llegué y de
inmediato pregunté por qué tanto alboroto, resulta que una de las máquinas
había explotado, y habían heridos en la fábrica, en él Roco. Sin que decir pedí
que me comunicaran bien de lo sucedido, traté de calmarme y le ordené a Marcos
que me llevara de urgencia a la clínica.
Llegamos,
busqué la sala donde estaba Roco y ahí lo vi, muy herido, lleno de vendas y de
médicos encimados a él. Me ordenaron que esperara 15 minutos, lo hice, mientras
Marcos fue por un café para mi. Al llegar me dio el café, y me pidió que
repirara profundo, me dijo que estaba muy agitada y que debía de calmarme. Me
enseñó una respiración, que por lo que me contó se la enseñó su mamá, Isabel.
Debías de respirar ondo por la nariz, y luego exalabas por la boca. De verdad
era muy tranquilizante, me sirvió. Al rato nos permitieron pasar, Roco estaba
consciente, de todas formas debían de esperar los resultados. Hablé con él un
rato y me retiré. En ese momento me llama Lorenzo, se enojó porque
supuestamente descuidé la fábrica y por mi culpa Roco estaba muy mal, comencé a
llorar de inmediato, odiándolo por completo, sin mas que decir, le corté.
Marcos me
abrazó, me dijo que quizás no le gustara que su chofer la tocara, pero no me
podía ver mal.
Nos dirigimos
al auto, él estaba por prenderlo cuando lo detuve… le dije:- Marcos, ¿usted
cree que esto es mi culpa?. – Por supuesto que no Victoria.. el monstruo que le
dijo eso no la conoce, quizás yo no mucho, pero claramente se ve que es una
mujer que hace todo su esfuerzo para sacar la fábrica adelante, eso es una
piedra en el camino. No te amargues, no se amargue, perdón. Me cuesta no
tutearla, perdón si se me escapa. - No se preocupe, esto de tratarse de usted a
veces es difícil, tutéeme.
Me miró,
sonrió y dijo: - Okaa
En ese
momento me di cuenta que Marcos me transmitía mucha paz, cada palabra que decía
lo decía de manera convincente pero a la vez sincera. Su sonrisa reflejaba lo
buen hombre que era. En ese instante agradecí muchísimo haberlo contratado.
Cayó la noche, me bañé y me puse un baby
doll celeste. Me acosté dentro de la cama, y me puse a pensar en el día que
tuve. Noté lo horrible de ese día, lo de Roco, lo de la fábrica, lo de la
máquina… pero noté lo lindo de ese día. Los heridos eran pocos y eran heridas
leves, Roco estaba bien y fuera de peligro y Marcos… Marcos.. mi chofer, quien
ese día fue mi único amigo y consejero. Quien hizo que con su sonrisa mi día
cambiara… me sentí muy rara analizándolo, pero no quería negar nada… era muy
pronto, demasiado pronto para mi gusto pero…, pero no lo negué… creo que me
gusta mi chofer.
Capítulo 3
Días después…
Cuenta
Marcos:
En estos días llegaba una hermana menor de
Victoria, por lo que oí su nombre es Natacha, por lo tanto necesitarían otro
chofer, entonces ofrecí al grandote. Le dije a Victoria, mi jefa sexy, que el
grandote era un tipo de confianza, que era un hermano para mí. Sin dudar,
aceptó y me ordenó que le avisara del puesto.
Al principio Julián dudó, pero finalmente lo
convencí.
Le pregunté a Victoria si necesitaba otro
viaje, y si así era, si era muy urgente. El auto necesitaba un baño de
inmediato. Me contestó que no, añadió que quizás dentro de unas horas. De
inmediato me fui a cambiar y a lavar el auto.
Cuenta Victoria:
Estaba en mi oficina, mirando las finanzas de
la fábrica, ya había ordenado la compra de una nueva máquina y ya estaba en
funcionamiento. Roco estaba con una licencia que obligado se la hice tomar, por
suerte había salido todo de 10. Emilio golpea mi puerta, entra y me dice que
Brenda necesita ir al colegio para pedir las unidades de cada materia, ya que
las daría libres.
Me paré y fui a buscar a marcos. Llamé a
Brenda para decirle que se aprontara, iva a ir con Marcos a la fábrica , la
pasábamos a buscar y ahí al colegio… cuando de pronto lo veo… sudado, mojado,
suelto de ropa, con todos los músculos marcados y entonces… pensé… Ayy
Marcosss… quedé perpleja, poco más no muda, Brenda no entendía porque no le
contestaba, le dije que luego la llamaba…. Él estaba lavando el auto, tan
concentrado que no notó la manera en la que babeaba yo en ese momento. Sin
palabras me acerqué a él y casi tartamudeando le dije:- Eeee… Marcoss yo y
usted… tenemos que ir… ir.. ir a.. – ¿A dónde?, ¿Al Fin del Mundo?, me dice… emm
noono emm al colegio. Al colegio de Brenda, sí ahí mismo…al colegio… - Oka, me
dice. Rápidamente intento escapar para que no note que balbuceaba por él, pero
me detiene y me dice: - ¿No me quiere decir nada más?. – No Marcos, ¿Qué más le
voy a decir?.. – Nosé, quizás quería algo más Victoria, me dice, al momento que
me mira muy seductoramente. No, nada le digo, y me voy casi corriendo.
Cuenta Marcos:
En el momento en que ví que Victoria me estaba
mirando la noté como muy distraída, distraída en mí. Llego, tartamudeó, habló
con muchas pausas y lo que le dije la hizo ponerse más nerviosa. A decir verdad
en estos días me he dado cuenta que mi jefa es una persona muy fuerte y
peleadora, pero que más allá de todo es una mujer muy sensible. Una mujer hermosa
por dentro y por fuera. Es realmente la mujer perfecta, es una verdadera
lástima que tenga pareja…
No es por
celoso ni nada por el estilo, pero él es un tarado, te das cuenta a simple
vista, ojalá ella se dé cuenta. Si no haré yo que se dé cuenta de ello.
Luego de irme del trabajo llegué a mi casa y
mi madre estaba conversando con Flor, al ver a mis doncellas las abrasé y las
besé mucho. Nos quedamos conversando hora y media, mas o menos.
De repente me suena el celular, era Victoria,
atendí de inmediato:
- Marcos,
hola… ¿Cómo anda?
- Bien Victoria, ¿usted?, ¿le pasó algo?
- Marcos, sé
que es tarde, de verdad perdóneme, pero necesito que tome el auto de la fábrica
y me venga a buscar a la casa de Lorenzo. No pedí un remis porqué él me dijo
que me vaya de inmediato y a decir verdad es algo tarde y no veo ningún taxi
que pase por acá.
- Páseme la
dirección, salgo para allá. Por cierto, ¿tiene abrigo?. Está muy frío.
- Sí algo,
pero tengo frío. Igual eso no importa, le doy la dirección y lo espero.
- De inmediato
salgo para allá. Beso
En ese momento odié al turro de Lorenzo, ¿cómo
va a echar así a su novia?, de verdad es muy estúpido de no aprovechar una
mujer tan buena y hermosa como lo es Victoria.
Al llegar me bajé, le abrí la puerta y le
ofrecí una campera que llevé de más para ella. Me agradeció, y al verle la cara
se notaba que había llorado un lago.
La miré y le dije: - Discúlpeme que me meta,
pero su novio es un tremendo tarado. ¿Cómo la va a dejar afuera con este frío?,
ni la mayor pelea le da derecho a echarla así. Mire Victoria usted es una mujer
muy hermosa, por dentro y por fuera, se merece algo mejor. Algo mucho mejor.
Me miró, y sonrió. – Que hermosa sonrisa que
tiene, le dije. No me sonría muy seguido porque… ¿Porque qué..?, me dice. Por
nada, le digo y enciendo el motor.
Llegamos a la mansión, ella tomó un café,
conversamos un rato… al rato Natacha me pide que haga unas horas extras, porque
iba a salir con Brenda.
Victoria le dijo que quizás estaba muy
cansado, les dije que no. Además era mi trabajo.
Sin
más, me quedé hasta tarde haciendo horas extras en la mansión Bandi.
Capítulo 4
Cuenta Marcos:
Estaba sólo en la mansión, bastante aburrido
leyendo periódicos… de repente siento pasos. No estoy tan sólo, pensé...Camino
hacia el ruido y ahí la veo a ella. Tenía un Baby Doll lila, el pelo suelto, se
podía ver ese rubio natural y angelical… al verla le digo.. : - Ese Baby Doll
lila te queda perfecto.
Rápidamente voltea:
- Marcosss,
¿Qué hacé acá?
-Horas
extras, ¿se olvida?
- Ahh,
cierto. Que raro es esto, podría jurar que esto es un sueño..
- Epaaaa,
¿usted sueña conmigo?
- Emm, nono.
- Si, si,
sueña conmigo. Igual no se preocupe, yo sueño todas las nochescon usted, desde
el primer día en que la conocí, desde la primera noche en que la ví. La sueño
hasta despierto. Y que sueños tengo.. uff
- Si me
imagino…
Cuenta
Victoria:
En ese momento me quedé sin respiración, el me
mira y con tanta seguridad que casi me molesta. Sin darme cuenta me toma de la
cintura y me aprieta contra su cuerpo. Coloca mi mano derecha en su pecho y me
dice: ¿Lo escucha?, es mi corazoncito, late a 240 por usted. Luego coloca mi
mano en su boca y me dice: ¿siente esos labios?, se mueren por besarla y
finalmente une mi mano con la de él y dice: ¿y mis manos?, ellas se mueren por
tocar cada rincón de su cuerpo Victoria… con la respiración muy agitada, ambos
nos unimos en un beso. Un beso que era deseado por ambos, un beso que agito más
y más nuestras pulsaciones.
No podíamos parar de besarnos, no nos
importaba nada, mi mundo era él y yo era el suyo. Él tocaba mis brazos, mi
cintura, mi cuerpo en fin.. al cabo de un par de minutos noto que estamos muy
agitados.. he intento detener ese beso tan apasionado que nos volvía locos y entre
besos le digo: - No, Marcos… no. - ¿Cómo qué no?, sisi, vamos para adelante… -
Marcos
estamos en mi casa, yo tengo pareja, no podemos besarnos. – Sií, si podemos. Él
no te respeta yo lo haría cada segundo Victoria, por favor Victoria, no
neguemos el amor, no neguemos nuestro amor… -
Marcos…este
beso.. - No, no Victoria. No voy a permitir que me digas que este beso no
significó nada, yo te besé, pero vos también a mí, te uniste conmigo, éramos
uno solo contra el mundo. Estabas agitadita, no lo niegues… -Marcos yo… yo
estoy con Lorenzo.
Cuenta Marcos:
Cuando estaba a punto de agarrarla de la
cintura de nuevo suena mi celular, eran Brenda y Natacha. Cuando cortó,
Victoria ya no estaba… grité miedosa! Y me fui a buscar a las chicas. Al llegar
me invitaron a pasar pero se los negué. A decir verdad estaba algo enojado con
Victoria, entiendo su miedo. Pero no es escusa para darle la espalda al
corazón.
Cuenta Victoria:
Estaba muy asustada, ese beso había sido el
más lindo de mi vida, pero no me podía estar besando con el chofer, mucho menos
si tengo pareja.
Tengo miedo de lo que vaya a pasar de aquí en
adelante, no sé cómo reaccionará Marcos, si estará distante o muy cerca. A
decir verdad no sé cuál de las dos quiero. Si lo tengo distante lo voy a
extrañar, a él, a sus chistes, a sus abrazos, a sus palabras y sobre todo a su
hermosa sonrisa. Pero si lo tengo cerca me arriesgo mucho a sentirme más y más
atraída por él. Porque por el momento me muero de ganas de besarlo de nuevo, sé
que no puedo. Y eso es lo que me hace negar a mi corazón.
Capítulo 5
Cuenta Marcos:
No sé con qué cara mirar a Victoria hoy, lo
que sí sé es que haré hasta lo imposible para enamorarla y llevarla al Fin del
Mundo. Me levanté, desayuné con mi hermanita y con mi madre. Aunque tuvimos una
discusión porque Flor no quería terminar el secundario, ya que quería trabajar
en algo, al final decidimos que las diera libres y trabajara.
En el camino para retirar el auto a la fábrica
y en el viaje hacia la mansión pensaba en Victoria, en ese beso y en que iba
hacer. Al llegar saludé a Emilio normalmente y esperé impaciente en la sala. A
los minutos la veía bajando, ella no se dió cuenta como la miraba, al verme se
puso bastante nerviosa. Se veía hermosa como todos los días, tenía un vestido
azul, una cartera marrón clara y un peinado que hacía que resplandeciera.
Al verla le dije:- Buenos días Victoria.
¿durmió bien?, me mira, demora en contestar pero al final dice:
- Sí, muy
bien. ¿usted?.
- ¿Yoo?, como
un rey. Soñé… un montón de cosas. Caminaba sobre el agua..
- Que bien, me alegro.
Cuenta Victoria:
No sé si me quiere confundir, o simplemente
bromea… pero si me quiere confundir lo logra muy fácilmente. No puedo creer que
un hombre haga despertar tantas cosas en mí. A decir verdad nunca he sentido
nada así, ni mucho menos por un beso, ni por lo poco que lo conozco. Pero no lo
puedo negar estoy confundida con Marcos, y él me lo quiere hacer notar a cada
instante.
-Marcos
debemos de estar saliendo para la fábrica. ¿vamos?
-Por supuesto, yo voy a donde usted me diga.
El viaje se hizo bastante largo, Marcos suele
bromear, conversar o simplemente ofrecerme chicles, cosa que siempre le niego,
pero este viaje fue muy distinto, lo noté distante y eso no me gustó para nada.
Me estoy dando cuenta de que me gusta tenerlo cerca de mí, me gusta reírme con
él, y sobre todo me gusta su mirada, sus besos, y su sonrisa, esa sonrisa que
me hace enloquecer…
Al llegar él
estacionó con normalidad, bajó me abrió la puerta, yo salí caminé unos pasos, y
giré para decirle algo y romper el silencio. En ese instante chocamos de
frente, se me cayeron un par de papeles pero eso no importó, cruzamos miradas..
miradas que decían más que mil palabras.
Me agaché, él también a la vez y nos miramos
nuevamente, muda sin nada que decir, levanté mis cosas y me fui.
Al llegar a mi oficina me senté, y un tanto
alarmada llame a Angie para que me trajera un vaso de agua fría. Al parecer
estaba muy ocupada ya que quien me trajo el vaso era Marcos. Golpeó, entró y
dijo:
-Permiso.
Victoria acá el vasito de agua que le pidió a Angie.¿Se siente bien?
-Sisis Marcos gracias.
-¿Necesita
algo más?
-Necesito que
no estés distante, pienso. No nada
-Emm.
Victoria yo.. yo quería decirle que si usted quiere yo renuncio.
Lo último que quiero es que se ponga incómoda
por mi presencia, de verdad. Me consigo otro trabajo, soy mecánico va hacer
fácil. Lo último que quiero es molestarla o incomodarla. Así que tiene mi
renuncia a su disposición.
-Noo Marcos
no, yo lo necesito… como chofer, digo.
-Sisi, claro…
Bueno si no necesita nada más, me retiro con su permiso.
Chau
Cuenta
Victoria:
Me desconcierta, cada cosa que dice y hace
lo hace de tal manera que se nota de lejos su seguridad, su firmeza, su bondad.
Marcos es una excelente persona, no podemos estar tan distanciados por un beso.
Aunque haya sido mucho más que un simple beso no nos podemos permitir tratarnos
con tanta frialdad… Tengo y voy hacer algo al respecto.
Capítulo 6:
Cuenta
Victoria:
La tarde
había transcurrido con tranquilidad, yo estaba en mi oficina terminando unos
informes y firmando otros. Gracias a la cantidad de trabajo de esa tarde había
olvidado el incidente con Marcos. A él no lo había visto hasta el momento en
que llamó a mi oficina. Al entrar me preguntó si íbamos hacer algún viaje, le
dije que no, él me dijo que necesitaba irse una hora más o menos. Sin ningún
problema accedí.
Al rato llega con una mujer, una joven muy
bonita para mi mala suerte, al verlos sentí un frío que me recorrió todo el
cuerpo. Marcos hablaba con muchísima naturalidad con ella, y por lo que oí ella
se llamaba Noelia. Reían, charlaban, hasta que en un momento noté la mirada de
ella, o era su novia, lo fué o algo estaba ocurriendo. Muy molesta y quizás
algo celosa, me retiré de inmediato.
Al llegar a mi oficina me encuentro con
Lorenzo, quien me saluda con mucha frialdad y me dice:- ¿Viste los periódicos?,
no, le digo. – Miralos, me dice y se va. Llamo a Angie y le pido que me alcance
uno de ellos, llega me saluda, me los da y se retira. Al leer la tapa quedé
perpleja, el título decía: “Golosinas Bandi, una fábrica construida por
mentiras”, furiosa leí el informe del mismo y al final veo la fuente de la
noticia, Noelia Fernández. De inmediato llamo a Angie y le ordeno una cita con esa
tal Noelia, a los 15 minutos llega, era la mujer con la que Marcos hablaba! Al
verla la saludé, le ofrecí asiento y un café. Solo aceptó el asiento, al
instante comencé a preguntarle por qué hizo una acusación tan dura y fea con la
fábrica. Me dijo que su padre José Fernández, llamado comúnmente el kiosquero
Pepe, era quien había ayudado a mi padre Octavio Bandi a comenzar con la
fábrica, pero que éste lo estafó. Muy enojada le pedí que se retirara, sin
decir nada se fué. Le pedía a Brenda o Angie que me alcanzaran un vaso de agua,
quería relajarme, pero por algún motivo puse en duda lo que Noelia me había
dicho. Por lo tanto debía de hablar con Pepe.
Marcos entra sin pedir permiso, se sienta y me
dice:
- Usted y yo tenemos que hablar.
- No tenemos
nada de qué hablar.
- ¿Qué le
pesa Victoria, estaba llorando?
- ¿Y a usted
que le parece?, su novia, amiga o que se yo, está diciendo que la fábrica se
construyó de una mentira de mi padre. Octavio no fue ningún mentiroso, su novia
Marcos.. me quiere hundir.
- No, no, no
es así, Noelia nunca haría nada si no tuviera pruebas…. Ni…
- ¿Cómo
dice?, ¿pruebas?, ¿pruebas de qué?, ahh claro, ahora entiendo, usted la
defiende porque obviamente es mucho más que su amiga.
- Se
equivoca, Noelia y yo somos amigos. De todas formas eso no tiene nada que ver
con lo que usted me acusa a mí y a ella. Míreme, Noelia no es una mala persona,
a veces es terca, pero no es mala. De verdad Victoria, con todo respeto se lo
digo, si dijo algo así por algo debe de ser. Debería de averiguarlo.
- La verdad
me ofende, a mí y a la tumba de mi padre. Retírese Marcos.
- Oka, me
voy. Pero antes recuerde que le digo las cosas con toda sinceridad…
- Marcos su
amiguita me quiere hundir, ¿no lo entiende?, usted lo único que hace es
defenderla… ¿acaso usted me quiere hundir junto con ella?
- Se
equivoca, y se equivoca feo. Yo nunca haría algo que la pudiera dañar a usted,
se vé que la fábrica es muy importante, que está en su corazoncito. Cada día la
veo luchar con garras y dientes por su empresa… De verdad Victoria, yo no tengo
nada que ver con eso, y si usted quiere yo mismo convenzo a Noelia que deje
todo eso que dijo de lado…
- Perdóneme
Marcos, lo acusé de algo que no tiene nada que ver, de verdad perdón.
- No se
preocupe, no estoy enojado, ahora con su permiso voy a hablar con Noelia para
terminar con todo esto…
- No! No
vaya, no quiero que esté con ella, digo, que hable con ella…
- ¿Por qué? ¿Cómo dijo….? ¿Usted está
celosa Victoria?
Capítulo 7:
Cuenta
Victoria:
En ese
momento quise gritarle que sí, que me moría de celos, gritarle y decirle que
odiaba a Noelia, que quería saber que eran, que sentían.. pero finalmente
terminé odiándome a mi misma por lo que le dije…
- ¿Yo,
celosaa? Para nada Marcos. Usted puede hacer con su vida lo que usted quiere,
si quiere tenga todas las mujeres que quiera…
- Ok.
Luego se fue… lo hizo de una manera tan
distante que me odié aún más.
Cuenta
Marcos:
Sé que está
celosa, sé que siente algo por mí, peor lo que no sé ni entiendo es porque se
niega. ¿Es porque soy chofer?, ¿es porque quiere demasiado a Lorenzo? ¿Es
porque no me conoce?, no lo sé, no tengo la menor idea… en este momento estoy
tomando un café, pensando en mi jefa. En esa mujer que me vuelve loco sólo con
mirarme, esa mujer que ansío besar y tocar, esa mujer que me besó con tanta
pasión que casi ni duermo.
Recibo el llamado de mi hermosa jefa. Quiero
estar distante, quiere que me extrañe, me anhele pero no puedo. Me sale unos 5
segundos pero enseguida la trato con todo el amor posible. Entro y ahí está,
sentada, trabajando. Estaba realmente hermosa, tenía una blusa blanca con un
chaleco negro encima. Se había cambiado al parecer, lo noté en cuestión de
segundos ya que todos los días la observo con más atención que el día anterior.
Al verme quedó exaltada, le pregunte que
necesitaba y me dijo que en 15 minutos debíamos de salir. Le sonreí y le
contesté:
- A la orden
Victoria. ¿A dónde la llevo…? ¿Vamos al Fin del Mundo?...
- Marcos…
- Antes que
me diga que no quiero decirle que el Fin del Mundo es un lugar mágico, un lugar
donde dos almas se vuelen una, un lugar donde la ansió llevar desde el primer
día… anímese.
- Marcos...
yo…
- Oka, no insisto
más. Discúlpame Victoria, perdón, discúlpeme Victoria. Chau.
Me retiré y fui directo a algún lugar donde
podría estar solo, pensar, debía de pensar muchísimo. Al rato me doy cuenta de
que Victoria me había dicho que en 15 salíamos, ya estaba pasado de hora y salí
de inmediato de la oficina libre en donde estaba. De repente me tropiezo con la
mujer más hermosa del mundo, sí, ella. Victoria, estábamos tan cerca que casi
sentía su corazón latir. Enseguida le dije:
- Victoria.
¿La abollé?, ¿la lastimé …? Digo..
- Nono,
perdóneme usted Marcos. ¿Salimos?
- ¿Me está
invitando a salir?
- No Marcos, tengo que ir a entregar unos
informes,,
- Ahhh. Cierto. Igual si quiere salir yo la
invito.
- No Marcos.
- ¿Por qué
no? Anímese.
- Marcos yo
estoy con Lorenzo… además usted es mi chofer…
- Oka que
lástima, si usted prefiere a Lorenzo, bien. Igual podríamos almorzar como
amigos o como jefa y chofer. ¿Qué me dice?
- Oka
- Ayyyyyyy,
oká que lindo.
- Marcos…
- ¿Qué..?
- ¿Vamos?
- A sisi.
Tengo el tanque lleno Victoria. ¿Está lista?
- Si Marcos, lista.
- Oka.
En el viaje hacia la mansión ella estaba muy
callada, para romper el silencio le dije: --
- Recuerde que tiene un almuerzo pendiente
conmigo. Si no su chofer se va a disgustar con usted. ¿No quiere eso verdad?
- Es lo último que quiero Marcos…Por favor
detenga el auto Marcos, míreme… yo a usted lo quiero, lo quiero más de lo que
quisiera… tanto que me siento muy confundida…
Capítulo 8
-¿Cómo dijo
Victoria? ¿Usted está confundida conmigo..?
-No nada
Marcos, olvídese de lo que dije y vámonos.
-Pero…
-Pero nada
Marcos, vámonos.
Cuenta Victoria:
Evadí como pude el tema, Marcos estaba muy
desconcertado nunca creyó que
le diría algo así. Lo que quedaba del viaje se
hizo eterno, ni yo ni
Marcos emitimos palabra alguna. Al llegar le
dije que tenía el resto del
día libre, él pasó a la cocina a beber jugo y
yo a la sala...
Finalmente para concretar la manzana de mi
postre Lorenzo me esperaba en
el living. Fui a darle un beso en la mejilla,
pero él me corrió y me
beso en la boca. Luego me tomo de la cintura,
me pidió perdón y me
volvió a besar.
En ese instante llega Marcos, nos vió y cambió
la cara de inmediato,
borró su hermosa sonrisa por una cara triste y
silenciosa. Noté con
claridad lo incómodo de la situación, me solté
de Lorenzo pero éste me
volvió a tomar… me mira y me dice ¿te da
vergüenza que te bese delante
del chofer?, callada lo mire, me solté
nuevamente y me dirigí hacia
Marcos, quien fríamente me detuvo con un adiós
Victoria, voy a revisar
el auto y si esta todo en orden me retiro.
Hasta más tarde… dicho eso se
esfumó.
Miré a Lorenzo y le dije:
- No es necesario que hagas escenas.
-¿te gusta el
chofer verdad?
-Lorenzo por
favor no me compliques más el día.
-A mí no me
jodés Victoria, te morís por el chofer.
-¿Y si es
así… qué…?
-Fácil me
dejas…
-¿Sabés qué
tenés razón? Olvidemos esto, lo nuestro. Se acabó Lorenzo.
Chau.
-¿Me estás
echando?
-No, pero
sino accedes a irte en este preciso instante, lo haré.
-Chau Victoria.
Luego de la fuerte discusión con mi ex – novio
le ordené a Emilio un
café, estaba muy relajada hasta que me dí
cuenta de que me había
olvidado de un trámite importantísimo. Apurada
le pregunte a Emilio si
Marcos ya se había ido, para mi alivio no. Me
dirigí al cuarto de
empleados.
Abrí la puerta y ahí lo veo... pero sin ropa!
Marcos se estaba bañando!
Estaba completamente desnudo y yo quedé
perpleja observándolo. Lo vi de
ambos lados, es decir lo ví completamente
desnudo, él al verme quedó
mas impresionado que yo. Por un par de
segundos nos miramos sin nada
que decir cuando de repente él me dice:
-Victoria!!
Perdóneme debí de haber cerrado la puerta.
-Emm, Marcos
tenemos que…. Tenemos… tenemos que salir.
-Eee. Sisis, ya estoy Victoria, un segundito.
Cerré la puerta y salí. A los 5 minutos de lo
ocurrido lo ví nuevamente,
esta vez con ropa. Se acercó y me dijo: -
Perdóneme, debí de haber
cerrado la puerta con llave, o de haberle
avisado. Me siento muy
avergonzado. Lo miré y dije: - Fue error mío también,
debí de haber
golpeado y…., me interrumpió y dijo: - Bueno,
cerremos el incidente,
dicho eso me miró y rió con naturalidad.
Luego de llevar los papeles le ordené que me
llevara de vuelta a la
mansión y le di el resto del día libre, conforme
me saludó, deseó dulces
sueños y se retiró sin más. En el momento en
que me dijo: - Dulces sueños
Victoria, pensé, dulces sueños será con usted
Marcos. En ese instante
caí en un abismo, me dí cuenta de que ya había
terminado con Lorenzo y
que quería estar con mi chofer. Ambos nos
deseábamos con simplemente
mirarnos. Finalmente quise despejar la mente y
tomé un baño caliente,
cené y me dirigí hacia la cama.
Me desperté antes de que sonara mi
despertador, como ya era casi la hora
decidí levantarme. Me duché, desayuné y Emilio
me hizo unos de esos
peinados que tan bien le salen, hoy había
optado por un recogido en mi
cabello.
Subí a mi cuarto para retocarme el maquillaje
y al bajar por las
escaleras me topé con él. Estaba mirándome,
embobado por completo al
igual que yo. Me observó por unos segundos, se
mordió el labio inferior y
me dijo:
- Buenos días
Victoria ¿Cómo durmió?, déjeme decirle que yo como un
angelito.
- Muy bien,
gracias Marcos…
Por dentro
pensé… soñé con usted.
Luego le dije que en 15 minutos salíamos hacia
la fábrica, al salir me
miró y dijo:
- ¿Sexta a
fondo?
- ¿Cómo
Marcos…?
Nada, yo me
entiendo… Vamos Victoria.
Salimos, pero a los 10 minutos le ordené que
parase, tenía que desahogar todo lo que tenía adentro, tenía que pedirle que me
besara, tenía que contarle como me siento. Nunca soportaría la idea de que esté
con otra, que bese a otra ni que mucho menos esa otra sea Noelia. Necesitaba contarle
que ya no estoy con Lorenzo y que no me importa nada, necesitaba contarle que
quiero empezar una relación con él.
Capítulo 9
Él estacionó el auto, me miro por el espejo
retrovisor y dijo: - Usted dirá. Lo miré, suspire y dije: -Emm, nada Marcos.
Siga nomás. Me miro, se desabrochó el cinturón de seguridad, abrió la puerta
para salir y la otra para entrar, se sentó a mi lado en la parte trasera del
auto y dijo:
-Sé lo que me
quiere decir. No lo niegue, usted quiere decirme que quiere que estemos juntos.
De una buena vez Victoria, anímese por favor!
Estaba poco más que temblando, mi cerebro y mi
cuerpo no se coordinaban, hice un silencio de unos 10 segundos pero al final
dije:
- Sí Marcos…
es verdad, me moría por decírselo. Me moría por decirle que quiero estar con
usted, que siento celos de Noelia y que cada día usted me atrae más.
- Entonces…
- Entonces
béseme Marcos, béseme de una vez.
En ese momento me tiré arriba de él como una
leona, coloqué mis manos sobre su cara mientras él me presionaba la cintura,
nos besábamos de tal manera que cada segundo de ese beso hacia que nuestras
pulsaciones se duplicaran. Nuestras bocas se hacían una sola, él acariciaba mi
espalda y cintura, yo por mi parte solo me dediqué a saciar mis ganas en ese
beso, él un tanto emocionado también. Estuvimos hundidos en ese beso hasta que
yo paré, quería seguir besándolo pero si lo permitía terminaríamos en un error
a plena luz del día y en la calle. De a poco fui parando, él no quería
detenerse, le dije:
-Marcos…mmm…
paremos...paremos.
- No, no, no
paremos más. Yo no puedo más Victoria… de enserio le digo.. no puedo más, vamos
sexta a fondo, vamos.. Vamos.
- Marcos
estamos...estamos en la calle…
- Tamo en la
calle, ¿qué pasa?, ¿Qué pasa?
- Yo también
quiero seguir besándolo…
-Béseme
entonces, venga, venga…
- No es que
debemos de irnos Marcos, además estamos en la calle… nos van a ver y nos van a
multar por exhibición obscena en la vía pública.
- Noo, noo.
Ponemos cortinitas igual…
-No Marcos,
no tengo cortinitas...o vamos.
- Oka vamos,
pero antes deme un piquito…
En ese
momento le di un beso, pretendía que fuera cortó pero él hizo que sea dulce y
duradero. Al terminar me dijo:
-Ahhh, que
leendo! Qué lindo beso ahh!
- ¿Vamos?
- Sí, vamos.
Sexta a fondo!!
De ahí nos dirigimos a la empresa, terminé un
par de informes y seguí con mi trabajo. Le ordené a Angie un café, al golpear
mi puerta quien venía con ese café era Marcos, entra y me dice:
-Hola
hermosa, le traje el café y con poca azúcar como a usted le gusta.
- Gracias
Marcos…
Dicho eso le
sonreí e invité a sentar… de inmediato sacó el tema de nosotros, me preguntó
que iba hacer yo, él me dijo que no me apresurara que por mí podía esperar una
vida entera, pero necesitaba saber algo… Le dije que sí, que quería estar con
él y que no iba a ser necesario esperarme ya era una decisión tomada. Muy
eufórico se dirigió hacia mí, me agarró la mano y me hizo parar, me abrazo y me
susurró al oído: - Gracias por darme esta chance, le juro que no se
arrepentirá. Sonrió y me besó. Muy delicadamente colocó sus labios sobre los
míos, me tomó de la cintura y continuó besándome… hasta que de repente golpean
mi oficina, rápidamente se separa de mí y yo ordeno que pase. Era Lorenzo,
entra y se dirige a Marcos y le dice: - Vos no vas a terminar mi relación con
Victoria. Andate inútil! De inmediato le dije: - No vos te vas Lorenzo! Andate,
andate ya!! Me mira, se dirige a mi rabioso y me dice: - ¿A sique me vas a
dejar por este bueno para nada?, sos una estúpida!!. ¿No ves que es un
mujeriego?, sólo te quiere llevar a la cama Victoria! En ese momento Marcos lo
tomo del brazo, lo dio contra la pared y le dice: - ¿Qué carajo te pasa?, no la
oíste andate infeliz, andate!!. Muy perturbado se retira.
Me
asusté mucho de Lorenzo, tanto que me fue inevitable dejar caer lágrimas de mis
ojos. Marcos lo notó, me abraza y dice:- Todo lo que dijo es mentira, yo nunca
te usaría como juguete, yo te quiero de verdad Victoria. Te quiero tanto que lo
que más deseo es estar con vos Hasta el Fin del Mundo.
Capítulo 10
Cuenta Victoria:
Sabía perfectamente que todo lo que Lorenzo dijo
eran mentiras, sé que Marcos es un churro y que por eso muchas lo miran con
deseo pero para mí muy buena suerte él me quiere sólo a mí.
En ese instante noté que sus brazos me hacían
sentir segura y protegida. Fueron 15 segundos de paz abrazando a Marcos. Él me
tomó la mano, la entrelazó con la suya y dijo:- Yo voy a estar siempre a tu
lado, por sobre todas las cosas y por sobre todos siempre lo haré. Quizás no me
lo permitas, ahí es cuando más lo haré. Noté la sinceridad y claridad de su
mirada, su rostro dibujaba tranquilidad y paz, esa tranquilidad y esa paz que
tanto anhelaba, en ese momento alcé mi cabeza y besé sus labios con delicadeza,
él respondió tranquilamente y luego volvió a refugiarme en sus brazos. Ese
abrazó duró más tiempo del esperado, pero no me molestaba ya que cada segundo
en él hacía que mis revoluciones disminuyeran y mi tranquilidad aumentara.
Marcos me miró y dijo:
-Deberías de
descansar.
-Sí. ¿Vamos a
la mansión?
- Vamos.
Al llegar al auto Marcos me abrió la puerta
trasera, a decir verdad quería ir adelante con él pero si no sería muy obvio lo
nuestro. Además, no sé porque motivo, pero, a él le gusta mucho que yo vaya
atrás. Así que accedí sin reprochar. En el viaje Marcos me habló mucho de su
familia, me dijo que quería presentármela, a Flor ya la conocía, llevaba un par
de días trabajando en la fábrica, pero a Isabel, su mamá aún no. Cuando Marcos
me contó que su papá los abandonó y que fue él quien llevo a flote la familia
vi en sus ojos la tristeza por el abandono de su padre, pero también vi en
ellos la fortaleza de ese hombre.
En ese instante me enamoré aún más de él.
Cuando llegamos me acompañó hasta la sala,
subí a mí habitación a cambiarme y noté que no había nadie, al notarlo él
preguntó si me podía acompañar hasta mi habitación, sin más accedí. En la
puerta miró hacia ambos lados y me besó, fue un beso dulce, tierno y cálido,
bastante corto, pero eso se debió a la situación. Luego me miró y dijo:
- Duerma un
rato, una siestita al menos. Le vendría muy bien. Cualquier cosa me llama…
recuerde que lo puede hacer como mi jefa o como…
- Más que su
jefa, -añadí-
Sonrió y
dijo: -Por cierto… ese Baby Doll le queda muy sexy, por favor tome distancia
porque no respondo de mis actos Victoria.
Me ayudó a recostarme, me miró y nuevamente me
besó, lo hizo muy intensamente, obviamente respondí muy feliz, finalmente hizo
una pausa en el beso y dijo:
-Me muero de
ganas de llevarte al Fin del Mundo ¿sabías?
-Sí, lo noté
desde que llegamos a la puerta.
- Sé que
estás cansada, puedo esperar hermosa, que descanses. Te quiero mucho.
- Yo también
Marcos. Chau.
- Antes
quiero otro beso…
Y así fue, él se sentó a mi lado, colocó
una de sus manos en mi cintura y otra en mi rostro, y nos unimos en un profundo
beso, un beso que cada vez se iba convirtiendo en uno muy apasionado. Marcos no
podía detenerse, ni yo tampoco, por lo tanto seguimos besándonos hasta que…
Capítulo 11
Cuenta Victoria:
… Hasta que
Marcos dijo:
-Paremos Victoria, sino se complica.
- Tenés
razón, si, mejor.
-Después
tendré tiempo de llevarte al Fin del Mundo hermosa.
- Claro que
sí.
- Chau mi reina.
Dicho esto me dió un piquito, besó la frente y
se retiró.
Al despertar noté que eran las 19hs
aproximadamente, al minuto recibo un llamado de un accionista, me estaba
pidiendo unos papeles con urgencia. Me levanté, peiné, me puse una camisa gris
y unos pantalones negros. Llamé a mi chofer y le dije:
-Hola Marcos
- Hola
Bonita, ¿durmió bien?
- Sisi, soñé
con usted…
- ¿A si?,
¿Soñó que la besaba Victoria?
- Si, pero le
cuento luego…
-Oka, sisi
-Ahora
necesito que levante el coche y venga de inmediato, tengo que dejarle unos
informes a un accionista. Venga como está vestido, no importa que ande sin
traje.
- Oka, le voy! Te mando un beso hermosa!
- Otro.
Como un correcaminos llego a los 15 minutos de
mi llamada, no me saludó porque estaba Emilio, Brenda, Natacha y mi madre al
lado nuestro. Llegó y dijo:
-Buenas a
todos. Les pido disculpas que ande sin traje pero Victoria me pidió que viniera
de urgencia…
Todos
asintieron mientras yo lo miraba, Emilio notó mi mirada y dijo:
-Emmm, Vicu…
¿demorarás mucho?, y me guiñó sin que nadie lo notase, solo yo y Marcos.
- No Emilio.
Tranquilo. Bueno hasta luego.. Dicho eso nos dirigimos hacia afuera. Al salir
él miró hacia los lado y me dijo:
-¿Emilito sabe
lo nuestro?
-Yo no le
dije nada Marcos. Pero sospecha, es obvio. ¿Usted le contó a alguien?
- No, cuando
usted me lo diga lo haré linda.
- Oka….. –
hice una pausa y añadí- ¿NI A NOELIA?
-Shhhh,
Victoria. No ni a Noelia…
- ¿Cómo?,
entonces de seguro anda atrás tuyo…
- No
Victoria, tranquila si intenta algo la voy a frenar…
-Está bien,
igual la voy a estar vigilando…
- No te
pongas celositaaa porque…
- ¿Por qué
qué…?
- Porque me
tiro encimaaa…. Ahh.. Vamos antes de que me ponga loquito. Vamos
Llegamos a mi oficina, busqué los papeles de
inmediato, se los alcancé a Angie y le ordené que se los mandara al accionista
apurado. Me siento en mi cómoda silla y noto que tengo bastante trabajo
atrasado, le dije a Marcos que quizás demoraría, él insistió en esperarme.
Comencé con mi trabajo y al rato noto que Marcos me observaba muy
detenidamente, nota que lo ví y dice:
-Está tan
concentrada trabajando, y yo tan concentrado observándola que el tiempo está
detenido en este preciso instante, solo para los dos.
-Ayyy Marcos,
no me diga eso…. Me distrae.
-Es hermosa
Victoria, es la mujer más hermosa del mundo…
Me paré,
dirigí hacia él y le dije:
-Vaya a tomar
un café Marcos, si me distrae no termino más.
-Oka, me voy
pero antes deme un besito, uno sólo…
Me coloco muy
cerca de sus labios y le digo:
-Acá no…
-Ayyyy dios,
como me tienta… uno solitoo..
Me dirijo hacia la puerta, embobecido por lo
que hice él hace lo mismo, me toma de los brazos y cintura y dice:
-Unooo solito
- No Marcos,
nos pueden ver… de verdad… no me la haga más difícil.
-Oka, pero me
debes como tres besos, adiós hermosa.
- Luego te recompensaré con más de tres..
Capítulo 12
Nota de la Autora:
De aquí en más el 90% de los relatos serán de Victoria, diría que todos…-
Cuenta
Victoria:
Ese día había sido bastante largo, y algo
complicado, por suerte Marcos estaba ahí para acompañarme y ayudarme a
amortiguar bien los balazos. La verdad me desconcertó lo que dijo Lorenzo,
nunca lo había visto así, al parecer sabe como cambiar la personalidad, sólo
que en ese momento explotó y no supo controlarse. Noté entonces lo que Emilio
me había dicho hace tiempo ya. Noté como me ha sabido mentir hasta ahora, ha
sabido manejar la careta de buen novio, fiel y honesto. A decir verdad
desconfío de que no haya tenido una aventura mientras estaba conmigo.
Ya eran las 21:30hs, lo único que quería era
llegar a mi casa, cerrar el trabajo por hoy, ducharme 0 y descansar. Le ordené
a Marcos que se retirara, yo me iba en un remis, insistió en quedarse pero se
lo negué. Hecho esto cerró la puerta, me tomó de la cintura y me besó.
Estábamos completamente perdidos en ese beso hasta que ciento pasos, de
inmediato él se retira me tira un beso en el aire y dice: -Chau hermosa. Dulces
sueños.
Sonrío y le tiro un beso. A la media hora de
lo ocurrido llamo un remis y me voy a la mansión. A decir verdad me queda
bastante lejos. Estoy pensando en mudarme al barrio, estando más cerca de mi
fábrica la podré controlar mejor, además Marcos vive por acá cerca, sería otra
ventaja.
Al llegar no hago ruido ninguno, ya que por la
hora debían de estar todos o casi todos en la cama. Sentado en el sofá del
living me estaba mirando, tenía una copa de vino la cual bailaba al compás de
su mano. Me mira y dice:
-Vos a mí no
me engañás….
- ¿De qué
hablás? –hizo una pausa y añadió-
- Vicuu por dios…
- ¿Qué
Emilio…? – guiñó un ojo, y me susurró-
- Vos tenes algo con el chofer…. No me mientas
nena..
-¿De que
hablas?.. no nada que ver.
- Los vi Vicu.
- ¿Qué …
cuando?
- Hoy, cuando
te acostaste él te acompañó hasta tu cuarto… sin querer se me pegó la oreja a
la puerta y oí besitos… después me retiré para que tuvieran privacidad…
- Emilio!!!
- Perdoname
se me hizo inevitable. Al igual que vos…
- ¿Se me hizo
inevitable que cosa?
- El morocho,
decime la verdad, es un bombonaso… además es tan tierno Vicu, te felicito, te
sacaste la lotería!!
- Shh, hablá
bajito, no quiero que nadie lo sepa hasta dentro de un tiempo- ¿Por qué nadie
lo sabe verdad?
- No, claro
que no. Yo lo sé porque sospeché, además mi sexto sentido me dijo que había un
flechazo en vos, y que no era con Lorenzo.
- Ayyyyy
Emilio. Bueno te suplico que no digas anda, a nadie, solo vos y tu conciencia.
¿Quedó claro?
- Si nena,
obvio. Pero con una condición…
- Emilio...
haber ¿Qué condición?
- Contame
todo con lujo de detalle… pero antes contestame una pregunta… ¿Cómo es el
morocho en la cama…?
- Emilio!!!
Por dios!!
- Bueno nena,
quiero saber…. Dale, dale decime…
- Aún no ha
pasado nada…
- Mmmm, AÚN.
- Bueno, me
voy a decansar…
- No
señorita, contame todooo…
Y así fue, estuvimos casi una hora
hablando. Le conté todo, tal cual. Últimamente Emilio es más mi amigo que
Angie, lamento eso, pero es así. Finalmente muy cansada tome un baño y me
acosté a soñar con Marcos.
Capítulo 13
Cuenta Victoria:
Me recosté en mi cama y cerré los ojos… a los
5 segundos suena mi celular.. sin ganas ni de contestar observo quien me estaba
llamando, era él, eufórica atendí de inmediato, hizo una pausa y dijo:
-Buenas
noches hermosa. ¿Dormía?
- No Marcos. Buenas noches hermoso.
- Llamaba
para desearle buenas noches… sueñe con los angelitos Victoria. Dulces sueños
linda… Marcossss ¿vas a comer? –grito de detrás-, voyyy.
- ¿Quién lo
llama Marcos?
- Ahh, es Noe, mi vieja y mi hermana la
invitaron a comer y dormir.
-¿Cómo
dijo?
- Tranquila no va adormir conmigo si es lo que
piensa. Duerme en la pieza de mi hermana, no se me ponga celosita.
- ¿Es una
broma Marcos…? ¿Su ex – novia se va a quedar a dormir en su casa?
- No, no es broma, no se enoje. Noe es mi
amiga. Yo estoy con usted Victoria. Tranquila linda.
-Adiós
Marcos.
-Vic….!
- Fin del
llamado –
¿Noelia en
casa de Marcos? ¿Cómo….? Quizás estaba dejándome llevar demasiado por mi
cabeza, debería de confiar más en él pero no puedo evitar que me moleste que
ella esté en el medio, porque es así, aunque él no lo acepte, es así.
El asunto me trabajó más de media hora,
finalmente me dormí.
A la mañana siguiente me había despertado
Emilio, al parecer oyó mi conversación con Marcos y hablamos del tema, él me
hizo dar cuenta de un par de cosas que, por terca, no aceptaba.
Me arreglé, retoqué el maquillaje y bajé. No
vi a Marcos en la sala, me escabullí hacia la cocina y tampoco. Quizás se había
enojado y no quiso venir a verme… tomaré un remis.
Nuevamente me equivoqué, él estaba afuera
junto al auto, perfecto con su traje y su piel morena. Esa corbata roja que
traía hacía resaltar más su hermoso color de piel. De lejos me miró, observó mi
vestimenta y se mordió el labio inferior, sube la mirada y me mira fijo a los
ojos, me acerco y antes de que pueda emitir alguna palabra me dice:
-Buenos
días hermosa. ¿Durmió bien?
-Buenos
días Marcos. Sí, perfecta…
Mi
contestación había sido algo distante con respecto a la de él, no podía dejar
de darle importancia el hecho de que él había sido novio de Noelia, y que
ahora, justo ahora ella se estaba acercando a mi morocho…
En ese
instante mira mi pecho, sube a mis ojos y dice:
-¿Sigue
celosita?
-Es una
situación que me supera Marcos, fíjese que…
Y antes de
que pueda terminar la frase me toma de la mano, da una media vuelta se coloca
atrás mío y me susurra:
-Soy todo
suyo Victoria, TODO. De los pies hasta el último pelo de mi cabeza… mire
sienta…
Coloca mi
mano derecha en su pecho a la altura de su corazón y añade:
-¿Lo
siente? Late por usted Victoria. Solo por usted. Ahhhhh, que bonito es decir
que soy sólo de usted..
- Marcos
estamos… estamos … estamos en mi casa…
Estaba muy
exaltada, agitada y un tanto asustada, temía que nos vieran así, tan pegados. A
él no le importó nada, me dio la vuelta, y cara a cara me dijo:
-No se
niegue más, déjeme amarla como lo sueño cada noche, desde el primer día en que
la vi. Déjeme hacerla mía una y un millón de veces… confíe, confíe en lo que
siente, confíe en su corazón, él no la va defraudar y yo tampoco, se lo puedo
jurar… Usted tiene miedo y créame, la entiendo, pero no le teme al amor, le
teme a quien se lo da, a quien se entrega, le teme a que esa persona la
lastime… y esa persona no soy yo. Yo la voy a enamorar, y nunca a defraudar…
Luego que
me dijo eso quedé completamente flechada, cada palabra, cada acento y cada
estrofa lo decía con el corazón abierto. Yo no podía romperle esa ilusión,
debía de darle oportunidad, porque…. No existe nada más frágil que un corazón
abierto.
Capítulo
14:
Cuenta Victoria:
Al oír eso lo iba a besar, hasta que él se me
adelantó. Sabía que estábamos en el patio de mi casa, sabía que nos podían ver,
pero no me importó nada en ese momento. Marcos me tomó de la cara, unió sus
labios con los míos. Luego yo tomé su cara y él me presionó hacia él tomándome
de la cintura y de la espalda. En el instante que sentí mis labios con los
suyos noté en mí un sentimiento hermoso, algo que me llenaba el alma, algo que
solo él me hacía sentir.
Nos perdimos en ese beso, yo tomé su cara con
fuerza, él mi espalda y asi estuvimos un rato bastante largo para estar en el
patio de mi casa besando a mi chofer.
Cuando estaba a punto de detener ese
apasionado beso él me giró y se inclinó, haciendo más mágico aún nuestro
momento. Sentí la presencia de alguien, por esto le hice una seña de que
paremos y lo hizo. Miro hacia atrás y no veo nada, quizás alguien nos había
visto pero no se quiso mostrar. Luego de esto Marcos me intenta tomar de nuevo,
pero lo freno y le digo:
-Yo también
me muero de ganas de seguir besándolo, pero acá no Marcos.
-Oka,
listo. ¿A dónde la llevo… hermosa –susurra-?
- A la
fábrica... le sonrío y miro seductoramente, él se muerde el labio y dice:
-Ayyyyyy
dios como me pone Victoria, me quedo loquito… ahh MAMADERAAA!
-Marcos no grites, no van a oír.
-Perdóneme.
Entramos al auto y salimos hacia la fábrica,
en el camino me preguntó si esto de tener chofer era una moda, algo formal o el
hecho de que no supiera manejar. Le contesté la verdad, no sé ni tengo idea
como se maneja, eufórico se ofrece a enseñarme, no muy convencida le digo que
quizás más adelante.
Al llegar notamos que Lorenzo nos observaba
desde afuera, le pedí a Marcos que fuera lo más distante posible para no
despertar ni la más mínima sospecha. Correctamente lo hizo. Al llegar a mi
oficina se lo agradecí, me disculpé con él por hacerle pasar estas incómodas
situaciones y de paso aproveché y le dije:
-Marcos,
quiero disculparme por lo de hoy, y lo de ayer. Quiero decir… por lo de Noelia,
yo le creo, sé que usted es una persona muy sincera, honesta y fiel, pero más
allá no deja de molestarme que ella esté cerca suyo. Le pido perdón porque
usted es la última persona de esta tierra que se merece esto. No merece que
desconfíen de usted.
-Victoria,
no estoy enojado. Entiendo bien su situación. Tampoco le voy a negar que me
molesta la presencia de Lorenzo, ni mucho menos que no sepa que está conmigo, o
lo que sea. Se lo digo no para hacerla sentir mal, ni mucho menos, sólo para
que sepa que a mí también me molesta.
-No sabía
que sentía celosa de Lorenzo, yo ya no estoy con él, por lo tanto no siento
nada.
-Lo sé,
pero hace un mes lo sentía. Eso es lo preocupante.
-Marcos yo…
-Acepto sus
disculpas, nuevamente me demuestra lo excelente persona que es.
Dicho eso me acerqué a él y lo besé. Luego de
olvidarnos del mundo por 30 segundos me abrazó, me miró de frente y dijo:
-Estas son las simples cosas de la vida que te
hacen feliz. Usted me hace muy feliz Victoria. La quiero mucho.
-Yo también
lo quiero Marcos…
Le sonreí,
él hizo lo mismo y se despidió para marcharse.
Quería adelantar trabajo, así mañana podía
tener un día tranquilo o al menos un tanto relajado para lo que había sido mi
semana… Por suerte lo logré, hice algunos llamados adelantados y termine un par
de informes. Además de que disgusté un par de bombones, Roco se había
reintegrado con todas las energías, al parecer pensó las recetas mientras
descansaba en su hogar.
Ya eran las 18:30, golpean mi puerta, ordeno
que pase…. Era él. Entró despacio, y sonriendo…. Al verlo y notar su hermosa
sonrisa olvidé mi mundo, olvidé los chocolates, el trabajo, los problemas, en
fin, todo. De lejos me mira y dice:
-No existe
ropa que no le quede perfecta, cada día me trae más loquito jefa.
-Marcos….
Acá no, nos pueden oír.
-Perdóneme
cierto, además de piropearla vine a invitarla a mi casa, esta noche es el
cumpleaños de mi hermana Flor y me gustaría que fuera.
-Marcos…
-Por favor,
piénselo. Y recuerde que me debe una salida. Adiós jefa.
Se
retiró y de inmediato pensaba si ir o no. Sinceramente sería raro, no conozco a
Isabel, la mamá, y a Flor más o menos. Al cabo de 15 minutos lo decidí. Dejé de
pensar en mí. Lo llamé y le acepté la invitación. Me convencí porque sería
bueno conocer a Isabel, y a la gente del barrio, y a Pepe, el famoso kioskero
del barrio, pensaba en mudarme allí, conocer más gente de mi futura casa
vendría como anillo al dedo, además de Marcos. En el momento que me lo pidió
noté esa necesidad de compañía, no se lo podía negar. No esta vez.
Capítulo
15:
Cuenta Victoria:
Le envié un mensaje a Marcos confirmando mi
decisión, muy emocionado me llama y dice:
-Te
decidiste. Gracias, sé que es difícil para usted, pero recuerde que yo voy a
estar a su lado Victoria.
-Lo sé
Marcos, eso fue lo que más me incetivó. Además nosé si le comenté pero estoy
pensando en mudarme para el barrio. Comprar una casa chiquita, simple.
- ¿Encerio?
Buenísimo Victoria, se imagina… estaríamos cerquita
- Si, sería
bueno que conociera más gente del barrio. Además voy a poder conocer su
familia.
-Muchísimas
gracias… Emm Victoria..
-¿Qué
Marcos?
-¿Está
sola?
-Sí ¿por
qué?
-Para
decirle que cuando la vea no se va a librar de muchos besos, que la extraño
mucho y que necesito verla ya.
- Ayyy
Marcos…
- Ayyyy
Victoria… Bueno, dígame donde nos encontramos o como hacemos. ¿Usted viene o la
voy a buscar?
-Yo voy,
tengo la dirección de su casa.
En ese instante entra Lorenzo por eso le digo:
-Emm lo tengo que dejar hablaremos luego. Un
beso.
-Adiós
hermosa.
Luego pido un remis y me voy a la mansión.
Llegué, me duché, y me puse a pensar. A decir verdad tenía miedo de no caerle
bien a la familia de Marcos, somos de dos mundos distintos pero ojalá salga
todo bien.
Me puse una camisa rosa y unos jeans. Me dirigía
a la sala y ahí estaban, Brenda, Natacha, mi madre y Emilio, al verme me
preguntan hacia donde me dirigía. Le dije a mi familia que iba a comer a un
restaurante sola, que quería salir. Hecho eso pedí un remis y me fui a casa de
Marcos.
Con todo el miedo del mundo golpeo. Me atiende
él, me mira y me dice que estaba muy linda como siempre, luego me invita a
pasar. Me presenta a su madre y a gran parte del barrio, entre ellos el kiokero
Pepe Fernández, el padre de Noelia. Flor se acerca, le deseo feliz cumpleaños y
le doy una blusa que le había comprado en el camino.
Me agradece emocionada, me abraza y e invita a
comer algo. Marcos me agradece que haya venido y me invita a bailar, estaba un
poco insegura y nerviosa. Él me toma de la cintura y comenzamos a bailar lento.
Estaba algo exaltada por la situación pero decidí no darle importancia, pero él
lo nota me intenta tranquilizar y para demostrarle que lo logró le sonrío con
muchas ganas. De pronto se acerca muy despacio y me dice:
-Nunca
había sentido tanta necesidad de besar a una mujer.
-Marcos…
-Tranquila,
me aguanto, pero no más de 20 minutos.
Y así fue, a los 20 minutos me dijo que me
quería besar, me dijo que necesitaba sentirme, yo no le iba a negar, también
necesitaba besarlo. Pasamos a su habitación, me mostró sus cuadros, trofeos y
unos cds que tenia junto a la cama… luego de esto me toma por la cintura y
dice:
-Me muero
de ganas de llevarla al Fin del Mundo, hacerla mía como lo sueño desde que la
conocí. Pero hoy me conformo con unos besitos.
Lo miré a los ojos, luego miré sus labios, él
hizo lo mismo y cuando estábamos a punto de besarnos alguien golpea. Nos
separamos de inmediato, Marcos abre y era ella. Noelia nos había interrumpido.
Marcos se retira y me invita a ir con él, se lo niego y le digo que es algo
tarde, que estaba cansada y que me iba a ir. Saludo a Flor, Isabel y me marcho
de inmediato, bastante molesta para ser sincera. Parada en la calle esperando
un taxi siento una presencia cerca, era él.Marcos me había abrazado desde atrás
y me dice:
-Así no te
vas. Ni celosita ni sin besarme.
-Marcos no estoy celosa.
En ese momento me toma de la cintura muy
fuerte, y me besa muy apasionadamente, al principio no le correspondí el beso
pero luego me dejé llevar. Yo lo abrazaba muy fuerte, no quería soltarlo, y él
lo mismo. De a poco nos fuimos deteniendo del beso, él depositaba pequeños
besos en mi boca y aún abrazados me dice:
-La quiero
demasiado, nunca me arriesgaría a perderla. No sienta celos, sueño con usted no
con ella.
Lo miro y beso nuevamente. Luego me dice que
quizás debería de buscarme otro chofer, o que Julián hiciera más horas, ya que
estaba por abrir un taller.
Al oír
esto me di cuenta que es necesario blanquear todo, no estamos haciendo nada
ilegal. Yo necesitaba verlo, y no sería a escondidas ni mucho menos como si
fuera en la clandestinidad, sino a plena luz del día y en presencia de todos,
incluyendo a Lorenzo y Noelia. Marcos necesitaba que estuviéramos juntos, sin
secretos ni mucho menos a escondidas.
Capítulo
16:
Cuenta Victoria:
Le dije que no se preocupara, lo besé
nuevamente y tomé un taxi. Legué a la mansión y allí me esperaba, Emilio estaba
sentado en las escaleras, esta vez no con vino, con whisky. Me preguntó de
todo. Con lujo de detalle se lo dije todo, hasta le confesé que pensaba decirle
a todos, incluyendo a mi madre, y sin importar lo que pensaran me iba a
arriesgar por él. Muy emocionado me abraza, ofrece una copa y me confiesa que
nos había visto en la mañana. Me confesó además que había notado la pasión con
la que nos mirábamos, y obviamente el amor de ambos lados. Cansada me despedí
de él y subí las escaleras.
Llegué a mi baño, serví un vaso de champagne y
me recosté el jacuzzi. Al rato me sequé y fui directo para la cama.
A la mañana siguiente me ducho, bajo a desayunar.
Emilio se ofrece a peinarme, es realmente bueno. Finalmente me maquillo y salgo
para el patio. Ahí estaba, perfecto como todos los días, con su corbata roja
que tan sexy le quedaba y con esa sonrisa que últimamente me volvía loca. Lo
miré y con todo seductor le dije:
-Buenos
días Marcos ¿Durmió bien?
-Como un
rey. ¿Usted?
- Muy bien,
tuve sueños hermosos … con usted –le susurré-
-Ayyy Victoria. MAMADERAAA!... ay me puse
loquito… suba y tome distancia porque no respondo…
-Oka
-Ayy oka…
Le sonrío y
arranca el auto, le digo que nuestro primer viaje no es hacia la fábrica, si no
a un restaurant, donde supuestamente iba almorzar con un accionista.
En el camino Marcos me comentó que ya tenía el
lugar para el taller, Pepe le había donado un garaje que tenía, me dijo que
obviamente le iba a pedir que se lo vendiera pero que por momento trabajaría
allí sin comprarlo. De momento me sentí algo triste porque a decir verdad no
sabía cómo contar al mundo nuestra relación, sabía que lo más probable sería
que demorase en hacerlo. Es entonces cuando me doy cuenta que cuanto más rápido
lo hagamos público mejor sería y más tiempo podríamos estar juntos y a solas.
De inmediato le dije:
-Marcos, no
lo soporto más. Voy a blanquear que me enamoré de mi chofer y que no me
arrepiento de nada. Ni ahora, ni nunca.
-Victoria!
¿de verdad me lo dice?
-De verdad
Marcos…
-Ayyy
MAMADERA! Me volvió loquito ya, y es muyyy temprano. Dioss tengo que pensar en
algo y enfriarme yaa, porque sino...
-¿Si no
qué?
-Aaaaaaaaaaaaaaahh
me tienta maáss.
Le sonreí y mire seductoramente, paró el auto
de inmediato, se bajó, sentó a mi lado y comenzó a besarme muy apasionadamente,
yo obviamente respondí. Él acariciaba mi espalda y sostenía mi cintura, yo por
mi parte abrazaba su espalda y acariciaba su cara… luego de unos minutos nos
separamos. Me dio un beso corto de despedida, volvió a la parte delantera del
auto y terminamos el viaje.
Al llegar se despidió, pero lo frené ya que el
almuerzo era con él, por lo tanto le dije:
-No Marcos,
quédese. Usted es mi invitado
-¿Qué ¿ ¿Yo
Victoria?
-Si Marcos,
¿se acuerda que le debía una salida juntos?
-Sii, ayyy que lindo Victoria. Muchas gracias
hermosa
Lo invité a sentar y pedimos el almuerzo. El
lugar era completamente hermoso, estaba junto a la playa, y lejos de todo.
Además de que el clima nos favoreció, el sol brillaba como nunca, no había
ninguna nube en el cielo y el mar estaba perfecto. Las olas marcaban la melodía
perfecta junto con el viento y los pájaros.
Almorzamos y charlamos de muchísimas cosas, él
me contó lo que planeaba hacer con el taller y estaba muy emocionado ya que de
ante mano tenía mucha clientela por ser conocido como un excelente corredor. Me
sentí muy feliz con él, por lo bien que salían las cosas, él se lo merece.
Yo por mi parte le seguí explicando de la
casa, y él se acordó que una vecina, Marta, iba a vender su casa porque se
mudaba, le pedí que hablara con ella y que arregláramos para ver la casa y si
por ahí me gustaba para comprarla y mudarme.
Noté la facilidad de charlar con Marcos,
nuestros momentos juntos eran tan espontáneos que el tiempo pasaba de vuelo. Yo
por mi parte no paraba de sonreír, él tampoco, siempre dejaba mostrarle al
mundo su hermosa sonrisa, la octava maravilla del mundo para mi corazón.
Sentí muchas ganas de besarlo, en ese instante
le dije:
-Marcos….
-¿Qué
hermosa?
-Tengo
ganas de….
-De…
-De
besarlo.
En ese momento me miró, sonrió, miro mis labios
y me besó. Cuando lo sentí a mi lado, cuando sentí su perfume natural sentí en
mí una tranquilidad, y una felicidad tan plena que sentí en ese momento que lo
estaba amando como nunca. Él me tomó de la espalda y de los brazos mientras me
besaba, yo acariciaba su espalda, su nuca y su rostro.
Mientras lo besaba me di cuenta que esta así
juntos, más juntos que nunca, y sin preocupación de que nadie nos vea era un
sentimiento perfecto y tan necesario para mí, que me decidí completamente,
mañana mismo iba a blanquear lo nuestro.
Capítulo
17:
Cuenta Victoria:
Esa tarde había sido muy linda, principalmente
el mediodía junto a Marcos. Luego del almuerzo y de las interminables charlas
volvimos a la fábrica a eso de las 3 de la tarde. Al llegar noté que tenía poco
trabajo, lo que me inquietó porque al irme tenía bastante por terminar. Me
senté en mi oficina, de inmediato llamé a Angie, pero antes de que pueda
hacerlo Lorenzo entra a mi oficina como loco.
Y se dirige a mí diciendo:
-Lo sabía.
Me dejaste por este pobre infeliz! Victoria este tipo es un pobre y un
mujeriego!! No podes ser tan ingenua! De seguro ya te llevó a la cama!!
En el momento que decía eso se acercó y me
tomó fuerte del brazo. Estaba despeinado, desarreglado y emitía horribles cosas
de su boca. Lo peor fue que noté en sus ojos una inmensa rabia para conmigo,
definitivamente eso no eran celos sino furia acumulada. Estaba muy asustada, me
estaba presionando muy fuerte, me empujó y en ese instante creí que me iba a
abofetear hasta que en el momento y segundo indicado llega Marcos. De inmediato
notó la tensión y lo empujó a Lorenzo, se colocó delante mío y le dijo:
-Te lo voy
a decir una sola vez, la próxima te reviento a trompadas. La volvés a tocar y
te mato. ¿Me oíste?...
A una mujer no se le levanta la mano para
pegarle, si no para tocarla, abrazarla o besarla. Nunca más lo intentes, ni con
ella ni con ninguna. Ahora rajá de acá antes de que me arrepienta y te cague a
trompadas por maricón. Andate ya de acá gil!!
Al oírlo me enamoré aún más de lo que ya lo
estaba haciendo, era un hombre con todas las letras, y sí, tenía toda la razón,
a una mujer no se le debe ni puede pegar. Hoy en día la violencia doméstica
está tan desarrollada porque simples hechos como éste no son frenados, por lo que
se extienden hasta lago catastrófico donde la mujer sufre sicológica y
físicamente.
Lorenzo se retiró de inmediato. Marcos por su
parte se dirigió hacia la puerta para pegarle a Lorenzo, lo detuve, cerré la
puerta y tomé de la cara y lo besé. Fue un beso corto, simplemente para
calmarlo y calmarme yo. Luego me abrazó y me contuvo nuevamente, sentí tanta
paz y tanta salvación, que en ese instante deseaba congelar el momento, y vivir
en él para siempre, vivir en paz abrazada a mi amado.
Nos sentamos y me dijo que vino a dejar su
renuncia, estaba todo listo para emprender el negocio del taller, pero al notar
la tensión se ofreció como mi chofer nuevamente. Dijo que no tenía apuro por el
taller, que podía esperar. Obviamente se lo negué, no puede dejar sus grandes
emprendimientos por mí, ni mucho menos si tiene que ver con Lorenzo. Me contó
además que ya tenía arreglado lo de Marta, la vecina que quizás me vendería su
casa. Marcos me comentó el precio, me pareció bastante razonable, pero debía de
conocer la casa para estar completamente segura. Me comentó que ya lo tenía
arreglado, mañana a la tarde si podía íbamos. Se ofreció a llevarme, pero no
como mi chofer, sino como mi pareja. Muy contenta acepté.
Él recibe un llamado, ya estaba teniendo
clientes y ni siquiera había abierto el local, estaba muy contento, habló por
teléfono pero le dijo a la persona con la que hablaba que en este momento no
podía. Lo miré y luego que cortó lo reté, debería de ir, no le haría bien al
taller negar trabajo. Me dijo que no podía dejarme sola, más allá de que haya
un guardia, él no quería que Lorenzo se me acercara. De inmediato le agradecí
por preocuparse, pero lo reté luego porque no soy una nena, soy una mujer.
Además Lorenzo no me iba hacer nada, él sabe perfectamente que Marcos es capaz
de pegarle, y más con la amenaza que le dijo. Definitivamente no se iba a
arriesgar a que lo desfiguren.
Luego de 20 minutos tratando de convencer a
Marcos, lo logré, no con mucho éxito pero no importa. Me besó y dijo:
-Cuídese,
este hombre no vive sin su reina.
-Ayy
Marcos…
-Chau
hermosa. La quiero muchísimo!
-Yo también
Marcos.
Le sonreí y tiré un beso al aire. Él hizo la
mímica de que lo agarraba, se lo dirigía a los labios y luego a su corazón.
Luego se retiró.
Me dirigí a mi silla, senté y recosté en ella
a pensar lo fuerte que había sido mi vida, me di cuenta como hay solo un paso
para vivir dos emociones completamente contrarias. Y como una persona podía
hacerme olvidar de todo y de todos solo con su presencia.
Fue
desconcertante…. Al mediodía me sentí la mujer más plena y feliz. Alrededor de
4hs más tarde otra persona intentó pegarme y me dijo cosas realmente horribles.
Y finalmente me había tranquilizado por el simple hecho de que esa persona tan
especial haya estado junto a mí. Fue bastante inoportuno Lorenzo, pensaba
terminar todo e irme a mi casa, blanquear lo mío con Marcos y dormir en paz.
Espero mañana lograr concretar esto que hace días me trabaja la cabeza, Marcos
no tiene porqué esperar tanto, yo debería de gritar todo ya. De todas formas sé
que él me va a esperar Hasta el Fin del Mundo.
Capítulo
18:
Cuenta Victoria:
Un día bastante complicado para mí. Las horas
pasaron, terminé todo y me dirigí a mi casa. Cenamos con Emilio, charlamos un
montón, luego me duché, y fui a la cama directo. Por suerte terminé gran parte
de mi trabajo, mañana me iba a ausentar un par de horas para conocer la casa de
Marta con Marcos. Quien me la recomendó.
En la mañana mi rutina se dio como siempre, me
levanté, bañé, Emilio me peinó, desayuné y luego me dirigía a la fábrica con el
otro chofer, el gran amigo de Marcos, Julián.
Llegamos y de inmediato comencé a trabajar.
Las horas pasaron volando, Marcos me llamó y me dijo que se dirigía para la
fábrica para que fuéramos juntos. Se lo negué, le pedí que me pasara la dirección
y nos encontrábamos allá en media hora, quería ir con él, pero no me podía a
arriesgar que nos vieran, ahora que no es mi chofer no tendría razones para
irme a ver.
Al rato nos encontramos, me saludo con un beso
en la mejilla, lo miré y sonreí. Se acercó a mi oído derecho y luego me
susurró:
-Me muero de ganas de comerle la boca hermosa.
-Marcos….
Sentimos un
ruido, era Marta, se acercaba para saludar. Muy generosamente lo hizo, ya
conocía a Marcos por lo que lo abrazó. Finalmente entramos a la casa, era
completamente hermosa, sencilla. Para mi gusto, perfecta. Vimos los cuartos, el
que sería mi habitación era bastante amplio y tenía un placar hermoso en la
pared, habían dos habitaciones más, de más o menos igual tamaño entre sí, más
pequeñas que la mía pero muy confortable. El baño estaba en un pasillo, tenía
una ubicación excelente para mi parecer. La cocina tenía placares en la pared,
un fogón grande dos espacios, como para la heladera y cocina y tenía una mesita
para comer, muy sencilla y cómoda. Mientras yo observaba la casa Marcos se
encargó de revisar la luz, el agua y gas. Estaba todo en orden. Rápidamente
accedí, el presupuesto estaba muy bien, accesible. Le dije a Marta que se
comunicara con mi abogado y escribano para el papeleo, es más le ofrecí darle
todo el dinero de una vez ya que sabía que lo necesitaba. Muy agradecida
accedió y me dio la llave. Se lo negué porque la casa aún no era mía, pero
insistió y dijo:
-Marquitos
me dijo que es confiable. Tómela, por algo me lo dijo.
Lo miré, se sonrió, luego miré a Marta y le
agradecí. Finalmente ellos se retiraron, yo me dirigí a tomar un taxi, Marcos
me acompañó y en el camino insistió en enseñarme a manejar, me dijo que
posiblemente Julián iba a trabajar con él y agregó que no quería otro chofer
para mí. Finalmente le dije que sí. Muy contento me pidió que en una tarde
tranquila me enseñaría a manejar.
Al llegar al cordón, estaba a punto de pedir
un taxi cuando Marcos me tomo de la mano y dijo:
-Nada ni nadie va a impedir que la bese como
lo estoy deseando en este momento.
Dicho eso tomó mi cara con ambas manos y
comenzó a besarme con intensidad y a la vez mucho amor. Respondí de inmediato.
Comencé acariciar su rostro, él bajó sus manos y me abrazó de la cintura
tomándome fuerte, como pidiéndome que me quede para siempre a su lado. Luego
subió sus manos y me tocaba el cuello y mi nuca, a la vez lo tomé de la
cintura, acercándolo más a mi cuerpo, esta vez deseando yo que se quedara
conmigo para siempre.
Ese
beso duró un par de minutos, fue muy intenso y dulce. Luego nos detuvimos con
pequeños besos, piquitos. Me sonrió y dijo adiós. Tomé un taxi y me dirigí a la
fábrica nuevamente. En el camino pensaba en cómo sería mi vida en mi nueva
casa, no necesitaría chofer, viviría sola y lo mejor viviría cerca de la
fábrica y de Marcos. Quizás me adelantaba mucho, pero quizás podría vivir con
él, no creo si se lo propongo me lo niegue, pero antes de eso debería de dar a
conocer lo nuestro. No podía posponerlo más, debería de comunicarle a mi
familia esta misma noche que estoy intentando algo con Marcos, y que me voy a
mudar.
Capítulo
19:
Cuenta Victoria – Como ya dije más del 90% de
los relatos serán de Victoria, si por ahí Marcos cuenta algo escribiré “Cuenta
Marcos”. Como serán más de allá los relatos no especificaré si son de ella,
solo si son de él.
Luego del encuentro mágico que viví con Marcos
fui decidida a terminar todo mi trabajo, no aguantaría un día sin verlo, por lo
tanto pondré la escusa de que tengo la tarde libre para que me enseñe a
conducir.
Finalmente pasadas las 11 de la noche terminé
mi trabajo, y adelanté unos llamados que tendía para mañana. Como era muy tarde
le había ordenado a Julián que se retirase, por esto tomé un taxi hacia la
mansión. Al llegar los ví a todos juntos mirando tv en el comedor. Pareciera
que el destino me ordenó y empujó a que hablara. Saludé a mis hermanas, mi
madre y a Emilio. Me senté y les dije:
-Les tengo que contar un par de noticias de mi
vida que desconocen. Necesito que me apoyen, sino se complica porque no voy a
retroceder.
Hablaba más que nada de Marcos, y más que a
nadie a mi madre, que por intuición femenina sabía que se venía un huracán.
Todos, menos Emilio, me preguntaron qué cosa
era aquello. Los miré y dije:
-Estoy
saliendo con Marcos, quien era mi chofer. Creo que me enamoré de él, y además
compré una casa en el barrio.
Al oír esto, Brenda sonrió, Natacha miró
sorprendida, Emilio río y mi madre enfureció… me miró y dijo:
-¿Cómo? Lo
de mudarte y comprar una casa, estoy completamente de acuerdo hija, sos una
mujer hecha y derecha… pero lo del chofer no. No lo puedo aceptar.
-Lo siento
mamá, te guste o no estoy con Marcos.
-Lorenzo
tenía razón…
En el
instante que oí eso me pregunté de inmediato que había hecho o dicho Lorenzo
para llenarle la cabeza a mi madre.
-Nooo
Victoria!! No podés salir con un chofer!
-Si mamá,
puedo y lo estoy haciendo.
-Está bien,
pero no lo voy aprobar ni en tus sueños!!
-Como digas mamá…
-Y no
quiero verlo nunca más acá.
-Tranquila
mañana me mudo, no lo verás ni a él ni a mí. Buenas noches.
Muy enfadada subí las escaleras para dirigirme
a mi cuarto. Emilio salió detrás de mí, al acercarse me mira, sonríe, abraza y
dice:
-Vicu yo te
apoyo en todas. Me parece perfecto lo que hiciste, Marcos es un buen hombre, es
tu hombre linda. Hacés muy bien en arriesgarte por él. Yo y las chicas te
apoyamos.
-Gracias Emilio.
-Se te nota
el cansancio. Si querés te ayudo a empacar mientras vos trabajás mañana.
-Gracias
Emilio, me hacés un favor enorme.
-¿Ya
compraste la casa? ¿Tenés las llaves?
-Sí, de
todas formas voy a llamar a Marta, la que me vendió la casa para avisarle por
las dudas.
-Me parece
bien… bueno te dejo, mañana te arreglo todo. Vos tranquila. Después pasame la
dirección que te quiero visitar.
-Claro que
sí, sos bienvenido siempre Emilio.
-Las chicas quieren hablar con vos.
-Deciles
que mañana, me voy a duchar. Estoy cansadísima…
-Dulces
sueños princesa
Dicho eso me abrazó nuevamente, besó en la
mejilla y se retiró.
Me quité la ropa, coloqué una bata blanca, y
llamé a Marta para avisarle que mañana mismo me hiría a vivir, y además para
asegurarme que mi escribano le pagó todo de una y correctamente.
La
llamé y estaba todo completo, mañana me daban los papeles y mañana mismo hiría
a vivir allí. Algo más aliviada me dirigí al baño, quité la bata y me metí en
el jacuzzi. Cerré los ojos por un instante y pensé en la fuerte discusión con
mi madre, en que mañana mismo dejaría de venir a la mansión por un tiempo
largo…. Noté las nubes de mi cielo… hasta que salió el sol cuando me di cuenta
que al fin podría estar con él, sin ningún temor a que nos vean, y sin temor a
que Noelia pensara en intentar algo con él. Nuevamente caí en mis pensamientos
y dije: - Es hora de vivir el encuentro con Marcos que él tanto quiere, es hora
de que vayamos juntos Hasta el Fin del Mundo.
Capítulo
20:
Al terminar con mi extenso baño, me dirigía a
la cama sin más. Cerré los ojos y un colchón de pensamientos se hizo de mi
cabeza. Intenté escapar de ellos pero me fue incapaz la posibilidad. La
negación de mi madre me había afectado mucho, no dejaba de pensar. Así estuve
alrededor de una hora, hasta que al fin me dormí.
A la mañana siguiente me desperté como
siempre, directo a la ducho. Pero este día sería muy distinto, no desayunaría
en mi casa ni le pediría a Emilio ningún peinado. Simplemente me bañé y salí.
Llegué a la oficina realicé un par de informes
y le pedí a Angie un café. A las dos horas llegaron Natacha y Brenda. Pasaron,
se sentaron y comenzamos a charlar. Brenda casi llorando me dijo:
-Vicky,
sabés que te apoyo y que me parece muy bien que estés con quien quieras y hagas
lo que quieras.
-Gracias
Bren, luego les paso la dirección de la casa y están invitadas cuando quieran.
Natacha me mira y dice:
-A mí
también me parece perfecto Vicky, está de más decir que también contás conmigo.
Me paré. Las abracé y les agradecí por el
apoyo, e insistí en que visitaran de vez en cuando. Luego ambas me dieron un
beso cada una y se retiraron. En ese momento recibo una llamada, era Marta me
dijo que ya había recibido el dinero, que estaba todo en orden y que me
escribano tenía todo pronto. Contentísima llamé a la mansión, atendió Emilio,
le supliqué que me armara todo, esta misma noche dormía en mi casa. Me dijo que
estaba muy emocionado, pero muy triste a la vez. Emilio es muy cariñoso, en
este tiempo he logrado quererlo muchísimo. Yo también lo extrañaría, de todas
formas le dije que podía visitarme cuando quisiera, siempre será bienvenido a mi
casa. Me dijo que le quedaba empacar los zapatos y mi ropa interior. Emocionada
le agradecí por el trabajo rápido, tengo mucha ropa, debió de haber empezado
hace horas.
Al mediodía ordené comida al Bar del Terco,
algo simple y liviano, una ensalada y una milanesa de pollo. Últimamente
estábamos comprando los almuerzos allí ya que repartían en hora, era del barrio
y la cocinera es muy prolija. La cocinera es la mamá de Lucas, un chico con el
que Brenda sale. Espero salga todo bien con ellos, en fin, almorcé en mi
oficina, realicé unos llamados, me ausenté por unas horas por un par de
reuniones y al salir recibo el llamado de Marcos. Al ver quien me estaba
llamando sonreí de inmediato atiendo , lo saludo y me dice:
-Así mismo
se saluda, con una sonrisa que alumbra todo el barrio. ¿Cómo está hermosa? Ayer
no la llamé porque me enteré que andaba complicadita con el trabajo y no quise
molestarla.
-Ayy
Marcos… - hice una pausa y le pregunté- ¿Cómo sabe usted qué sonreí?
-No
necesito verla para saber que sonrió… Dígame Victoria, nos podemos ver hoy.
-No lo sé
Marcos, ando con mi mudanza, esta misma noche me voy a vivir en mi nueva casa..
-¿En serio?
Noo, que bieeeen Victoria!!
-Sí… tengo
un par de cosas que contarle pero ahora estoy trabajando. Mañana quizás hablamos.
¿Le parece?
-Sí claro.
Te voy a sorprender hermosa
-¿Sorprender?
¿A mí?
-Si… luego
vas a ver. Adiós Victoria. Le mando besitos…. Por todos ladosssssssss.
-Ayy Marcos. Besitoos
Cortó y me quedé pensando a que se refería, al
cabo de unos minutos no le dí importancia. Bastante apurada y emocionada me
dediqué a terminar mi trabajo. Y hací lo hice, demoré alrededor de 4hs, sin
interrupción alguna lo logré.
Le pedí a Emilio que me esperara en la puerta
de la mansión con las valijas, ya que en 15 minutos llegaría. Al llegar
cargamos todo, se depidió con un beso y un abrazo y dijo:
-Sé feliz
junto con él, no permitas que nada ni nadie te lo impida. Te lo mereces.
-Gracias Emilio, te quiero mucho.
-Yo también
nena, hasta luego.
-Mañana me
podés visitar, mañana y cuando quieras. Adiós Emilio.
No me despedí de mis hermanas ya que una
estaba en la fábrica, y la otra había salido. Y con mi mamá, con ella no existió
despedida, me fui sin más, lo que me dijo fue horrible, no tiene derecho a
negar mi felicidad porque no le guste mi pareja.
Cuando llegué dejé las maletas en mi cuarto, y
comencé a ordenar algunas cosas. Al cabo de unas 2hs me recosté en el piso sobre
una manta a tomar vino. Prendí la pequeña estufa en el living, cerré las
ventanas, ya que llovía torrencialmente, luego me recosté y me quedé casi
dormida hasta que tocan timbre. Alarmada me levanté y noté que eran como las 11
de la noche. Era muy raro… ¿Quién te visita a estas horas?
Me dirigí hacia la puerta y observé por el
ojito de la misma, era él, venía a sorprenderme, tal cual había dicho. Me
recosté por un segundo contra la puerta y sonreí. No podía creer que una
persona me hiciera tan feliz solo con su presencia. De inmediato le abro. Lo
observo, sonrío y noto que estaba muy mojado, al parecer la lluvia le había
ganado en el camino. Él sonríe, me mira y dice:
-¿La
sorprendí mi reina?
-Sí, mucho.
¿Qué hace acá Marcos?
-Vine a
visitarla. ¿Puedo pasar?
-Si si,
claro. Adelante…. –él entra y se queda al lado de la estufa, lo miro y digo-
Está empapado Marcos, voy a buscar una toalla.
-Oka gracias.
A los 5 minutos me rindo, no encontré ninguna.
Lo observo y digo:
-Lo siento,
no encontré toalla.
-No pasa nada Victoria.
Me acerco, le ofrezco una copa de vino, él se
la toma, deja la copa sobre la estufa y se acerca a mí. Observo su boca y noto
la necesidad de besarlo, él hace exactamente lo mismo y noto en él mi misma
necesidad.
Me continúa mirando y dice:
-Esta noche la voy a llevar al lugar más
hermoso que pueda existir, usted y yo, juntos, sin nada ni nadie en el medio.
Sin Lorenzo, sin Noelia, sin nadie Victoria. Esta noche es para nosotros, para
unir nuestras almas. El destino nos la reservó, el clima nos hizo lo mismo, es
una noche perfecta donde usted y yo seremos uno solo. Esta noche Victoria… la
voy a llevar al Fin del Mundo.
Capítulo
21:
-Ayy Marcos.
- ¿Quiere
que la lleve al Fin del Mundo?
-Claro que
sí, es lo que más quiero.
Dicho eso me besó, tomó mi cara con ambas
manos haciendo que mi cuerpo y labios se movieran al compás de los suyos. De
inmediato colocó sus manos en mi cintura, y abrazó mi espalda, por mi parte me
dediqué a acariciar su rostro, su nuca, su cuello y en ocasionadas veces su
espalda. Él me abrazó fuerte y alzó en el aire, seguimos besándonos, él me
bajó, cortó el beso y dijo:
-Nunca
había sentido esto por nadie…
Lo miré y
embobecida lo besé, nuevamente con intensidad pero en ésta ocasión con más
pasión .En medio del beso comencé a desabrocharle los botones de la camisa, él
por su parte desabrochaba los primeros botones de mi vestido, luego de hecho
eso retiró la parte de arriba del mismo.
Yo le quité la camisa con rapidez, al instante
él me dio la vuelta, y se colocó detrás de mí. Al lado de mi oreja, muy
seductoramente dijo:
-Victoria…
¿Quiere que le haga el amor?
- Si, si…
-Pídamelo…
Giré y
dije: -Hágame el amor Marcos.
Comenzó a besarme nuevamente, con la misma o
quizás mayor pasión que la vez anterior. Él mismo se quitó la remera que tenía
debajo de la camisa, terminó de bajar mi vestido y finalmente colocó sus manos
en mi espalda para retirarme el sostén. Luego de eso yo le comencé a desprender
el pantalón, le quité el cinto y él retiro sus pantalones. Finalmente desnudos
me alzó en sus brazos, yo coloqué mis piernas alrededor de sus caderas y él se
dirigió a un sillón que tenía en el living. Ahí nos hicimos uno, tal cual
Marcos me había dicho, nuestras almas se habían unido. Yo estaba encima de él,
Marcos y yo nos movíamos al compás.
Junto con el ruido de la lluvia torrencial y
de la estufa marcaba la melodía y el momento perfecto para hacer el amor. Él
acariciaba toda mi espalda, mis piernas, mi cintura y parte de mi cuello, yo me
dediqué simplemente a besarlo y hacerlo sentir el mejor momento de su vida.
Al cabo de un rato él hizo que nos
levantáramos, abrazados nos dirigimos contra la pared, una pared echa de
azulejos transparentes que permitían ver solo nuestras siluetas. Él tomó mis
manos, y muy fuertemente entró en mi de nuevo, esta vez con más intensidad y
deseo. Yo simplemente me sentía en el paraíso, el momento de placer junto a
Marcos era único, tal que deseaba congelar y vivir para siempre esta noche.
Luego nos detuvimos y admiramos nuestros cuerpos, él me observó completamente
desnuda, yo hice lo mismo, admiré su cuerpo, su espalda, brazos, sus músculos,
pero más que nada su rostro, ese hermoso rostro, él cual podía dibujar una
sonrisa tan perfecta que lograba asustarme a veces.
Cuando terminó de observarme, me besó
nuevamente, yo lo abracé y él me tomó y alzó en el aire nuevamente. Caminamos
unos metros así hasta que nos dirigimos al suelo, ahí continuamos con nuestro
perfecto acto de amor. Ya tumbados en el piso nos continuamos besando, acariciamos,
giramos un par de veces, él se colocó sobre mí y comenzamos a movernos uno al
compás del otro, sintiendo una pasión y placer interminables.
En ese momento cerré los ojos y de inmediato
noté el sentimiento más fuerte y quizás el mejor hasta ahora en mi vida, oí la
lluvia, el fuego, nuestras agitadas respiraciones y el ruidito que Marcos hacía
al depositar besos en mi cuello y mis pechos. Al cabo de un rato nos detuvimos
lentamente y nos recostamos al sillón. Nos sentamos juntos cerca del fuego. En
ese momento Marcos me miró, me abrazó, miró a los ojos y dijo:
-Acabo de
conocer el paraíso. Hice el amor con la mujer más hermosa, esa mujer que sería
el amor de mi vida. Te amo Victoria.
Sonreí y le respondí:
-También te
amo Marcos.
Besó mi frente y me miró muy enamorado. Nos
quedamos charlando un rato bastante largo. Hablamos de casi todo, le conté con
detalles lo de mi mamá, lo que me habían dicho mis hermanas y Emilio y en que
esta sería mi nueva casa. Lo noté algo inseguro cuando le dije lo de mi mamá,
dudé un rato pero al fin le pregunté:
-¿Por qué
no dijiste nada cuando te dije lo de mi mamá?
- Porque en
parte tiene razón, yo no tengo el dinero suficiente para complacer sus deseos.
Además no está bueno que su mamá no acepte a su pareja.
-Marcos yo
no necesito dinero para ser feliz, lo necesito a usted. Míreme… usted me ha
dado lo que nunca nadie me dio, aquello que ni con todo el dinero del mundo se
da, eso es honestidad, tranquilidad, felicidad y sobre todo amor…
Le sonreí,
noté que cayeron lágrimas de sus ojos, conmovida lo comencé a besar. Él
respondió felizmente, yo estaba abrazada a su lado, por lo que me levante y me
coloqué encima de él, continué besando más intensamente haciendo que nuestras
pulsaciones llegaran a mil, de inmediato nos unimos nuevamente, entré en el muy
despacio, luego con más pasión hasta que finalmente éramos uno solo de nuevo.
Marcos estaba sentado debajo de mí, acariciaba y besaba mis pechos, tocaba mi
espalda y me tomaba de la cintura.
Así nos unimos de nuevo. Nuevamente sentimos
el mayor punto de placer y amor.
Exhaustos nos tumbamos en el piso, él me tapó,
nos dimos un corto beso, y finalmente deseamos buenas noches. Yo había cerrado
mis ojos para descansar, pero él me interrumpe y dice:
-Dulces
sueños mi amor....
Besó
mi frente, yo respondí lo mismo, levante una de mis piernas para que
estuviéramos más juntos y allí, perfecta a su lado, me dispuse a descansar.
Capítulo
22:
Abro los ojos, miro a mi derecha y ahí estaba
él, dormía plácidamente lo miré, besé en los labios y dije bajito: -Buenos días
mi vida. Le sonreí y me duché. Al entrar a mi habitación veo casi toda mi ropa
desordenada, debía de tomar un día libre al menos para ordenar todo y comprar
muebles para la casa. Me comienzo a vestir y escojo algo sencillo, una camisa
negra y unos pantalones del mismo color, en los pies unos tacos no muy altos.
Llego al living, y ahí estaba, tumbado en el piso, desnudo, con una manta que
tapaba algo de su cuerpo. Lo miro unos segundos y dudo si despertarlo o no.
Finalmente decido dejarle una carta e irme.
La carta decía:
Buenos días Marcos, espero haya dormido bien.
Me voy a la fábrica, se me hizo un poco tarde. Espero que haya vivido una
hermosa noche como la que yo viví. Le dejo la llave de la casa, cierre y luego
me alcanza la llave. Hasta luego hermoso.
Luego me voy directo para la fábrica. Al
llegar me topo con Angie, me pregunta por qué había llegado tarde, la noté algo
preocupada pero le mentí, simplemente le dije que estaba arreglando las cosas
de mi nueva casa. No entendía nada, por esto le debí de contar todo. La pelea
con mi madre, mi desalojo, y lo que tenía con Marcos. Emocionada me felicita,
sonríe y dice: -Me parece perfecto Vicky, hacés mejor pareja con Marcos que con
Lorenzo. La miré rara, pero no le di importancia a lo que dijo. De todas formas
no pude evitar pensar por qué había dicho eso, ¿o acaso ella no me apoyaba
cuando estaba con Lorenzo?, ¿acaso no era él el hombre perfecto?, ¿no será que
Angie quiere hacerme pensar que me apoya en todo?... dudé demasiado, lo sé,
pero se me hizo inevitable hacerlo. Últimamente me dí cuenta de que ella no era
mi amiga, inconscientemente lo hice, pero no le di importancia. LA continué
mirando hasta que me despido y me voy a mi oficina.
Decidí dejar el tema de lado, tenía que
asistir a un par de reuniones, terminar unos informes, realizar llamados y
encima arreglar un empleado para que arreglara un par de máquinas. No sabía por
dónde empezar, finalmente me decidí, pedí un café y comencé con los llamados.
Al cabo de dos horas termino, comienzo con los
informes y me doy cuenta que necesito más papales, por esto me dirijo a uno
oficina que estaba vacía. Llego y me pongo a revisar las cajas, al cabo de
minutos casi me rindo pero noto que había una más sin revisar, la apoyo sobre
un escritorio y comienzo a revolver, en ese momento siento que alguien me
abraza por detrás, me asusté muchísimo por lo que grité y salté. Se acerca, me agarra
fuerte y dice:
-Buenos
días mi reina. ¿Durmió bien?
-Ayyy,
Marcos. Si, como un ángel. ¿Usted?
Me gira, toma de la cintura y dice:
-Ahhhhhh,
como un rey al lado de su reina. Dormí espectacular mi amor, y más si lo hago
junto a vos. Y más aún si antes te llevo al Fin del Mundo.
-Ay
Marcos…. Marcos…
-¿Qué mi
vida?
-¿No cree
que ya es hora de tutearnos?
-Sí, pero
igual me encanta que me trate de usted, me pone loquito… Muy loquito.
Sonríe, toma con sus manos mi cara y me besa
muy apasionadamente, sin más, lo beso. Perdidos en el beso me comienza a
abrazar y acariciar muy lentamente. Lo suelto al sentir ruidos en el pasillo de
afuera.
Quedamos perplejos, deseando que nadie
entrara, ni mucho menso nos viera. Notamos que nadie iba a entrar, por lo que me
toma de la cintura nuevamente, me acerca hacia él y dice:
-La voy a
tutear, pero eso sí, si me promete que más tarde le podré dar besitos.
-Claro que
sí Marcos.-le sonrío y digo- Cuando quieras mi amor.
-Ayyy, me pone muy loquito Victoria.
Me intenta besar pero lo freno y digo:
-Yo también
quiero besarlo, pero estoy trabajando.
-Oka, pero
un par de condiciones, déjeme invitarla a salir y un piquito, me voy.
-Oka, luego lo llamo y arreglamos.
Le doy un piquito y muy cerca le digo, chau mi
amor.
Él aprieta sus dientes, respira y dice: -Hasta
luego mi amor.
Salgo
hacia mi oficina, cierro la puerta, me recuesto en ella y pienso. Pienso en ese
hombre que me llevó al Fin del Mundo y me volvió loca. Pienso en que tomé la
mejor decisión de mi vida, que me arriesgué por alguien que de verdad lo
merece. En la vida muy pocas veces tenemos la suerte que alguien se merezca
nuestro afecto y cariño. Pero me he dado cuenta que recibimos el amor que
creemos merecer, no exagero al pensar que merezco el amor de Marcos, y que
obviamente él merece que lo ame incondicionalmente… Nuevamente pienso y digo en
alto…. Recibimos el amor que creemos merecer.
Capítulo
23:
La tarde había sido bastante pesada para mi
gusto, de todas manera debía de hacerme un tiempo para encargar muebles y
llegar a recibirlos. Terminé algo de trabajo, lo más que pude y le pedí a
Emilio que se encargara de ver los muebles, que tal le parecía el material,
diseño y más. Lo llamé y se lo pedí, encantadísimo aceptó. A la hora me llama y
me dice que vaya hacia mi casa ,que en unos 15 minutos llegaba el camión. De
inmediato salí para allí. Al llegar me estaban esperando en la puerta, abrí la
casa y de inmediato colocaron los muebles, plantas, mi colchón, un ropero
grande, y demás. A las dos horas terminé de arreglar, estaba muy cansada pero
debía de terminar mi trabajo.
Llego, y ordeno un café de inmediato, le pedía
a Angie que lo trajera mi hermana Brenda. Llega, sonríe, me da el café dice:
-Emilio me
contó que estás amueblando tu casa. Que lindoo Vicky!
-Gracias
Bren, sí recién vengo de ordenar ropa, colocar platos, vasos y cubiertos. Aún
me queda hacer el surtido.
-¿Y qué vas
a comer esta noche?
-Voy a
encargar empanadas, mañana comenzaré a cocinar.
-¿No querés
que te ayude?
-Me
ayudarías si me dijeras que tal tus estudios.
-Vicky…
-Dale Bren,
¿Cómo vas?
-Estoy
estudiando de todo. Pero principalmente Biología porque el examen es el
primero. Tranquila, voy a salvar todas.
-Oka, me quedo tranquila.
Dicho eso, me saluda me abraza fuerte y se
retira. De inmediato me pongo con todas las pilas a terminar o intentar
terminar el día. Ya pasadas las 20:00 hs recuerdo que tenía que llamar a
Marcos, le había pedido que no me llamara. Yo me iba a comunicar. De inmediato
marco su número, ojalá no se haya molestado, me olvidé completamente de él.
Tarda unos 10 segundos en contestar, algo impaciente pero espero y me dice:
-Hola Victoria.
-Hola
Marcos. ¿Qué tal como anda?
- ¿En qué
quedamos Victoria?
-Perdóneme
Marcos, tuve un día muy difícil. Me olvidé completamente de llamarlo. Tiene
toda la razón de enojarse conmigo.
-¿De que
hablás hermosa? Yo me refiero a que quedamos en tutearnos amor.
-Ahhh, eso.
Creí que se había enojado… que te habías enojado.
-No claro
que no, entiendo que trabajás a full. Además yo también estuve con todas en el
taller.
-Que bueno amor.
-Sii,
buenísimo. Tengo mucho trabajo por suerte, pero recién cerré el taller. No
sabes… me llamaron para que corra. Después te cuento bien.
-Oka, felicidades amor.
-Linda…
-¿Qué?
-¿Nos vamos
a ver?... me muero de ganas de darle besitos… por todos ladossss.
-Ayy
Marcos… no lo sé. Amueblé mi casa hoy, y ordené un montón de cosas, aún tengo
cajas y cosas que hacer.
-Entonces…
¿y si nos vemos en su casa y la ayudo a limpiar?
-¿Seguro?
-Claro, no soy manco.
-Oka. Gracias Marcos.
-De nada mi
vida. ¿a qué hora voy?
- En una
hora y algo.. ¿te queda bien?
-Si es para verte, me queda perfecto cualquier
horario. Te dejo un beso enorme mi amor. Hasta el rato. Te amo.
-Chau
Marcos. También te amo.
Corté
y sentí un inmenso alivio, de verdad creí que estaba enojado o molesto, me
había olvidado por completo de él. Me sentí algo egoísta al respecto. Sin
embargo logré calmarme al oír que me negó estar enojado. Moriría si tuviera un
disgusto o separación, porque él… es ni más ni menos que mi Dulce Amor.
Capítulo
24:
Mucho más tranquila me recosté en la silla de
mi escritorio, Marcos no estaba enojado, sin embargo había algo que me
preocupaba. Era demasiado lo que me quedaba por terminar y debería de estar en
mi casa en un ahora. Se me ocurrió pedirle a Bren algo de ayuda, la llamé, y se
lo pedí, obedientemente accedió. Al cabo de una hora y media juntas habíamos
terminado casi todo, le sugerí que descansara. Me estaba retirando cuando oigo
de la oficina de Lorenzo una fuerte conversación, me acerco y veo que hablaba
con Angie. Por lo que oí trataba de dinero, mucho dinero, y trataba de la
empresa. De inmediato me preocupé ya que Angie nunca me había comentado que
tuviera negocios con Lorenzo, ni mucho menos alguna relación de amistad. Lo
dudé más aún cuando él se acerca y la abraza. Quedé perpleja, de seguro no eran
celos, si no inseguridad. Me retiré al instante.
Llegué a mi casa en 5 minutos, ya que vivía a
sólo un par de cuadras. Al llegar veo a Marcos sentado en la vereda
esperándome, al verme se para, sonríe y se dirige a mí. Se acerca me besa,
abraza y dice:
-Hola mi amor
-Hola
Marcos –le sonrío y beso-
Me toma de
la mano y caminamos lo que quedaba de transcurso hacia la puerta, allí abro y
entramos. Él traía un bolso, no entendía muy bien por qué, pero finalmente me
doy cuenta, era para reparar, limpiar, y ayudarme con la casa. Comenzamos
arreglando la cocina, colocando platos, vasos y llenando la alacena. Había
hecho un pedido al supermercado por lo que se me hizo fácil el surtido. A los
45 min la cocina estaba pronta, luego continuamos con el comedor, había poco
desorden peor de todas formas había que encargarse, y finalmente terminamos con
el baño, y el resto de habitaciones. Marcos se cambia la ropa y se dirige a la
cocina conmigo. Al finalizar admiramos la casa mientras preparaba cafés, de a
momentos él me robaba un beso, y otro, y otro, hasta que finalmente yo le robé
un par, me dijo que me amaba y me abrazó. Luego lo invité a beber los cafés y
le ofrecí asiento. Llevo los cafés y me siento a su lado, él toma uno, me
abraza y bebe. Aprovecho el silencio para comentarle lo que había visto y oído
de la oficina de Lorenzo, al decírselo mueve los ojos como obviando lo que
decía, como burlándose. Me mira y dice:
-Amor, no
te enojes, pero es obvio que Lorenzo y Angie son más que amigos. Y que además
Lorenzo no hace bien las finanzas de la fábrica.
-¿Cómo?, no
Marcos, te equivocás, si Lorenzo hiciera algo mal me daría cuenta. Además
porque querría él hacerle mal a la fábrica, al fin y al cabo él es un
accionista más, no le conviene.
-Por guita,
amor, por qué más lo haría. Es un garca ese tipo Victoria… me di cuenta siendo
tu chofer y tu pareja. Es obvio.
-No Marcos,
Lorenzo no está atacando la fábrica, ni mucho menos saliendo con Angie.
-Oka. Cree
lo que quieras…
-De todas
formas.. ¿por qué me lo decís ahora?
- ¿Me
hubieras creído? Decime la verdad, si te hubiera dicho que Angie y Lorenzo te
estaban garcando de atrás.. ¿lo hubieras creído?, con toda la sinceridad amor,
no confiabas tanto en mí como para que te dijera algo así.
-Puede ser
que tengas razón en eso, quizás no te hubiera creído… De todas formas, ¿en qué
te basas para decir esto?
-Lo de las
finanzas no es seguro, me parece que es un garca pero no tengo pruebas de creer
que quiera hundir tu fábrica. Pero con lo de Angie sí, una vez cuando me quedé
hasta tarde porque tenías un par de reuniones más los ví desde la puerta de la
oficina de él, ella lo abrazaba y él besaba su frente, luego enfrentaron sus
labios y ahí me retiré porque había oído pasos.
-No no
puede ser, cuando vos recién empezaste Lorenzo estaba conmigo..
- Y bueno….
- ¿Y bueno
qué?
-Eso
significa que te metía los cuernos.
-Noo
Marcos!! Te equivocás..
-Oka. Como
digas, yo te digo lo que ví. Un momentito… ¿estás celosa de Lorenzo?, ¿sentís
algo por ese tipo Victoria?
-No Marcos,
claro que no. Simplemente me niego a creer que me engañaba con mi mejor amiga.
-Te digo lo
que ví, ni más ni menos.
Me paré del asiento bastante molesta por la
situación y continuamos peleando hasta que él se paró y se dirigió hacia la
puerta, al ver que va a abrirla le grito:
-Marcos!! No te vayas.
-No me
gusta pelear, la mejor pelea es la que nunca existió.
-No te vayas, quedate a cenar y a dormir. Por
favor
-Muy
tentadora tu oferta linda, pero al ver el clima vamos a seguir discutiendo por
Lorenzo. Me molesta y me da algo de celos que sigas creyendo en él. Es un
idiota que nunca te valoró y sin embargo lo defendés. No lo entiendo Victoria.
Igual.. no importa. Adiós.
Dicho
eso se va. Se va junto con mis esperanzas de pasar una noche junto a él. Marcos
tenía razón, Lorenzo fue un idiota y por más que yo nunca quise verlo lo fue.
Ahora que de verdad tengo a mi lado a un hombre lo dejo ir, celoso y molesto,
tal cual lo dijo. Es entonces cuando temo perderlo, cuando me ahoga el miedo de
perder a la única persona que me ha amado en mi vida, temo perder a Marcos
Guerrero.
Capítulo
25:
Se había ido sin más. Me dispuse a pensar la
situación… ¿acaso estaba peleando con Marcos para defender a Lorenzo?, ¿a
Angie?, ¿o a mi orgullo, el cual no me permitía pensar que me estaban atacando
por detrás?, sin lugar a dudas por las tres razones, ni por una, ni por otra,
por todas. Por las tres, por Lorenzo, Angie y por mi orgullo. De inmediato me
dirigí hacia la puerta, salí para afuera y en el medio de la calle miré hacia
los lados. Ví su silueta en la sombra de la vereda, le grité Marcos, miró hacia
atrás y caminó hacia mí. Al verlo le iba a pedir perdón, pero tapó mi boca con
un dedo y dijo:
-Dulces
sueños Victoria.
Se dio la vuelta y continúo su camino. Una
lágrima corrió desde mis ojos, hasta mis labios. Me dí cuenta lo egoísta que
había sido. Él mismo me había confesado los celos y lo molesto que estaba.
Me dirigí a mi casa sin más, me recosté en mi
cama y al cabo de 30 largos minutos dormí profundamente.
Al día siguiente me desperté con un único fin,
arreglar mi desacuerdo con Marcos. El desacuerdo con mi madre también había
trabajado mi mente por la noche, pero no podía hacer nada al respecto, ella es
terca y no la puedo obligar a que quiera a Marcos, sólo espero lograr que
respete y no se entrometa en ello. Ya pasadas las 8:30 de la mañana le mando un
mensaje pidiéndole que nos encontráramos en algún sitio. Me responde de
inmediato diciéndome que estaba algo ocupado, y que no estaba en el taller, si
no en la pista donde solía correr. Le imploré que nos viéramos, ya sea allí o
en medio de la pista. Sin más accedió. Le pedí la dirección del lugar y tomé un
taxi para que me llevase.
Al llegar pregunté por él, estaba en el taller
del lugar,un empleado me dirigió hasta una puerta y se marchó. La crucé y ahí
estaba él. Me mira, yo me acerco a sus labios y le digo:
-Perdoname mi amor.
No dice absolutamente nada, simplemente
parpadea, me observa y respira.
Noto que mueve sus brazos, los coloca en mi
cara y comienza a besarme, algo sorprendida tardo unos segundos en responder,
luego sin más uno nuestras almas en un cálido y largo beso. Yo coloqué mis
manos y brazos en su espalda, tratando de abrasarlo y no dejarlo ir, él por su
parte me toma fuerte de la cintura tratando de dar el mismo significado.
Perdidos en ese beso nos comenzamos a detener poco a poco. Finalmente muy cerca
me dice:
-No existe
nada mejor que sentir el roce de tus labios con los míos mientras me abrazas.
Le sonreí y comenzamos a aclarar aquel
conflicto que hizo que anoche ninguna pudiera dormir plácidamente. Le confesé
que dudé mucho, pero al final creía en él, en cada palabra y en cada
circunstancia que me había planteado.
Por su parte Marcos me dijo que lo último que
planeaba era pelearse conmigo e irse, me confesó que quería cenar y llevarme al
Fin del Mundo, pero sus celos se habían apoderado. Me dijo que no podía aceptar
la idea de que creyera más en Lorenzo que en él. Ni mucho menos que nos
peleáramos por él, por el idiota de Lorenzo.
Finalmente aclaramos nuestro mal entendido,
quedamos en que yo iba a cuidarme de Lorenzo, ya que todo lo que Marcos me
había contado era verdad, cuidarme de Angie, y de la supuesta complicidad de
ambos. Aclarado completamente, sonreímos y nos volvimos a besar, esta vez con
mucha más pasión, tanta que tiré mi cartera al suelo, mientras Marcos intentaba
alzarme en brazos para que me siente en el capó del auto que estaba allí, sin
más lo hizo. Él me estaba acariciando las piernas, yo su espalda y deseando que
estuviéramos en mi casa para dirigirnos a la cama. Cuando el clima se volvía
más y más caliente golpearon la puerta del taller, Marcos se retiró y yo me
bajé de inmediato, levanté mi cartera y miré a mi amor. Él se dirigió hacia la
puerta, charló con quien la había golpeado y volvió. Nuevamente me besó pero lo
detuve, ya que si no fuera por quien golpeó estaríamos haciendo otra cosa en
este momento. Un tanto más tranquilos quedamos en vernos esta misma noche, en
mi casa. Lo invité a cenar y a quedarse a dormir. Felizmente accedió, lo besé y
me retiré del lugar.
Camino
a la empresa comencé a reflexionar como siempre. No podía creer el rotundo
cambio de mi vida, estaba tan feliz. Mi vida era simple, común y muy agradable,
desearía poder tratar con mi madre pero eso no depende de mí. Sin embargo tengo
pensado trabajar en eso. Sin embargo mis malos pensamientos dieron un fuerte
giro al recordarlo, a recordar los besos y las caricias de ese hombre que me
volvía loca. De ese hombre que me llevó al Fin del Mundo, me enamoró y se
apoderó de mi alma, mente y cuerpo para siempre. De ese hombre que era mi Dulce
Amor.
Capítulo
26:
Al llegar noté con agrado que Brenda había
trabajado muchísimo, sólo para ayudarme dándome tiempo para reorganizar mi vida
y mí casa. Le agradecí muchísimo el esfuerzo, adelantó muchas llamadas. Le
ofrecí un descanso, el cual me negó, insistí pero nuevamente se negó. Hecho
esto me dirigí a mantener mi mente y mi cuerpo en el trabajo, pero todo se
detuvo al ver la llamada, era él, ansioso por verme y hablarme, obviamente
contesté de inmediato y dije:
-Hola amor.
-Ayy que
lindo suena Victoria. Hola mi amor. Te extraño mucho. Además el beso que me
diste me dejó muuuuuuuuuy loquito, no aguanto más, quiero estar con vos linda.
-Yo
también, pero estoy trabajando Marcos.
-Lo sé, lo
sé. Hacemos así, arreglamos bien nuestro encuentro de esta noche y no te
molesto más amor.
-¿Esta
noche?
-Sisis, yo
no me aguanto más mi vida.
-Está bien,
emm, ¿a las nueve te queda bien?
-Perfecto.
Adiós hermosa. Te amo.
-Chau Marcos. Te amo.
Al cortar quedé embobecida un par de minutos,
me sentía una adolescente enamorada. Como cuando te gusta un chico y pensás en
él, deseas que te escriba o simplemente verlo, me sentí una joven mujercita
obsesionada con un amor de verano. La diferencia que este amor no sería de
verano, sino de todo el año y de toda la vida. Un par de minutos quedé sin
decir nada, simplemente pensaba que cocinar, si le gustaría y si dormiría
conmigo. Al rato pude apartar estos pensamientos y enfocarme en lo que de
verdad tenía que enfocarme, en mi trabajo.
Pasado el, mediodía terminé con las reuniones
y los llamados, sin embargo debía de verificar los ingresos y exportaciones de
la fábrica. Debía de ser muy cautelosa, si Marcos tiene razón la empresa puede
caer, y sin duda si cae caigo con ella. Nunca dejaré que la mayor herencia de
mi padre caiga sobre mis hombros sin más, lucharé hasta lo último para pelear.
Al cabo de las 5 de la tarde terminé de revisar todo, para mi sospecha no
encontré nada, sólo un par de cuentas bancarias que no coincidían por lo qué
mañana me encargaré de revisarlas muy pero muy bien. Si Lorenzo planea algo lo
voy a atrapar con las manos en la masa y despediré, de todas formas él es un
accionista por lo que se me puede complicar si no convenzo a la Junta
Directiva.
Dí por finalizado mi día pasadas las 19hs. Me
dirigía a mi casa en el barrio. Llegué, me cambié de ropa, limpié algo y
comencé a cocinar. Al ser un invierno complicado opté por una carne al horno
con verduras, además de cuidarme del frío debía de cuidar mi silueta. En medio
de la preparación tocan timbre, de inmediato me dirijo, abro la puerta y lo
veo, sonriente y con un vino en su mano derecha. Entra, coloca el vino en el
piso y me toma por la cintura dándome pequeños besos en mi boca, al cabo de
unos segundos me intento soltar para que no se me queme nada pero él no me
deja, me aprieta y dice:
-Un besito
más y te suelto.
Lo beso con muchas ganas, y me fijo como iba
la preparación, aprieta sus dientes demostrándome que deseaba seguir besándome.
Mientras cocinaba hablamos de nuestras familias, amigos y de nuestro pasado. Yo
tuve mucho cuidado con hablar de Lorenzo ya que notaba en Marcos algo de celos,
luego de eso, hablamos sobre nuestros gustos y demás. Le pedí que revolviera
las verduras mientras miraba la carne, mientras él revolvía lo abrasé por
detrás y le susurré:
-Te amo Marcos.
Él respiró profundo y dijo:
-En este preciso momento me muero de ganas de
llevarte al Fin del Mundo, pero tenemos que comer. Por cierto, te amo con toda
mi alma Victoria.
Sonrió y me dio un corto beso, el cual yo
quería seguir pero sin más nos separamos. Pusimos la mesa y al cabo de 20 min
estaba pronta la comida, continuamos hablando de nuestras vidas y de trabajo.
Él me comentó lo de una carrera, lo querían para que corriera en el centro de
Argentina, debía de irse 1 mes o quizás 2, al escuchar eso algo en mí se apagó,
no soportaría el hecho de no verlo por 1 mes, mucho menos 2. Me notó callada al
comentarme eso, por lo que intentó cambiar de tema de inmediato. Me preguntó
por la fábrica y le comenté la verdad, le dije que sospechaba de Lorenzo por lo
que meticulosamente me dirigí a revisar los informes con cautela.
Al terminar con la charla y la comida, Marcos
se ofreció a fregar mientras yo ordenaba la cocina, al terminar iba a dirigirme
a la sala a mirar televisión con él, pero me toma de detrás, me abraza, da la
vuelta y dice:
-Esta noche
no te me escapás hermosa…
-Fuiste vos
el que se escapó ayer –añadí seductoramente-
Sonrió y comenzó a besarme de una manera muy
intensa, tomó mi cara moviéndola al compás de sus labios, comenzó a bajar su
mano tocándome la cintura hasta llegar a mi cola, me dirigió hacia el sillón y
allí nos recostamos. Con ese beso logró callar mis mayores temores, me
considero una persona bastante insegura cuando empiezo algo nuevo, por lo que
temía mucho de que me equivocase, pero Marcos y sus besos encontraron en mí un
lugar que no me animaría escavarlo ni en un millón de años. Encontró en mí el
verdadero amor, aquel que se arriesga sin miedo, aquel que te apasiona y te
convierte mujer cada día.
Capítulo
27:
Él se posó sobre mí, yo apoyé mi cabeza en el
sofá mientras él acariciaba mis piernas y besaba mis labios, rostro y pechos.
Yo acariciaba su espalda y lo besaba apasionadamente. Él me quitó la camisa y
yo su remera, en ese instante suena mi celular, iba a contestar pero Marcos me
frenó al girar mi cabeza y besarme nuevamente. Nos continuamos besando hasta
que nuevamente insistió mi celular, esta vez atiendo sin más. Era Brenda, me
preguntaba por unos archivos en la computadora, se los dije pero la reté porque
ya debería de haberse ido a casa. Corté y Marcos me tomó por la cintura, me
besó mientras acariciaba mis cuerpo, comenzó a dirigirse junto conmigo hacia el
pasillo el cual dirigía a las habitaciones, allí me hizo upa y apoyo mi espalda
contra la pared, comencé a retirarle en cinto, los pantalones y finalmente su
ropa interior, él por su parte hizo lo mismo, de ese modo listos comenzamos
nuestro perfecto acto de amor. Marcos me sostenía con sus fuertes brazos
mientras movía sus caderas y su cuerpo al compás del mío, sentí un placer
inexplicable tanto que emití un gemido fuerte y agudo, Marcos respondió con un
beso y un suspiro al final. Luego de un rato tendidos contra la pared Marcos me
dijo:
-¿Nos
bañamos?
-¿Juntos?
-Como te
quede mejor. Fijate que podemos ahorrar agua y energía… no sé…
-Ayy Marcos
–reí y tomé su mano-
Llegamos a
la bañera, abrí la canilla caliente, y luego la fría para que quedara tibia.
Coloqué unas sales y un baño de espuma. Marcos hace el gesto de oler y dice:
-Mmm, que rico
mi amor. ¿Estás lista mi reina?
-Más lista
imposible
Dicho eso toma mi mano y juntos entramos en la
bañera. Él se sentó detrás de mí, yo apoyé mi cabeza sobre su pecho, nos dimos
un corto beso y luego comenzamos a charlar…
-Marcos…
siento que me enamoré por primera vez, me siento como en una aventura o en un
sueño… un sueño donde nunca quisiera despertar.
Sonríe y dice: -Yo nunca me había enamorado,
creí haberlo hecho pero no. Ahora, recién ahora conocí el verdadero amor, con
vos mi vida. Y de verdad te lo digo, si es por mi esto será para siempre…
-Por mi
también…
-¿Para
siempre juntos entonces?
-Para
siempre juntos…
En ese
momento me dí la vuelta y comencé a besarlo, él respondió pero no con tanto
deseo como yo. A los segundos nota mi deseo de volver a estar juntos por lo que
me coloca sobre él y ahí nos hicimos uno. Él tomaba mi cintura y yo estremecía
mi cabeza hacia atrás, demostrándole a mi cuerpo y alma el mayor punto de
placer de mi vida. Marcos besaba mi cuello, pechos y hombros, yo gemía y lo
besaba con mucho deseo, tanto que nuevamente deseé congelar ese momento…
A los 20
minutos nos pusimos ropa interior y nos dirigimos a la cama, nos acostamos y
comenzamos a hablar nuevamente de nosotros, de nuestra vida y de nuestras
familias.
Me contó una broma que le había hecho a Flor
cuando era pequeña, era algo cruel pero muy graciosa de verdad. Sucedió cuando
ella comenzaba las clases, estaba algo nerviosa, Marcos había cambiado el
horario del despertador haciendo que despertara a las 4 de la madrugada en vez
de a las 7. Ella se despierta y según el reloj de su cuarto eran las 8:30, hora
en la que ella entraba al colegio, de inmediato fue al cuarto de su madre,
Isabel, y la despertó como si fuera a ocurrir una catástrofe, Marcos se tiró en
el piso de su cuarto a reírse de la cruel broma para Flo, su mamá lo retó pero
confesó que al final terminó riendo mucho más que Marcos, y la pobre de Flor
enojada con ambos. Al escuchar su anécdota no pude parar de reír, eso sí, le
prohibí que me hiciera algo así, me moriría si llegara tarde a alguna reunión
importante.
Continuamos hablando y de a ratos él besaba
mis labios, mi frente y mis mejillas. Algo embobecida le dije:
-Me encantan tus besos.
-A mi
también amor.
-Besame
Marcos…
Dicho eso
me beso, me tomó del cuello y del rostro haciendo que nuestros labios bailen al
compás de nuestros cuerpos. De a poco nos fuimos recostando en las almohadas
hasta que nos detuvimos…
-Ayy.
Mamaderaaaa, que linda nocheee… Como decía mi abuelo… la muerte puede caer
sobre mí… llegué a experimentar lo más hermoso de la vida.
-Ayy Marcos... yo a decir verdad, pienso
exactamente lo mismo. Te amo mi amor.
-Dulces
sueños mi amor…
-Espera…
-¿Qué?
-¿No te
gustaría vivir acá, conmigo?
-¿Mudarnos juntos…?
Capítulo
28:
-¿Vos
decís…?
-Ya vengo..
me voy a poner tu camisa, esta frío…
-Vení que
te caliento enseguidita –grita-
-Marcossss!!
–le respondo-
Llego, me
siento a los pies de la cama, él me miró y me dijo:
-¿No habrás
ido a ponerte mi camisa para evitar la conversación…?
-No amor,
de verdad tenía frío.
-Oka linda.
-Entonces….
¿Qué decis Marcos?
-Yo quiero
pasar todo el tiempo posible a tu lado. Esto sería una oportunidad perfecta. Si
esperas por mi respuesta, es un sí.
-Podría
complicarse nuestra relación igual.. digo... por el desorden y eso.
-No lo
creo, mientras seamos ordenados. Yo en mi casa he hecho de todo, cocino, frego,
ordeno, lavo pisos, hasta plancho… Pero…
-¿Pero
qué…?
-Se puede
complicar si tu mamá no te apoya. De verdad amor, no me siento bien pensando
que te peleaste con ella por estar conmigo…
-Ella se
peleó conmigo. Vos nunca le hiciste nada. Mañana voy hablar con ella.
-Oka ...¿
Dormimos ?
- Sí, a
dormir.
Toma mi mano y me recuesto en su rostro. Beso
sus labios, luego, giré mi cuerpo para apagar la lamparita de mi lado, él me
abrazó fuerte, besó mi mejilla y dijo:
-Buenas noches mi amor.
-Dulces
sueños Marcos.
Cerré los ojos y sentía su calor, su aroma
natural, sus pulsaciones cerca de mí… finalmente me dispuse a descansar al lado
de mi amor.
Al despertar estiro mi mano para abrasarlo,
besarlo y darles los buenos días. Pero noto vacía la cama, me levanto, coloco
mi bata y me dirijo hacia la cocina. Allí estaba preparando el desayuno, ya
bañado perfecto para mi gusto. Me acerqué, lo besé y dije:
-Buenos
días mi amor.
-Ahh, que
lindo suena… buenos días mi reina. Me tomó de la cintura y besó un par de
veces. Luego comenzamos a desayunar y a charlar. Le comenté que iría a mi casa
luego de bañarme para hablar con mi familia y tratar de aclarar mi desacuerdo
con mi madre, él iría a su casa y al taller.
Al terminar juntamos todo, lavé las tazas y me
fui a duchar. Mientras lo hacía noté que Marcos me observaba, sin que se diera
cuenta enjaboné suavemente mi cuerpo para provocarlo, de inmediato entró al
baño y corrió la cortina, se asomó y dijo:
-Ayy
Mamamdera, que linda que sos mi amor. Quiero entrar y bañarme con vos… AHORA,
YA YA YA!
-No Marcos…
- ¿No? –
haciendo pucherito-
-No me hagas pucherito… No, es que me tengo
que ir rápido amor.
-Oka, pero dame un besito.
-Me acerco
para besarlo y me toma fuerte de la cintura sin mojarse ya que lo hace junto
con la cortina del baño. Me besa con mucho deseo, me da un piquito final y se
retira…
Cuando
salgo, me dirijo haci la habitación, cambio de ropa y busco a Marcos, estaba
sentado en el sillón esperándome para salir. Él iba para su casa y yo para la
fábrica, y luego la mansión. Lo llamo, él se levanta, apaga la tv, me toma de
la mano y dice:
-¿Vamos mi
vida?
-Vamos.
Tomados de la mano nos dirigimos hacia un
camino corto, un par de cuadras, sin embargo sentí que caminaba hacia la
felicidad, con él, con el amor de mi vida…
Capítulo
29:
Llegué a la empresa y comencé mi día,
nuevamente sería apresurado ya que debía de hablar seriamente con mi madre.
Entro a mi oficina y veo en mi agenda, estaba casi vacía, era mi día de suerte,
me dirigí a la mansión de inmediato.
Tomé un taxi y fui directo, recordé que
necesito aprender a manejar, quizás el fin de semana arregle eso. En fin,
llegué y como una desconocida toqué timbre. Emilio abrió la puerta, al verme me
da un abrazo y saluda, muy eufórico me dice:
-Te extraño
Vicu…. Te perdiste con el morocho, eeeh?
-Emilio, shhh, callate.
-¿Mi madre
dónde está?
- En su
santuario. Ya baja. ¿Querés tomar algo?
- Un café
me vendía perfecto.
-Ya mismo te lo traigo.
-Gracias Emilio
Esperé 5 minutos tomando café hasta que la ví,
bajaba las escaleras con delicadeza y me miraba con algo de frialdad, lo que
hizo estremecerme, desde pies hasta mi cabeza…
Se acercó,
sentó en frente de mí y saludó con mucha cautela, como si no me conociera. Me
observa y dice:
-Hola Victoria
-Hola mamá.
¿Cómo has estado?
-Bien,
¿vos?, ¿Cómo va tu relación? ¿Aún siguen juntos?
-Mamá, por
dios.. Claro que sí. Lo mío con Marcos es serio.
-Ayyyyyy,
ni me lo nombres. Victoria eso no es serio. Él era tu chofer hija por dios!!
-Mamá, lo
era, ahora es mi pareja.
- ¿Cómo?
¿Tu pareja? Lorenzo tiene razón, estás completamente cegada hija!
-¿Lorenzo?,
¿acaso hablás con Lorenzo a mis espaldas? …. Listo! Adiós mamá, quería arreglar
los conflictos con vos, pero sos muy difícil.
-Victoria
por dios, él no te merece, no tiene dinero nada..
- ¿Qué no
me merece?.... Como se nota que no conocés a Marcos Guerrero. Hasta nunca
mamá!.
Dicho eso dí un portazo y me fuí muy rápido,
llamé a Marcos y casi llorando le pedí para vernos. Fui a su casa, mientras iba
en el taxi lágrimas corrieron por mis mejillas hasta morir al caer. Quería
parar de llorar pero no podía, no quería aceptar que mi madre no me estaba
apoyando en lo más hermoso que me había pasado hasta ahora.
Llegué a la casa de Marcos, sequé mis lágrimas
y golpee su puerta. Abrió, de inmediato le rogué que me abrazara. Respondió
algo desconcertado, peor notó mi tristeza por lo que me abrazó fuerte y besó mi
frente luego.
Me invitó a pasar y ofreció delicadamente un
vaso de agua. Acepté, luego me invitó a su cuarto, quería saber que me estaba
pasando.
Entramos y nos recostamos en la cama, apoyé mi
cabeza en su pecho, respiré profundo y sintetizando le comenté porque estaba
tan triste. No podía creer que mi madre negara mi felicidad, quizás no lo hacía
directamente, pero en fin, lo estaba haciendo. Marcos me explicó que él no
puede aceptar que yo me haya peleado o esté mal con mi madre por él. Confesó
que se sentía respondable. Insistí, él no tenía nada que ver, era ella la
terca, además estaba metido Lorenzo. Él le había llenado la cabeza a mi madre,
de seguro. Al oír la palabra LORENZO, Marcos se levantó y dijo:
-Ahora sí,
lo mato.
-Nooo
Marcos, sería peor.
-Noo, este garca se merece una paliza. Y yo se
la voy a dar.
-Que no,
amor, no seas terco, va a ser mas difícil así, creeme. Vení, tranquilo mi vida.
-Oka, pero no le aguanto mas nada ehh.
-Oka
Me
mira, toma de mi cara y me da un corto pero suave y dulce beso en los labios.
Cierro los ojos y siento esa paz, la paz que sólo él me da. Esa tranquilidad
que hace que mis músculos se aflojen, mi felicidad aumente y mi corazón explote
de amor por él.
Capítulo
30:
Luego del beso me recosté y abracé con muchas
ganas. Él respondió y de inmediato cerré mis ojos. Al abrirlos noto que era muy
tarde, me levanto y Marcos estaba en la cocina. Me acerco y le digo que me voy
a ir, ya era muy tarde, insistió en que me quedara, pero se lo negué. Le ofrecí
ir para mi casa, aceptó, por esto preparó un bolso con algunas de sus cosas.
Salimos de la mano hacia mi casa, en el camino me dijo que al llegar me
acostara, él hacía la cena. No se lo negué, por lo que al llegar caí rendida en
mi habitación. Dormí una cuantas horas más, al despertarme lo veo a mi lado
dormido, había dejado un plato con pastas en mi mesa de luz, me levanté, cené y
dormí nuevamente.
Tuve un gran descanso, por lo que a la mañana
siguiente desperté con mucha energía, pero eso no significa que lo haya hecho
felizmente. Me sentía algo resentida por el conflicto con mi madre, pero debía
de ver el lado bueno de las cosas, estaba con Marcos. Me levanté, preparé el
desayuno y luego me duché, al salir del baño me dirijo hacia la habitación y
veo que Marcos sigue tendido en la cama, me visto y luego me siento a su lado,
beso sus mejillas y luego sus labios, al notar que se despertaba le digo:
-Buenos
días mi amor.
-Mmmm,
buenos días hermosa. ¿Cómo dormiste?
-Muy bien. Gracias por todo Marcos.
-De nada amor.
Luego tomé su mano y fuimos a desayunar,
Marcos me contó que le ofrecieron correr en el sur, quizás aceptaría, pero
quería consultarlo conmigo. Me puse muy contenta por él y lo incentivé a aceptar
e irse. De todos modos me frenó, me dijo que si yo no podía ir con él, no
pensaba irse, no quería descuidarme sabiendo que Lorenzo está jugando por
detrás. Insistí un par de veces pero se me hizo difícil, finalmente decidimos
desviar el tema para hablarlo después. Al rato fui camino hacia le empresa, al
llegar saludo a mi hermana Brenda, ella me mira seria y dice… alguien te espera
en la oficina. Noto en sus ojos el miedo, o quizás el suspenso al decirlo. Me
asusté un poco, pero noto la exageración por parte de ambas. Abro la puerta y
me mira. La observo y me pregunto a mi misma, ¿Qué esta haciendo esta mujer
acá?, ¿acaso quiere tener problemas nuevamente con la fábrica o conmigo?,
¿acaso será porque estoy con Marcos y lo sabe?... no lo sé, pero lo averiguaría
en 5 minutos. La miro, saludo educadamente, me siento, la invito a un café y a
sentarse pero niega ambas, me observa fijo a los ojos y dice:
-Vine por
lo que me pertenece. Quiero comunicarte que ya está en camino una demanda a
golosinas Bandi por robo y estafa. Esta fábrica se creó de mentiras, al igual
que tu familia…
- ¿Cómo?,
¿Qué hiciste que..? Vos sos loca, esta fábrica la creó mi padre. Demandá a
quien quieras, tengo pruebas para refutar lo que me estás diciendo…
Te lo voy a
decir, me molesta mucho tu actitud y me caes muy mal…
-Al fin, al
fin lo aceptás…
-Lo digo
porque querés pelea, con o sin abogados pero la querés… no por otro motivo.
-Ese otro
motivo es Marcos.. ¿no?
-Sí.
-¿Están
juntos?
-No tengo porque explicarte mi vida privada
Noelia.
-No lo
negas…
-Sos la
abogada que me está demandando, ubicate Noelia. Bueno, si necesitas algo
hablalo con mi abogado, no conmigo.
-Me estas
echando…
-Tomalo
como quieras…
-Adios.
-Chau…
Me dejé,
caer en la silla y pensaba… como si fuera poco esta mujer venía acá a querer
complicarme la vida, a mí, a mi familia, y lo que en este momento sería peor,
mi relación con Marcos.
Capítulo
31:
Luego del enfrentamiento con Noelia supe que
debía de comentarle esto a Marcos. Mientras tanto trabajé hasta cerca del
mediodía, cuando por fín me dirigía su taller. Llegué a mi destino en no más de
10 min. Me acerco a él y lo saludo. Responde con una sonrisa y me dice: -Hola
mi amor. Intenta besarme pero le digo que no ya que nos podían ver de la calle…
De todos modos era un pensamiento algo contrario al de unas noches anteriores,
más allá de que camináramos de la mano durante la noche alguien nos pudo haber
observado. De todas formas delante de su taller estaba el bar del terco, y es
allí donde gran parte del barrio se junta, por lo que nuevamente apoyé mi idea
de no besarlo a plena luz del día en la calle.
Me ofrece asiento, lo acepto y comienzo a contarle
mi enfrentamiento con Noelia, lo que ella había hecho y lo que me había dicho
de nuestra relación. Le pregunté a Marcos si ella sabía que estábamos juntos,
giro la cabeza hacia los lados, incicando que no, e hizo el gesto de que
entraba alguien. Giro mi cabeza y era ella, la ví y sentí que quería matarla
por dentro, se estab metiendo con mí fábrica y con mí pareja, ya era demasiado.
Se acerca y dice:
-Veo que
estás ocupado. Hablamos más tarde Marcos. Un beso.
Lo miré a Marcos, notó mis claros celos y
dijo:
-Tranquila, si te queda bien que le cuente que
estoy con vos, ya mismo lo grito a cuatro vientos linda.
- ¿A que
venía?.. si se puede saber…
-No tengo
idea…
-¿A no, no
tenés idea?..
-No… ni
idea.
Giro para irme pero él me detiene… me acerca
hacia él y dice:
-No seas
cabeza dura, no tengo idea que quería hablar conmigo. De seguro lo mismo que
vos amor. No seas celosita sin razón, yo estoy con vos, nunca miraría a ninguna
otra mujer que vos…
-Oka
perdón.
-No pasa
nada. Eso si, es una gran recompensa…
-¿Recompensa..?
-Sí, claro. Esta noche… ¿salimos?
Capítulo
32:
-Oka… ¿pero
esta noche?
-Siii, esta noche.
- No lo sé,
tuve un día bastante… complicado…
-Lo sé
amor, pero podes hacerlo para relajarte… y para estar conmigo.
En ese momento sonríe, por lo que se me hace
inevitable negárselo. Quedamos entonces en salir a comer esta misma noche, a
eso de las 20:30. Le dí un piquito y me fui a la empresa. En el camino mi
cabeza me torturaba pensando que es lo que Noelia quería con Marcos. De todas
formas me tranquilicé al recordar cómo es Marcos, una persona incapaz de
engañar o mentirme. Por lo que sonreí al darme cuenta de las escasas esperanzas
de Noelia para con él, suena un poco cruel pero así lo siento.
Llegué y de inmediato me puse a terminar mis
llamados pendientes y acomodar mi agenda para estar lista esta noche. Flor y
Bren me habían facilitado el día por completo, últimamente eran ellas las que
resolvían mis apuros. Noté el esfuerzo de ambas, por lo que me dirigí a la
oficina donde trabajaban juntas y se los agradecí personalmente, de hecho les
ofrecí un pequeño aumento. Emocionadas aceptaron con mucha euforia. Luego de
esto les ofrecí café, me serví uno yo y conversamos un rato. Hablamos, en
particular, de la relación de hermanos. Coincidimos que siempre existen peleas
y disgustos pero un hermano es un hermano, y eso no lo cambia nada ni nadie. En
un momento noto que Flor me observaba, le pregunto si le sucedía algo y me
contesta que sí, confiesa que tiene una gran inquietud, por lo que se acerca a
mi oído y dice:
-¿Vos y mi
hermano están juntos…?
-Si..
-Haaaaaaaaaaaaay, dios que lindo..
-Shhh, no
digas nada.. por ahora no es público… pero si seguro.
-Ayyyyy, el
negrito no me dijo nada…
- ¿A no…?
-Hasta donde
sé, a nadie..
- Yo se lo
pedí, igual ya lo haremos público, dentro de muy poquito.
-Oka
cuñada.
-Shh, te pueden escuchar.
A los 15 min. terminamos la charla y seguimos
trabajando, al tenerlas a ellas de gran ayuda solo debía de asistir a un par de
reuniones.
Al cabo de 4hs aprox. terminé, de inmediato
fui camino hacia mi casa, me bañé, relajé en la bañera con un vino tinto,
espera la hora y me vestí. Como si leyera mis pensamientos, cuando iba a
llamarlo toca la puerta. Abro y s eme tira encima, toma mi cintura y me da un
beso. Apasionado, lento y suave, tal como me gustan, al separar sus labios de
los míos le sonrío, y en ese preciso instante, él me sonrió, juraría que el
tiempo se detuvo solo para los dos. Salimos de la mano y tomamos un taxi,
llegamos en pocos minutos, era un restaurante muy lindo y confortable, nos
sentamos en una mesa, mientras esperábamos al mesero charlamos. Me explicó lo
de Noelia, ella había ido para decirle que su papá, Pepe, el dueño del garaje
donde era el taller de Marcos, se lo pensaba vender, a un costo sumamente bajo,
prácticamente regalado. Me confesó que no quería aceptar, porque obviamente el
precio era así por ser amigo de Pepe. Le pedí perdón nuevamente por mi
desconfianza, simplemente pasa que no confío en Noelia, siento que tiene un as
bajo la manga, siempre con un contraataque. Además… se derrumbaría mi mundo sin
él. Cuando le ofrecí disculpas le expliqué esto último, no pude evitar
lagrimear un poco, él lo notó y se acerca delicadamente a mi rostro y dice:
Sonríe, eres hermosa.
Dicho
esto, estremecí mi sonrisa solamente por él. Me miró seductoramente, frunció
sus cejas y comenzó a besarme. Tomó mi cara y guió en ese beso, algo perdidos
estuvimos de esta manera un rato bastante largo, tanto fue que noté en Marcos
la respiración algo agitada. Mientras me besaba sentí nuevamente en mi una luz,
esa luz que sería para mí el fuerte cambio y el ingreso a mi corazón de mi
verdadero amor.
Capítulo
33:
Nos detuvimos al notar que llegaba el mesero.
Nos ofrece la carta, pero sólo fuimos por unos tragos. Tomábamos y charlábamos.
Así estuvimos por dos horas. Me comentó que su mamá salía con el comisario,
Somoza, que Flor estaba detrás de un chico del barrio, y que casi todo el
barrio andaba de pareja. Al parecer había surtido efecto la primavera, no ha
llegado aún, sin embargo se viene con todas. Yo por mi parte le comenté que mi
hermana creo que esta de novia, pero no lo sé aún, Natacha por lo que escuché,
no me ha confirmado nada aún, estaría con Julián. Lo que no me gustaba mucho ya
que él estaba casado. Marcos me lo confirmó, Julián era su mejor amigo, le
contaba todo. Además me dijo que las cosas entre Julián y Gabriela están mal
desde hace mucho, sólo que ahora se atrevió a dejarla. Sin embargo no me
parecía correcto.
Comenzamos a charlar de nuestros amoríos
pasados. Por mi parte no eran muchos, ahora él, un montón, demasiado para mi
gusto. No lo juzgaría por ello, pero no era algo que realmente me agradara. Le
conté que no fueron muchos hombres los que pasaron por mi vida, ni mucho menos
alguien que me haya marcado. En la secundaria me había enamorado de Lucas, un
chico de mi curso, salimos un par de veces pero era un tremendo arrogante, por
lo que mi amorío fue solo un par de semanas, típico adolescente. Hasta ahora no
me había enamorado, ni mucho menos arriesgado tanto por un hombre, sin embargo
me había entregado por primera vez en cuerpo y alma a un novio que tuve. Al
tiempo me enteré que salía con una de mis amigas y ahí se terminó todo. Fue
lindo, pero con un final horrible.
Marcos me confesó que tenía muchas
“amiguitas”, así las llamó, según él era solo de una noche, es decir, por el
rato. En el momento que me dijo eso mi rostro cambió de repente, sentí como que
había usado a esas chicas, notó mi reacción por lo que dijo:
-Sé que
suena feo… “amiguitas”. Pero no tenía tiempo para una novia, estudiaba y
trabajaba, además una vez me creí haber enamorado, y ella me destruyó, desde
ahí como que unos años no toqué el tema de relación formal.
Le sonreí indicando que lo entendía, pero no
era así. Lo hice para intentar entenderlo, cosa que seme hizo difícil, pero al
contarme lo que le había ocurrido con su padre y familia, entendí
perfectamente. Me quedé con la intriga de saber quien le había roto el corazón,
ese corazón frágil pero fuerte a la vez… le hice la pregunta.. dudó un poco
pero en fin dijo…
-Cuando
estuve con Noelia, en mi adolescencia.
En ese momento cambió nuevamente mi cara,
¿Noelia?, ¿Por qué tiene que estar metida en todo?... notó mi reacción y dijo…
-No peleemos
por esto, si fuera otro te hubiese mentido amor. Lo de Noelia ya pasó, fijate
que si no fuera así no estaría con vos.
Lo miré, tomé un trago de mi copa y lo besé.
Él respondió. Un tanto perdidos en ese beso nos detuvimos, y decidimos irnos
del bar. Salimos caminando juntos de la mano, de vez en cuando el me giraba y
me besaba, noté de inmediato su deseo de llevarme al Fin del Mundo.
Al llegar de la puerta me tomó de la espalda,
abrí la puerta y al entrar me abrazó más fuerte, comenzó a besar muy
apasionadamente y cerró la puerta empujándola con su pie izquierdo.
Tomó mi bolso, lo puso sobre una mesita
ubicada a nuestro lado y me tomó nuevamente de la cintura, me acercó a él y
dijo:
-Vos sos mi hermosa. Y yo soy todo tuyo. Nunca
lo dudes.
Me besó, muy intensamente, y mientras lo hacía
yo intentaba abrazarlo y él desprenderme el saco. Con éxito lo logró. Hecho
esto nos comenzamos a dirigir hacia el sofá, caminábamos al ritmo del beso.
Tomé mi bolso para dejarlo en el living, pero se me cayó, lo iba a levantar
pero Marcos hizo girar mi cuerpo como bailando y me tomó de nuevo. Comenzó a
besar nuevamente al punto de que nuestras pulsaciones se aceleraran al máximo.
Detuve el beso por unos segundos y dije:
-Marcos…
Llevame al Fin del Mundo…
-Ahhh si.
Si mi amor.
Tomó mi cintura nuevamente me upó. Coloqué mis
piernas rodeando su cintura, él comenzó a desabrocharse los botones de la
camisa… lo detuve diciendo…
-Disfrutemos el momento. La noche se presta
para mucho más…
Capítulo
34:
Al oír lo que dije estremeció su cuerpo,
intento pararse y tomarme fuerte, lo detuve y muy despacio lo fui empujando
hacia el sofá, hasta que finalmente estiré mi brazo y lo empujé aún más,
haciendo que caiga. Me miró, mordió sus labios, frunció sus cejas y antes de
que intentara hablar le dije:
-Te voy a
dar una sorpresa, cerrá tus ojos por unos minutos…. Disfrutemos la noche amor…
-Ayy,
Victoria por dios, me vas a matar asiii. Ya los cierro mi vida.
Dicho eso cerró sus ojos, mientras yo buscaba
velas y fósforos. Las posé sobre la estufa, y prendí ambas.
De inmediato le ordené que los abriera, cuando
lo hizo comencé a girar y a quitarme la ropa para provocarlo. Retiré mi vestido
muy lentamente moviendo tomo mi cuerpo, giré un par de veces hasta retirarlo
por completo. Marcos suspiraba mientras yo deseaba estar con él de inmediato.
Al terminar fui directo al sofá, me tiré encima de él y comencé a bésalo desaforadamente.
Él respondió y comenzó a acariciar toda mi espalda, hasta posarse en mi cola.
Nos caimos hacia un costado del sofá para acomodarnos y comenzar nuestro acto
de amor pero se nos hizo algo incómodo, por lo que nos tumbamos en el piso. No
parábamos de besarnos, ni las caídas nos detuvieron. Yo estaba posada sobre él,
sacándole la camisa y previamente su saco. Él retiró mi brasier y luego se
quitó sus pantalones con mi ayuda. Luego Marcos hizo que giráramos en el piso,
se posó sobre mí, retiró las pocas preñadas que nos quedaban y ahí nos hicimos
uno. Estremeció mi cuerpo con todos sus besos y caricias, el placer que
sentimos en ese momento era inexplicable. Estaba a punto de girar para
colocarme sobre él pero me detuvo, observó con mucha ternura y dijo:
-Te amo. Te amo mucho mi amor.
-Yo también
te amo mucho Marcos.
Dicho eso comenzó a besarme, giró, me posé
sobre él mientras tomó mi cintura para agilizar nuestros movimientos. Al cabo
de un rato nos detuvimos, me recosté sobre su pecho y dije:
-Que
hermosa noche…
-Perfecta
mi amor…
- ¿Vamos a
la cama, o dormimos acá…?
-Como te
guste…
-Vamos al
cuarto…
Fuimos
tomados de la mano, juntamos la ropa. Yo me puse un baby doll para dormir,
Marcos solo un bóxer. Fui a la cocina a buscar algo para tomar, tenía un vino
blanco. Serví dos copas y me dirigí al cuarto. Al entrar no lo veo, por lo que
comienzo a llamarlo. Nadie contestaba, algo inquieta dejé las copas y lo
comencé a buscar. De pronto siento una presencia detrás de mí, era él, él y sus
bromas. Algo molesta le dije…
-Me
asustaste Marcos, pensé que había pasado algo..
-No te
enojes mi vida, solo una bromita… -rió-
-Ok
-UUUUy,
sólo “Ok”, ¿y el oka?
-No me
gustó tu broma Marcos, soy algo miedosa.
-Perdoname
amor, soy jodón a veces…
-Bueno, no
pasa nada, vamos a dormir.
-Sí mi
vida.
-Traje una copas con vino blanco.
-Que rico amorrr
Nos recostamos en la cama y brindamos,
brindamos por lo nuestro y por las bromas de Marcos.
Me besó y dijo:
-¿Dormimos
amor?
-Sí, dulces
sueños Marcos.
-Te amo linda. Que descanses..
-También te
amo. Hasta mañana mi vida…
Dicho eso
me recosté en su pecho y cerré los ojos para olvidarme de todo, como lo hago
cada vez que estoy a su lado.
Finalmente se me había ido el enojo, él es
bastante jodón, es cierto, y no me he dado cuenta, pero eso es también algo que
amo de él. Sabe tranquilizarme con pequeñas cosas, esas pequeñas cosas que sólo
él sabe apreciarlas.
Capítulo 35
Abrí mis ojos, miré a mi lado y ahí estaba.
Tumbado a mi lado, con los
ojos cerrados y su rostro iluminado por
algunos rayos de Sol. Era
perfecto verlo ahí, durmiendo como un ángel
junto a mí. Dándome la
seguridad de que está conmigo y solo conmigo.
Me puse su chaqueta y mi brasier. Fui al baño
a arreglarme un poco,
luego de unos minutos a la cocina a preparar
el desayuno. Estaba
preparando dos cafés cuando lo veo asomarse
por la cocina, le sonrío y
me dice:
-Buenos
días mi reina.
-Buenos
días mi amor. ¿Cómo dormiste?
-Perfecto.
Y la noche ni te digo. Más hermosa imposible. Como vos
Victoria.
Se acerca y me da un corto beso. Le ofrezco
café y acepta. Miro la hora y
digo:
-Tenemos
que volver a la Tierra…
- Quiero
vivir en el Fin del Mundo con vos toda mi vida… no quiero caer
de nuevo en la Tierra.
-Tenemos
que volver… yo tampoco quiero bajarme de este hermoso viaje…
- Y emmm,
no tenés 5 minutitos más, digo… para…
-Le
interrumpí con un beso y dije- Si es por mí tendría todo el tiempo
del mundo…. De todas formas puedo tener 15
minutitos más…
-Ahh, que
leendo!
Dicho eso, tomó mi cintura, y me comenzó a
besar. Lo abracé mientras él
tomaba la parte delantera del saco para
acercarme más a él… se detiene y
dice:
-Ni te
imaginás las veces que soñé con despertar a tu lado…
-Yo
también, no lo quería soñar por miedosa, por suerte lo estoy
viviendo…
Ambos
sonreímos y continuamos con el beso. Al cabo de unos minutos
comienza a tomar intensidad, al notar la
aceleración de la situación
detuve y dije:
-Paremos un
poquito… sino se me van a pasar lo minutitos y será,mínimo,
una hora..
-Sii, sii…
Igual si fuera por mí me quedo acá todo el día con vos… te
secuestro…
- Río por
su comentario y digo.. -Aaay Marcos.
Me dirijo hacia la habitación y me doy cuenta
que sigilosamente Marcos
me sigue, intentando que no me diera cuenta.
Al llegar comienzo a
sacarme la ropa de gusto, pensaba solo elegir
ropa y ducharme, pero como
me espiaba lo hice de manera delicada y muy
sensual… Me doy cuenta que
quiere seguir observándome, por lo que digo:
-¿Te gusta
el bomboncito Bandi que ves?
Queda perplejo, no dice nada, ese momento fue
como que si lo hubieran
congelado. Río por la situación, cuando noto
que la estatua de hielo
cobra vida. Se acerca y me toma por la cintura
muy fuerte, me acerca a
su cuerpo y dice:
-Me encanta.
Sonrío… y antes de que pueda contestarle toma
de mi cara y me besa muy
intensamente… sin más caímos a la cama y
continuamos nuestro profundo
beso. Yo estaba posada sobre él, intento
detener el beso, ya que si
seguíamos saldría muy tarde para la fábrica…
al parecer nota mi
reacción, por lo que gira, se posa él sobre mí
y dice:
-No sé si
quiero dejarte ir… Recuerda, esto es un secuestro…
- ¿A si?.
Dígame Señor Secuestrador… ¿Cuál es la recompensa?
-Besitossssss... por todos ladosss.
Capítulo
36:
Le sonrío, le beso nuevamente y le digo:
-Me tengo
que ir amor…
Hace
puchero, y nota mi debilidad por lo que dice:
-Oka. La
dejo ir, eso sí, la recompensa no será ahora… pero si después. ¿Qué decís?
-Oka. Trato
hecho Señor Secuestrador…
-Te amor mi
reina…
Me sonríe,
muerde mi oreja y se aparta para que pueda irme al baño. Hecho eso retiro mis
últimas ropas y entro en la ducha. Al cabo de unos segundos dentro siento que
alguien me abraza desde atrás. Muy asustada grito, pero él gira mi cuerpo, y
enfrentados me besa para callarme. Sonrío y digo:
-Marcos…
-Hola mi
amor… disculpá que me colé en tu ducha, no lo pude evitar amor…
-No pasa
nada. Me gusta mucho bañarme con vos.
-Aaaaaaaah, que leeendo.
-Igual,
tengo pocos minutitos amor…
-Prometo
que será solo un baño… nada más…
-Oka…
Me giró de
nuevo, colocándome delante de él y me abraza… Yo le pido que se de vuelta y
comienzo a enjabonarlo, desde su pecho hasta s cintura… noto que le gusta, pero
más de lo que yo deseara… por lo que beso un hombro y le digo…
-Me voy a
vestir amor…
-Ayyyyy,
mira como me dejas. Dame un besito…
Lo observo,
y beso de inmediato. Luego salgo casi corriendo para arreglarme, vestirme e
irme de inmediato. Llego algo tarde a la Fábrica. De todas formas tenía poco
trabajo, nuevamente Flor y Bren me hacia salvado el pellejo. Les debía un gran
regalo. Estuve solo un par de horas con llamados personales y firmando
contratos e informes. Ya era la hora de almorzar, al ver mi poco trabajo para
la tarde decidí no almorzar sola. Salí de la fábrica y caminé unas cuadras. A
los 10min de mi transcurso llegué a mi destino. Entro sigilosamente, observo, y
allí estaba. Sentado en el auto. Entro sin más, me mira desconcertado, pero al
fin, sonríe. Veo su sonrisa y mi mundo cambia, los problemas se van y la
felicidad llega inmediatamente. No logro evitar amarlo tanto. Sin más le
sonrío, beso y lo invito a almorzar. Muy felizmente accede, luego toma de mi
cara y comienza a besar… al cabo de un rato se detiene y muy cerca me dice:
-Como me dejaste hoy eeeh. PICARONA!
-Marcoss!!
Te pueden escuchar…
-No, no hay
nadie, sólo vos y yo mi vida…
Nuevamente me besa, ésta vez con más
intensidad. Devoraba mi boca con igual, o quizás más deseo que hoy por la
mañana. Estábamos sentados en la parte delantera del auto que Marcos,
previamente había arreglado. Estábamos muy cerca, besándonos, él tomaba de mis
piernas y cintura. Sin más salgo de mi asiento para unirme a el de Marcos.
Seguíamos en nuestro beso, yo estaba sentada sobré él en el asiento del
conductor. Marcos no podía más, sus pulsaciones se aceleraban rápidamente a
medida que ese beso cobraba más vida… En ese momento me dí cuenta la pasión de
ambos, me dí cuenta que Marcos era capaz de convencerme para hacer locuras por
el simple hecho de que no puedo negarme con él. Es demasiado perfecto para que
pueda decirle que no… él hacía que mi corazón se aceleraba, era su pasión, y su
amor… ese amor que giró mi vida 180º.
Capítulo 37
Finalmente opté por detenernos, era pleno
mediodía, estaban las puertas
del taller abiertas, y además, como dijera
Marcos, no habían cortinitas.
Detuve el beso, y luego me senté al lado, en
el asiento de acompañante.
Me intentó besar nuevamente, pero antes que lo
hiciera dije:
-Solo
besitos… nos pueden ver amor…
-Oka, sisi,
tenés razón. Plena luz y el taller abierto… y .. no hay
cortinitas.
Sonreí por su comentario, él hizo lo mismo y
me besó. En ese momento
pensé, su sonrisa me hace débil. No le puedo
negar nada, y menos con esa
sonrisa, es perfecta. Poco a poco ilumina mi
alma con solamente mover un par de
músculos de su cara, definitivamente es un
método infalible, si él me
sonríe no le puedo negar nada de nada…
Nos besámo
nuevamente, esta vez con precauciones de no acelerar tanto
nuestras pulsaciones, en medio del beso suena
mi celular. Era de la
mansión, por esto no dudé, contesté de
inmediato. Emilio me atendió, y
me dijo que mi mamá quería hablarme, si era
posible hoy. Le dije que no,
mañana. Puse la excusa de que tenía que
almorzar y seguir trabajando en
la tarde, lo que era mentira, trabajaría poco
y luego volvería a mi
casa temprano. A decir verdad no sé si
realmente quería hablar con mi
madre, sinceramente no, últimamente ella me ha
despreciado, al menos así
lo siento. Me despedí de Emilio, y antes de
que cortara lo invité a mi
casa nuevamente, me dijo que cuando tuviera
una horas libres se
escaparía.
Al cortar la llamada quedé pensando mucho,
Marcos notó mi silencio y
ausencia allí por lo que preguntó:
-¿Pasó algo
amor?
-No….
Bueno.. si… no sé…
-¿Con quién
hablaste Victoria?
-Con
Emilio, me dijo que mi mamá quiere verme para que hablemos…
-Que
bueeeno, está aflojando Elenitaaa...
-No lo sé
Marcos… no tengo un buen presentimiento.. y además no sé si
quiero hablar con ella…
-Yo no te
voy a decir que hacer y que no, pero yo si estuviera en tu
lugar, hablaría con ella. Es tu madre
Victoria… por encima de todas las
cosas…
-Si.. que
se yo… mañana veré….¿Amor?
-¿Que
preciosa..?
-¿Vamos a
almorzar…?
-Sí, si..
vamos.
Dicho eso toma mi mano, pero la suelta de
inmediato y dice:
-Perdón, me
olvidé que no es público aún…
-Hagámoslo
público entonces…
Tomo su
mano, beso su boca y salimos hacia el bar. Simplemente cruzamos
la calle, entramos de la mano y nos sentamos
juntos. Llega “El Terco” y
nos da la carta, decidimos optar por la comida
del día. Un almuerzo
esquicito para mi gusto. Lasaña. Tenía una
salsa exquisita. Almorzamos y
charlamos. Casualmente en medio del almuerzo
noté que el dueño del bar,
El Terco, miraba a Marcos y de vez en cuando
le guiñaba el ojo…
inmediatamente
me dí cuenta porque era… notaron que estábamos juntos. Me
puse muy feliz… pero mi felicidad fue muy
corta al ver lo que se
asomaba desde la ventana, era ella, otra vez,
metiéndose donde no le
importaba. Hice de cuenta como que no había
notado su presencia, y de
gusto besé a Marcos. Fue un beso corto,
simplemente para “marcar
territorio”, como se dice… Marcos sonríe, y
embobecida pro su sonrisa le
digo:
-Amo tu
sonrisa… no te aproveches por lo que te voy a decir pero… no
podría negarte nada si me sonríes.
Vuelve a sonreír y dice:
-Yo amo que
estés a mi lado, y si querés saber una debilidad mía…. Tu
cuerpo, tu aliento, simplemente tu presencia
me hace la persona más
vulnerable de esta Tierra mi amor…
Capítulo
38:
Nuevamente sonreímos juntos, por suerte noto
que espanté a Noelia. Suena bastante cruel, pero no me importa, la detesto,
ella igual. Por lo que no me afecta en nada.
Continuamos charlando hasta que me tuve que ir
a la mansión antes que a la empresa. Mi madre había insistido nuevamente, esta
vez no lo negué. Llegué, saludé a Emilio con normalidad y al esperé en la sala
con un café. Al cabo de 5min la veo bajar, esta vez no con cara fría o pálida,
si no, algo más animada. De todas maneras un mal presentimiento surgíó en mi
desde que me pidió que hablásemos… más allá de todo, no le di importancia.
Nos saludamos con naturalidad y de ese mismo
modo comenzamos a charlar, pero todo cambió cuando sin más dijo:
-Tengo que pedirte que te retires de la
presidencia de Golosinas Bandi.
¿Cómo? ¿Acaso se había golpeado la cabeza?,
¿si no estaba yo al mando de Golosinas Bandi quién lo estaría?...
¿además,porqué se le ocurre esto?, ¿Emilio respaldaba el pensamiento de mi
madre pensamiento?
De inmediato congelé mi cara, mis facciones y
mi corazón. La mire y dije:
-Estás loca
mamá. ¿Te parece que he hecho un mal trabajo con la Fábrica?... ¿o simplemente
me querés echar por el simple hecho de que Marcos y yo estamos juntos?
-No hija.
Creo que necesitás más tiempo para tu vida privada. Le dejarás la presidencia a
Lorenzo y tendrás menos trabajo.
Al oír que dijo “Lorenzo” me paré de
inmediato, dirigí hacia la puerta y antes de dar un portaso me despedí con
frialdad.
Tomé mi celular y llamé a Marcos, le pedí que
me viniera a buscar y si tenía tiempo para hablar. Cuando corté intenté revivir
lo que mi madre dijo, pensando comencé a dudar. ¿No es que odia a Marcos?,
entonces, ¿Porqué querría que pasara más tiempo con él?, no lo sé, simplemente
no me cierra, de seguro mi madre trama algo con Lorenzo. Algo que, obviamente,
no me he enterado.
Marcos llegó de inmediato, me subí a su moto y
le pedí que, si tenía tiempo habláramos, necesitaba consultar mis dudas con
alguien, y quien mejor que él para ello…
Fuimos a su
casa, al parecer no había nadie. Ahí nos dimos un beso,algo corto pero muy
dulce, y luego le dije:
-Mi madre
me pidió que renunciara al puesto de presidenta de la fábrica.
-¿Cómo?.
¿Porqué?
-No lo sé,
lo que si sé es que tiene que ver con Lorenzo
-Esta vez
sí lo mato…
-Nono, no
actuemos a lo rápido o bruto…
-Hablemos
en mi cuarto por las dudas, pasá amor… -abre la puerta y me abraza- Victoria..
¿por qué decís que tiene que ver con este tipo..?
-Porque mi
madre me dijo que si renunciaba el puesto sería de él…. Casi suplicándome que
le cediera la presidencia a él. ¿Y sabes la excusa estúpida que dijo…? – en ese
momento mis ojos comenzaron a gotear, me calmé y Marcos me ofreció un té…-
Llega con
la taza y me dice:
-No llores,
quedate tranquila…. –me toma por la cara, me da un beso y agrega- Yo te voy
ayudar. Vamos a averiguar que traman tu mamá y Lorenzo, porque para mí sin
dudas algo esconden.
-Gracias amor..
-No
agradezcas…
-Ahora
bajemos las revoluciones y pensemos con la cabecita fría.
Dicho eso nos recostamos en su cama. Él me
besó y luego limpió mis lagrimas. Luego dijo:
-No llores.
Una mujer tan linda como vos debe de sonreír siempre mi vida.
Dicho eso le regalé mi mejor sonrisa… me mira
y dice:
-¿Ves?, no
podes ser más perfecta.
Suspiré y le di un corto beso. Luego me
recosté en su pecho y cerré mis ojos. Mientras eso ocurría mi cabeza volaba,
seguía pensando en lo de mi madre. Era seguro algo pasaba con Lorenzo y con
ella. Y ese algo lo vamos a averiguar, sí vamos, Marcos y yo.
Capítulo
39:
Abrí mis ojos, él no estaba, algo dormida intento
pararme, al parecer estaba más dormida de lo que creí. Ya que me tropecé con
una de las patas de la cama. Lo busqué por la cocina y allí estaba, tomando un
café. Le pregunté si quería ir conmigo a mi casa, accedió por lo que armo un
bolso con algo de su ropa. De paso le volví a comentar del tema de mudarnos
juntos. Obviamente aceptó, me dijo que deberíamos de resolver antes lo de mi
mamá, pero finalmente lo convencí de que ese tema tendría para rato, por lo que
se mudaría la semana que viene. Era muy tarde, nos despedimos de Flor y Isabel
y nos dirigimos a mi casa. Llegamos, cenamos unas empanadas que encargué, luego
nos duchamos, cada uno por su parte y luego a la camita directo. No quise
volver a tomar el tema de mi madre, él me ayudaría, lo sé, pero no quería
entristecerme más de lo que lo había hecho.
Al otro día me desperté antes que él, lo que
era lógico, ya que ayer había dormido una siesta en su casa. Preparé el
desayuno y se lo lleve a la cama, lo desperté con un beso y una bandeja con
café y facturas. Me besó y dijo:
-Que lindo
mi amor. La mejor manera de despertarse, a tu lado… y el cafecito ni te digo…
Dicho eso
me besó nuevamente, corté el beso antes de lo esperado ya que debía de bañarme
y arreglarme. Se lo expliqué pero dijo:
-No mi
vida. Ya hablé con Bren. Hoy no vas de mañana a la fábrica…. Hoy… te vas
conmigo…
- ¿Cómo…?
- Hoy te
voy a enseñar a trabajar… hoy seré tu chofer amor…
- ¿En
serio?
-Sí.
Vestite como mi jefa.. te voy a enseñar a manejar y a revivir los momentos más lindos…
-Oka amor.
Le sonrío, beso los labios y me voy a cambiar.
Listos nos dirigimos a la empresa para usa el
auto. Marcos por primera vez me dejó sentarme en el asiento de acompañante.
Noté su melancolía, se había puesto el traje, ese traje que usó mientras me
enamoraba, mientras me volvía loca con su frialdad o sus acercamientos
repentinos. Al parecer tenía mucho calor, ya que había retirado su saco, y su
camisa, quedando sólo con una camiseta, bastante provocadora a decir verdad.
Obviamente no me opuse, no le dije nada, pero me gustaba que estuviera así,
cómodo, relajado, actuando con naturalidad, y casi sin ropa en su tronco.
Eran las 8am. Él conducía y yo lo observaba.
Me explicó mas o menos sobre la palanca de cambios, el freno, las luces, y demás…
Condujo 45min, estábamos ya en las afueras de la ciudad, me besa y dice:
-Bueno
amor… hay poco tránsito. ¿Te animás?
-Me da algo
de miedo… no quiero que sufrás un accidente…
-Tranquila….
Vas a conducir muy bien, tenés un excelente maestro…
Sin más comencé
a manejar, la buena introducción de Marcos me había ayudado, de todas formas me
costaba hacer los cambios, por lo que me ayudó. Al hacerlo colocó su mano sobre
la mía, en ese instante sentí su calor y las fuertes pulsaciones de su cuerpo.
Se acercó aún más, él no quería provocarme, pero sin más lo hizo. Frené de
golpe sin darme cuenta, me asusté mucho, él me intentó tranquilizar, pero quise
dejar de manejar. Nuevamente me tranquilizó, lo que hizo que continuara con mi
clase de manejo. Le confesé sin más que había frenado de golpe porque él me
había provocado, me miró muy pícaro e intentó besarme. Le dije que también
quería besarlo, pero que debía de parar de manejar… finalmente decidimos seguir
con la clase de manejo, sin besos entre medio, no podía desconcentrarme…
Al cabo de
2hs tenía el tema de manejar bastante bien. Lo invité a conocer un lugar muy
especial para mí, un lugar donde podía ser yo misma con una persona muy
especial, una persona que me guió en mi vida. Quedaba bastante lejos, pero Marcos
había llenado el tanque, por lo que nos daría para ir y volver de sobra.
En el
viaje él me comentó mas sobre su familia, me dijo que Flor estaba muy contenta
con su trabajo y más aún con su acenso. Le dije que se lo dí por el hecho de
que trabajaba con ganas, euforia y más de lo que debería. Luego hablamos de
Isabel y de su supuesto nuevo pretendiente, el comisario. Noté algo de celos en
Marcos, lo que era algo predecible, porque él es muy unido con sus allegados,
los quiere incondicionalmente. Lo que hace que lo ame aún más.
Capítulo
40:
Al cabo de 15min de viaje habíamos llegado.
Fuimos a una vieja estancia de mi padre.
Estaba algo fresco, por lo que él se puso la
camisa nuevamente, el saco y la corbata, yo sin embargo no sentí el frío que
él, por lo que no me abrigué para nada.
Aún estaba perfecta, tal cual la había visto
desde hace años. La casa era muy hermosa, no había vuelto porque me recordaba
mucho a mi padre, lo que por obvias razones, me dejaba muy triste.
Estacioné afuera, claro que con la ayuda de
Marcos, aún no me quedaba bien lo de manejar peor me iba a acostumbrar.
Entramos y Marcos quedó encantado, yo sonreí por su expresión y le conté la
historia de mi padre. En pocas palabras le dije que él venía a esta casa a
pensar, a tomar sus más grandes decisiones. A veces me traía con él y jugábamos
toda una tarde en el campo del fondo de la casa, cuando tenía caballos
montábamos horas sin aburrirnos, en fin, éramos muy felices. Yo con mi
ingenuidad, sin problemas ni complicaciones y él con su libertad de hacerme la
niña más feliz. Mientras le relataba la vida de mi padre algunas lágrimas
bajaban por mis mejilla,al notarlo él las secó con su mano, y luego me dió un
corto beso.
Fuimos a la cocina a preparar tés, luego nos
tumbamos en el sofá del living. Estaba a mi lado, me sonríe de pronto y dice:
-Que lindos
recuerdos Victoria… yo de mi padre no heredé nada, por suerte…
-Si bueno,
lo extraño…
-Lo sé
linda, se nota…. ¿tomamos el té?
-Sí.
Nuevamente me sonríe, hago lo mismo y dice:
-Al parecer
estás logrando resisitirte a mi sonrisa…
-¿Por qué
lo decis?
-Porque no
me besaste…
Cuando
termina de hablar lo beso de inmediato, apoyo mis manos en su cara y mi cuerpo
en el suyo, él toma de mi cintura y abraza toda la espalda. Algo perdidos en el
beso lo corta, y me toma fuerte de la espalda para hacerme upa, lo hace
efectivamente y como una recién casada me tira en el sofá, me da un corto beso
y dice:
-Te amo mi
amor…
-Yo también
te amo Marcos…
Se recuesta
en el sofá, yo hago lo mismo y comenzamos a beber té. Charlando y disfrutando
de un momento juntos, a solas… esos momentos mágicos que sólo puedo vivirlos
con él.
Marcos había ventilado algo de la casa para
que no estuviéramos entre el polvo, de todas formas decidimos ir al patio,
estaba por caer el sol lo que sería hermoso ver.
Nos recostamos en el pasto, algo largo pero no
mucho, bastante cómodo, de todas formas trajimos de adentro una sábana. La
estiramos y allí nos quedamos, tomando té, charlando, haciendo que las horas
volaran juntos. En un momento lo noto pensativo por lo que le digo:
-¿Amor está
todo bien?
-Mejor
imposible.. ¿por qué?
-No lo sé,
te noté pensativo…
-Me conoces
mucho rubia. Estás en lo correcto, pensaba en el tiempo que mi padre nunca
aprovechó para criarme, ni siquiera se apareció por mi casa…
- Ay
Marcos... es duro amor. Fijate que hombre sos, que persona sos…. Personas como
vos se extinguieron Marcos, ya no existen personas sinceras, felices,
trabajadoras… ni mujeres ni hombres. Hoy todos son materialistas, egoístas y
mentirosos. Con el corazón en la mano te lo digo Marcos, él no te crió, es
verdad, pero eso no fue motivo para que fueras una mala persona, todo lo
contrario.
-Gracias linda
-De nada…
Dicho eso lo besé, dulce y lentamente,
haciendo que nuestras almas se unan y que él derramara lejos ese dolor que
tanto lo había atormentado. Quizás fui muy sincera, pero es la verdad, hoy en
día te puede engañar cualquiera, muy pocas personas son personas de verdad. Los
que mienten, engañan, y demás, son simplemente “algo que caminan”. Él es la
mejor descripción de buena persona que yo podría conocer.
Capítulo 41:
El sol
se ocultaba mientras él y yo disfrutábamos cada uno de su compañía. Note
nuevamente una paz única, esa paz que solo Marcos sabía mostrarme. Al caer el
sol nos fuimos, quería quedarme pero el tiempo no favorecía, en unas horas
caería una tormenta.
Llegamos a la empresa algo tarde, había sido
mi día libre, menos mal que él y Bren me habían solucionado el día, si no
estaría con mucho remordimiento de no haber trabajado en todo el día. Pasamos
por la empresa solo un rato, me fijé si necesitaban mi ayuda pero ambas, Flor y
Bren, insistieron que me vaya con Marcos a terminar de disfrutar mi día libre,
exactamente dijeron: “Andá a disfrutar con tu amorcito tu día libre,
especialmente la noche”. Dicho eso una de ellas guiñó un ojo, si no me equivoco
lo que dijeron lo hicieron con doble sentido.
De
todas formas, les hice caso, más allá de sus claras intenciones. Caminamos ese
par de cuadras de la mano, abrazados y charlando. Al llegar me cambié de
inmediato y comencé a preparar algo para cenar. Pensaba en una salsa, o quizás
carne al horno, pero finalmente opté por una ensalada liviana y rica para la
noche.
Mientras cocinaba Marcos limpió la casa, fue
algo asombroso. Nunca me lo imaginé agachado lavando pisos. Me demuestra que sí
podemos vivir juntos, tal como él dijo, ayudándonos.
Luego
de limpiar fue a ducharse, sin que lo notara lo seguí, y me preparé para
bañarme con él. Comencé a espiarlo mientras se desnudaba, seguí viéndolo hasta
que entró en la ducha. De inmediato retiré mi ropa y entré sorprendiéndolo, me
miró y le dije:
-Ahorremos agua y energía.
-Ayy,
TE AMO.
Dicho
eso me besó muy intensamente, con mucho deseo y ganas. No podíamos detenernos,
era inexplicable la pasión que sentimos. Intenté frenar para pedirle que me
llevara a ese lugar mágico y único que sólo él conoce. El Fin del Mundo. Al
cabo de varios intentos logré frenar el beso y pedírselo, al oírme me tomó de
inmediato y posó contra la pared. Levanté mis manos para que él entrelazara sus
dedos con los míos, yo encima de él, rodeando mis piernas en sus caderas, allí,
bajo la lluvia y la tormenta nos hicimos uno. Entre besos pronuncié su nombre y
varios “te amo”, mientras él se dedicaba a saciar y complacerme al máximo. Al
finalizar nuestro acto de amor nos quedamos abrazados en el piso de la ducha,
mientras el agua caía y caía. Luego nos terminamos de bañar y salimos del baño.
Me
puse una bata blanca y debajo ropa interior, él solo se puso un bóxer. Nos
fuimos a la cama a descansar, cuando recordé la ensalada, ir al Fin del Mundo
me había hecho olvidar de todo, hasta de la cena. Él se recostó y prendió la
televisión, yo fui a la cocina. Volví con una bandeja, en ella habían dos
platos con ensalada y dos copas con champagne. Al ver mi sorpresa dijo:
-Aaaaaaaaaa, que leendo. Champucito.. comidita
sana.. que rico mi amor.
Ambos
sonreímos.
Puse
la bandeja sobre la cama, me senté a un lado, tomé una copa para mí y le
alcancé una para él, alcé la copa y dije:
-Brindemos… por nosotros.
-Por nosotros…
Unimos nuestras copas y luego nuestro labios.
Luego cenamos mientras conversábamos y mirábamos televisión. Al cabo de una
hora llevé la bandeja a la cocina y me acosté. Marcos siguió prendido en la
televisión mientras yo me acomodaba a su lado. Recosté mi cuerpo sobre el suyo,
mi cabeza estaba apoyada sobre el pecho de él. De esa manera cerré mis ojos.
Antes de dormirme noté que acariciaba mi pelo, sonreí y dije despacio:
-Dulces sueños mi vida…
Él besó mi frente y dijo:
-Descansá hermosa.
Y así
lo hice, descansé sintiendo su aroma, su cuerpo junto al mío, y lo que era
mejor, sintiendo que él era mío y yo suya. Tal y como lo había deseado.
Capítulo 42:
Abrí
mis ojos, observé a mis lados y allí estaba. Tumbado y al parecer acalorado,
tenía la sábana en los pies. Me levanté, puse la bata blanca, y fui a preparar
el desayuno.
Pasados 15min lo voy a buscar, entro
silenciosamente y de apoco me recuesta a su lado. Lo abrazo y comienzo a besar
en las mejillas frente y boca. De a poco se fue despertando, sonrío al verme
encima de él, casi que acosándolo. Respondió todos mis besos y al cabo de unos
10min de flojera se levantó.
Desayunamos entre risas y una grata charla
juntos, como siempre, tan natural que el tiempo volaba en momentos así. Así
estuvimos hasta pasadas las 8:30. Juntamos la mesa y me fui a bañar. Al salir
de la ducha fui a mi ropero a escoger ropa sencilla y cómoda, hoy pensaba
observar la planta más que otra cosa. Elegí una camisa gris, un saco de similar
color y unos jeans cómodos. Maquillada y lista salí con Marcos hacia la
fábrica, él iría al taller, por lo que sólo caminamos dos cuadras juntos, nos
despedimos con un beso y luego cada uno se dirigió a su puesto laboral.
Mientras él se iba de espaldas lo fui
observando, pensé como siempre lo hago, no podía creer aún lo feliz que ese
hombre me hacía sentir y estar. No pude controlar mis impulsos por lo que le
grité:
-Te
aaamo Marcoss!!!
Voltea
de inmediato, me mira y corre hacia mí. Me toma de la cintura y dice:
-Te
amo mi vida.
Dicho
eso lo comienzo a besar, él abrazaba mi espalda y yo me adueñaba de sus labios,
mientras él se adueñaba de mi espalda y cola. Algo perdidos nos detenemos, le
sonrío y doy un pequeño y tierno beso. Nos despedimos nuevamente y esta vez sí
me dirigía a la empresa sin más.
Al
llegar realicé unos llamados con algo de apuro y cuando por fin terminé fui
directo a la planta. Recorrí un largo tour observando trabajar a los empleados,
viendo en ellos un esfuerzo que ni con el mejor sueldo se paga. Puedo observar
que trabajan más allá del deseo de cualquier remuneración. Al finalizar voy
hacia mi oficina, en el camino suena mi celular, miro quien me llama y de
inmediato una enorme sonrisa se dibuja en mi rostro. Era él, Marcos.
Me
dijo que me iba a visitar para que le diese la llave de la casa, obviamente
accedí. A los 15min llega, entra a mi oficina, me da un corto beso y me dice
que vamos a almorzar juntos. Él cocinaría. Me sorprendí, pero no mucho, era
obvio que sabía cómo moverse en una casa, me lo demostró cuando lavó los pisos
y ordenó la casa.
Le dí
las llaves, se despidió de mí y se fué.
De
inmediato comencé a apurarme para no llegar tarde y dejarlo colgado con el
almuerzo, terminé más llamados, respondí a unas reuniones y me comuniqué con un
empresario de Brasil para expandir nuestro productos hacia países vecinos.
Al
cabo de una hora terminé, salí casi corriendo hacia mi casa. Al llegar entré
sin más y allí lo vi, estaba tan sexy con un delantal cocinando para mí. Lo
observé detalladamente, reí por la situación y lo besé. Me ofreció una copa de
vino, la cual acepté, luego me dio lugar para que me sentase. Tenía todo
preparado, la mesa servida, la comida pronta y su presencia, su perfecta
presencia.
Se
acerca y dice:
-Brindemos…. Porque estemos juntos siempre…
-Juntos siempre… y para que me sigas mimando…
-Mmmm, te estoy mal acostumbrando.
-Algo… tranquilo… te recompensaré…
Bebe de la copa, la deja sobre la mesa, se
acerca aún más. Me toma de la cara, besa mi oreja y cuello hasta que por fin
besa mi boca. Nuestras bocas se unían de tal manera que no existía mayor
perfección juntos. Esa simple perfección que ni en un millón de vidas existiría
si no fuera con él.
Capítulo 43:
Él
besaba mi boca y acariciaba mi rostro y de vez en cuando mi espalda. Algo
perdidos intento que nos detengamos, si no se enfriaría el delicioso almuerzo
de Marcos. Nos detuvimos lentamente, deseando hacer ese beso eterno. Él me daba
piquitos y de vez en cuando besaba mis mejillas y parte de mi rostro. Luego me
sonrió y dijo:
-Tus
besos son el mejor sabor que mi boca, cuerpo y alma ha llegado a experimentar.
-Ayy
Marcos. Te amo mi morocho.
-Te
amo mi rubia hermosa.
Sonreímos juntos, nos dimos un piquito y nos
comenzamos a mover para almorzar. Estaba todo listo, él se sentó, bebió algo de
vino y dijo:
-Espero te guste, no soy chef pero me
defiendo.
-Tiene buena pinta, no creo que no me guste…
-Gracias mi vida… antes de que pruebes… tenés
que admitir que tengo muchos puntos a favor… Galán, cocinero… hasta limpio!
-La verdad… muchos puntos a favor. Claramente
me ganás amor...
Dicho
eso probé un bocado y de verdad me gustó, estaba my rico. No faltaba ni sobraban
condimentos.
Luego
de probar la comida le dije:
-De verdad esté muy rico mi amor. Gracias.
-De
nada. Me alegro que te guste linda.
-Tenés demasiados puntos a favor… claramente
me ganás….
-Noooo, vos sos rubia, hermosa y me volvés
loquito siempre… eso no lo gano ni cocinando una vida entera….
Me levanté y le dí un beso, demostrándole lo
agradecida y feliz que estaba a su lado. Luego me senté y charlamos mientras
almorzábamos. Le conté la situación con mi mamá, y como si nos estuviera
escuchando me llama por teléfono, atiendo y con la voz entre cortada, triste y
algo asustadiza me dice:
-Victoria… tenemos que hablar…
-Decime mamá. ¿Vos estás bien?
-Sí hija. Hablemos en persona… no por
teléfono…
-Ok, más tarde paso por la mansión, pero…
-Nono, en la mansión no, te paso una
dirección …
- ¿Por qué en la mansión no?
-Porque podría mentirte… de nuevo….
-¿De que hablás mamá?
Siento
un leve suspiro y corta la llamada…
En ese momento congelé mi rostro y un montón
de pensamientos cayeron sobre mí…. ¿Dónde me citaría mi madre?. ¿Por qué no en
la mansión, acaso allí estaba el problema?
Sentí
un profundo miedo, inconscientemente sabía la gravedad del asunto sin saber la
temática. Conozco a mi madre, es algo exagerada a veces, pero noté en ella un
alto grado de preocupación, claramente no era exagerado. Sinceramente no quería
pensar, pero s eme hizo imposible, dudé lo de la fábrica… me odié al dudarlo
pero lo hice, quizás Noelia sí defendía sus intereses, quizás por eso Pepe no
me ha hablado, lo que realmente era raro, ya que era un gran amigo de Marcos y
yo era su pareja. Tuve el presentimiento de que no me equivocaba, era algo de
la fábrica o de mi padre. Mi cabeza comenzó a volar, mi humor cambió de repente
y mi corazón latía muy acelerado, de verdad tenía miedo, miedo a enfrentarme a
algo que quizás no pudiera superar. Me tranquilicé al recordar la compañía que
tengo, el Guerrero que está siempre a mi lado.
Capítulo 44:
Quedé
inmóvil, pero reaccioné al intentar llamar a mi madre. Lo que no resultó
efecto, ya que me colgó sin atender. Al instante me manda un mensaje de texto
con una dirección pidiéndome que asista allí en 15 minutos.
Marcos
notó mi miedo, mi inseguridad y algo de mi rabia, por lo que se paró a mi lado.
Me abrazó, se colocó de rodillas a mi lado y me pidió que le explicara todo.
Sin lujo de detalles le expliqué la situación, agregando que desde algún punto,
era grave, y le mostré el lugar donde me quería ver… miró con una cara bastante
rara y dijo:
-Yo conozco ese lugar… eso es…
- ¿Qué cosa Marcos?
-Una iglesia… a unas cuadras de acá…
- ¿Una iglesia? ¿Estás seguro?
-Sí amor, mi madre va seguido, me llevó un
par de veces…
-Pero…¿por qué me citó para hablar en una
iglesia?
- No quiero asustarte pero, si ellas es
creyente no podría mentirte en la casa de Jesús…
¿Marcos tenía razón? ¿Acaso mi madre no era
capaz de decirme la verdad en mi propia casa? ¿Por qué tanto miedo?
Al
parecer mi cara se transformó en un pozo sin fondo, un abismo, aquel abismo de
el que creí haber salido. Marcos me miró, me besó al frente, abrazó fuerte y
dijo:
-Tranquila amor, sea lo que sea, te voy a
acompañar siempre, en todo…
-Gracias Marcos…
Me explicó al dirección, se ofreció para
acompañarme, pero se lo negué, no insistió al darse cuenta de la gravedad del
asunto.
Ya en
tiempo salí hacia la supuesta iglesia, entro despacio y allí la veo, sentada de
espaldas a mí. Me acerco lentamente, la saludo. Con la cara fría y triste me
saluda y ofrece asiento. Me mira a los ojos y con la cara húmeda de lágrimas me
dice:
-Perdón hija. Perdón. Ojalá algún día me
perdones.
-¿De que hablás mamá?
Miro
al frente, y fijó la vista en otro lado, cualquiera que no sean mis ojos y
dijo:
-Te mentí, quería darle la presidencia a
Lorenzo porque él se enteró de un profundo secreto de mi pasado hija, un
secreto que tiene que ver con vos… y tu padre.
-Decime mamá… por favor
-Cuando él se enteró me asusté mucho, tu vida
iba a cambiar, por lo que me callé pero ahora sé que una de las ex de Marcos se
llama Noelia… y es hija de José Fernández, Pepe…
- Sí, ¿y?
- Y que no podés estar con él… porque él.. No
podés estar con Marcos hijaa!!
-¿Por qué mamá? ¿Qué tiene que ver Marcos?
Hizo
una pausa, suspiró, cerró sus ojos y dijo:
-José Fernández es tu padre, Noelia es tu
hermana!
Capítulo 45:
¿Había
escuchado bien? ¿Dijo lo que creí oír? ¿Era Pepe Fernández mi padre, Noelia mi
hermana?.. y lo que era peor.. Marcos había sido un ex de Noelia.
Comencé a llorar, a querer patalear y odiar mi
vida. Quedé perpleja, sin embargo mi primera reacción fue gritarle a mi madre
diciéndole:
-¿Cómo?... ¿De qué hablás mamá?!!
- Pepe fué un novio que tuve antes de
Octavio. Perdoname hija, perdóname!!!
- ¿Qué…?
-Lo siento hija, no sos Bandi…
Mi cuerpo, mente y alma se paralizaron. Mis
latidos aceleraron y mi cuerpo no reaccionaba. Mi vida era una completa
mentira, quien creí que era mi padre no lo era, mi madre me mintió toda la
vida, no conozco a mi padre, solo de vista, mi pareja, mi amor, mi vida, mi
todo ya no podría estar conmigo. Por más que me doliese él había estado con mi
hermana, esa hermana que sinceramente odio, y a un padre que no conozco.
-No lo puedo creer mamá!! Me mentiste Toda mi
vida es una mentiraa!
-No hija, vas a seguir siendo Bandi..
siempre… vas a seguir en la empresa… y sin dudas en la presidencia…
-Ahora entiendo.. te acorralaron y tuviste
que hablar…
-No hija!! Nooo. Te lo dije porque me enteré
que Noelia había estado con Marcos, lo último que quiero es hacerte mal!!
Perdoname hija!!
-No me toques!! Arruinaste mi vida mamá!!
-Nooo
hija!! Perodname!!
-Decime una sola cosa mamá… ¿Pepe lo sabe?
- No
Victoria..
-Nunca vuelvas a dirigirme la palabra, me
sacaste la oportunidad de vivir mi infancia con mi padre, y a él de conocer a
su hija… Lo que hiciste no tiene perdón mamá!! Hasta nunca!!!
Dicho
eso la empujé y salí corriendo de la iglesia. Ella me tomó pero sin más me fui.
Había destrozado mi vida por completo. No sabía como reaccionar, no sabía si
seguir o no con Marcos. No sería correcto que estuviese con él, pero no quiero
dejarlo. No sé que hacer, como moverme, como actuar. Lo único que creo que es
seguro, es que debo hablar con Pepe, averiguar todo, si él lo sabía o lo
sospechaba.., pero de verdad no sé nada. Ayer tenía la seguridad de mi vida, la
felicidad completa y una vida concreta, hoy no sé ni quién soy, ni que debo
hacer.
Salí
sin más, me recosté contra un muro mientras mis ojos lagrimeaban sin parar y mi
mente caía en un mar de pensamientos.
Nunca
se puede tener seguridad de nada, porque es justo ahí donde, si algo se
derrumba, más ataca, más duele y más nos afecta.
Luego
somos vulnerables, cada pequeña cosa nos afecta, nos rompe el corazón, hace que
cada parte de nuestra alma nos duela. El pecho se cierra, se siente un vacío,
ese vacío que muy pocas personas pueden llenarlo, en mi vida, sólo él, mi amor,
mi vida, mi todo, él, quien me quiere como soy, quien ama hasta lo más feo de
mí, apreciando todos y cada rincón de mi alma y cuerpo. Él, quien esta vez no
podría ayudarme.
Capítulo 46:
Aún
recostada en la fría pared de ladrillos mi mente me torturaba, mi corazón se
rompía y mis músculos se aflojaban…
De pronto una nube negra tapó mi visión y me
dormí. Al despertar lo hago en una sala, abro los ojos y ahí estaba a mi lado,
como siempre. Se me acerca me besa y dice:
-¿Te sentís bien amor?
Me
intento parar y le contesto que si.
Miro
sus ojos, y pienso… ¿Qué voy hacer con Marcos?, debería estar o no con él…. Lo
mejor creo, que sería que pensara, con la mente fría, luego hablara con mi
Pepe…. Y bueno, si de verdad es mi padre hacer los trámites correctos, pasar de
ser Bandi a Javier Alejandro FernándezMe paré y me fui sin más de la fría y
obscura sala. Era un Hospital cerca del barrio, lo noté al ver por las enormes
ventanas. Marcos se me acerca y sin pensar le digo:
-Mi madre me dijo que no soy Bandi, mi padre
es Pepe… Pepe Fernández…. Noelia es mi hermana Marcoss!!!
Le
grito, comienzo a llorar y me dejo caer. Él me toma en sus brazos y llora
conmigo. Me intento parar, apartarme pero me dice:
-Te acompaño a tu casa y hablamos… por favor…
hablemos amor…
-Marcos… Noelia es…
-Si.. supuestamente tu hermana… Victoria
tenemos que hablar!
Ducho
eso se lo negué, necesitaba descansar, le pedí que habláramos mañana,
necesitaba pensar él y yo, además de descansar.
No
sabía que pensar, ni como empezar a actuar, pero al parecer el destino me
estaba dando una prueba, quizás la más fuerte de toda mi vida… aquella que
quizás no podría superar, pero lo iba a ser. Él, Marcos, me enseñó a pelarla y
eso iba a ser, iba a saber mi identidad como una mujer, iba a luchar como la
Guerrera que me enseñó a ser.
Me
despedí de él tirándole un beso, me saludó desde lejos, intenté leer sus labios
y creo que dijo “te amo”. Me cambié y fuí para mi casa. Al llegar tomé un café
y me acosté sin más. Pensé en un montón de cosas, en mi madre, en sus mentiras,
en Pepe, en Octavio, y en Marcos. Al final descansé por el hecho de que mi
cuerpo no daba para más emociones por un día.
Al
despertarme me dí una ducha, desayuné y me fui para la fábrica. Tenía una
reunión a la que no podía faltar, por lo que me obligué a ir. Mi cuerpo no
quería, pero mi mente sí, más allá de todo, era mi deber. Caminé por el barrio
sola, sintiéndome la persona mas perdida. Al llegar a mi oficina lo veo a él,
Marcos estaba parado mirándome. Entro y sin dejarme reaccionar me dice:
-Sé que es muy difícil esto amor… sé que
quizás quieras que terminemos…. Sólo te pido que si esa es tu decisión pensalo
de nuevo. Yo quiero vivir con vos toda mi vida, desde lo más lindo hasta la
peor tormenta, quiero ayudarte, amarte, hacerte sentir la mujer más amada y más
feliz.. y eso sólo es posible si me lo permitís..
-Marcos Noelia es mi hermana.. no.. no
podemos…
No pude terminar la frase, mi cerebro no dio
la orden y mi cuerpo no reaccionó, lo miré a los ojos y ví que lloraba mucho,
sus lágrimas se perdían en su saco negro. Ví lo vulnerable que era sobre él,
ahí fui yo la que más lloro, mis lágrimas se adueñaban de mi cara u mi pecho.
Me
mira y dice:
-¿Estás segura…?... sabés que, no contestes…
pensalo por favor. Pensá que no es imposible, ella simplemente fue una novia,
ahora vos sos mi vida, mi todo… si vos no estás yo me muero…
Se da la vuelta para irse, se detiene y
mientras tocaba el picaporte dice:
-Adiós amor… nuevamente te lo suplico,
pensalo, utiliza tu corazón en tu cerebro, ama con sabiduría y piensa con el
corazón.
Capítulo 47:
Cruzó
la puerta e hizo que se esfumara mi inseguridad y mis miedos. Ya sabría lo que
era correcto. Era simple, lo que de verdad había pasado fue que ese miedo e
inseguridad no me permitían ver el sol, la claridad. Sequé mis lágrimas,
arreglé el maquillaje y fui a mi puesto de trabajo.
Asistí
a un par de reuniones, realicé los llamados y al final fui al motivo de
concurrir al trabajo. La reunión para expandirnos. Fue eterno, quería irme a
tomar una ducha, una copa y a descansar, pero debía de cumplir mi deber. Dos
horas dentro de una misma sala, oyendo y proponiendo ideas. Al final nos fué
muy bien, no podía creer mi naturalidad al hablar a pesar de mis grandes
conflictos personales. Al terminar fui a mi casa.
Llegué
serví una copa, y me recosté en el sillón de la sala. Nuevamente cayó sobre mí
ese mar de pensamientos que me han atormentado.
Muy
decidida salí para la calle, tomé el camino para mi destino y al llegar golpeo
la puerta. No me atienden por lo que decido entrar, paso y me dirijo a la
puerta de su habitación.
Con
toda la seguridad del mundo abro la puerta y me siento. Él me mira con algo de
miedo, su cara me transmitió por primera vez tristeza. Me mira y se sienta a mi
lado, me toma la mano y dice:
-Te escucho….
Veo sus lágrimas y le digo:
-Marcos… nosotros…
-Nosotros pasamos por mucho… vos cambiaste mi
vida… para siempre… Marcos nosotros…
-¿Qué…?
-Nosotros no terminamos…
Me mira, ambos sonreímos y me dice:
-Ayy, Victoriaa!! Dios..¿ en cerio?..
-Sí amor…
-Ayy te amo, te amo… te amoo!!
Grita
esto último y me toma de la cara. Acaricia mi rostro y me comienza a besar,
gira mi cabeza con sus fuertes brazos y manos mientras yo me dedicaba a saciar
sus ganas. Él lagrimeaba mientras besaba apasionadamente mis labios. Lo abracé
mientras me besaba, él me tomó de la cintura y caí sobre él. De a poco fuimos
cayendo en su cama, él simplemente me besaba, acariciaba mi cuerpo y deseaba
hacerme suya.
En ese
momento pude tener la libertad de dejarme llevar por lo que sentía, sin miedo,
sin inseguridades y con toda la pasión del mundo.
Capítulo 48:
Y así
fue, me dejé llevar a su lado, con sus besos y eternas caricias. Yo estaba
encima de él besándolo mientras él se perdía en ese momento juntos. Intenté
detenerlo un par de veces, finalmente lo logré y de a cortos besos le digo:
-Mmmm… Marcos… nos pueden oír…
- No importa.. tranco la puerta… además no
hay nadie…
- ¿Seguro?
-Sí amor… pero si no querés hacerlo ahora…
esperamos…
-Nono, claro que quiero, tenía miedo de que
nos oyera alguien…
-No hay nadie amor…
Dicho eso se paró y se dirigió a la puerta,
la trancó y se acercó, tomó mi mano haciendo que me pare. Luego me tomo de la
cintura, se acerco a mi boca y dijo:
-El lado bueno de pelearse es lo que se
viene… la reconciliación… y esta va a ser una reconciliación eterna y perfecta…
te amo mi reina.
Al
terminar me toma de la cara y me besa con mucha pasión, tanta que me cuesta
responder. Lo abrazo y él me gira. Tomé de su cara, él me abrazó por la cintura
y mi espalda y me dirigió hacia su ropero, me recostó y allí se apoderó de mi
cuerpo. Besó mi cuello boca y mi pecho. Me comenzó a quitar la ropa mientras yo
hacía lo mismo. Hice que él levantara sus manos y sin parar de besarnos le
quité la camisa, luego él mis pocas topas y finalmente yo me deshice de sus
pantalones y los míos, finalmente él se encargó de quitar nuestras pocas ropas.
Hecho eso me tomó de la cintura, me alzó en upa y recostó sobre su cama.
Se
coloco encima de mí, tomó mis manos, las enredó con la de él y allí nos hicimos
uno. Mientras él se encargaba de complacerme yo besaba su espalda y hombros,
luego giro, me coloco encima de él y allí pronunciamos un gemido juntos. Y así
hasta que nuestras pulsaciones no llegaran a más.
Al
cabo de unas horas quedamos tumbados en su cama. El cansancio hizo que cerrara
mis ojos y descansara sin más.
Al
despertarme no lo veo a mi lado, me levanto y me visto con un buzo blanco de
él. Miro a mis lados y observo una hermosa foto que tenía en su mesita de luz
con su familia, es decir, con Flor y su Mamá. De pronto siento ruidos y me
asomo a la ventanita de su puerta. Me asomo y veo hablando con Alcides, en la
fábrica le dicen Máquina. Al parecer estaba viviendo allí. Insistía en entrar
al cuarto y dormir los tres, Marcos al oírlo se puso celoso y casi le pega. Al
verlos me asomo y les digo:
-No!!
-Hola
jefa - me dice-
Marcos
lo mira y me dice: Hola mi amor…
Luego se dirige a Máquina y lo lleva para
otra habitación. Entro y nuevamente observo la foto familiar. Él se asoma y me
toma por detrás, me ofrece un vaso de agua, sonríe y dice:
-Te despertaste mi vida…
-Sí… dormí como una reina… pero… no tengo
sueño… ¿Qué hacemos?
- ¿A no..? mira vos…
Le sonreí, él hizo lo mismo y luego besé su
cuello para iniciar caricias nuevas. Y así se dio, nos tendimos nuevamente en
la cama y continuamos nuestro perfecto acto de amor, juntos, como siempre
juntos. Ante todo y todos, ante los problemas y las caídas, pero siempre
juntos.
Capítulo 49:
Al
finalizar él me abrazó, nos tapamos y nos dispusimos a descansar.
Por la
mañana me despertaron los rayos de sol sobre mi cara, abro mis ojos y siento un
ruido, doy la vuelta y allí lo veo, venía con una bandeja para desayunar… se
acerca me da un beso y dice:
-Buenos días mi vida…
-Buenos días…
Lo beso y se sienta a mi lado. Comenzamos a
desayunar y me dice:
-Victoria … ¿vas hablar con tu madre?
-No.
Con Pepe, y mis hermanas, y obviamente con Emilio.
-Si querés te acompaño…
-Sí por favor, sola no voy a poder…
Se me escapa una lágrima al decir esto
último, él me la seca y me abraza.
Finalmente vamos a mi casa, él se bañó en la
suya por lo que me bañé y nos sentamos en nuestro living. Me besa y dice:
-¿Estás lista?
-Sí mi amor…
- ¿Vamos? Sí…
Se para pero lo detengo y le digo:
-Marcos… gracias.. gracias por acompañarme en
todo esto… de verdad, no sé qué haría sin vos..
-De nada mi amor, siempre voy a estar para
ayudarte, siempre….
Sin que pueda reaccionar lo beso. Tomo de su
cara y beso con delicadez y deseo. Él reacciona y toma de mi cara, luego de mi
cintura y me abraza. Se levanta, estira su mano y dice:
-¿Vamos mi reina?
-Vamos…
Salimos de la mano, nos dirigimos hacia la
empresa, allí les iba a contar a mis hermanas y a Emilio lo que mi madre me
confesó. Los cito y a los 20 minutos nos reunimos.
Comencé despacio, finalmente escupí todo,
juntos con mis sentimientos. Una que otra lágrima corrió por mis mejillas, mis
hermanas quedaron perplejas. Brenda no lo podía creer, y Natacha pareció no
sorprenderse, pero sin más lloró. Emilio quedó perplejo, y como siempre se
preocupó de lo que yo sintiera. Les confesé que estaba bien, al principio fue
duro, pero mi compañía hacía que ese dolor disminuyera.
Junto
con Marcos les contamos además que estuvimos por separarnos al saber que Noelia
es mi hermana, nada era oficial, pero sin duda era verdad. Finalmente se
alegraron al saber que él y yo seguíamos juntos sin importarnos nada de nada.
Al finalizar la reunión Brenda se fue al trabajo y Emilio a la mansión, no sé
muy bien cómo reaccionarían con mamá, pero a decir verdad, no me importaba. A
solas con Natacha y Marcos ella nos propone comer, juntos, las dos parejas, es
decir, Marcos y yo, y ella y Julián, obviamente accedimos.
Noté
que mi hermana se preocupaba por mí, sinceramente nunca me llevé muy bien con
ella, pero sin más somos hermanas, sin importar la sangre. Desde mi parecer la
hermandad no requiere lazos de sangre. Ella y Brenda eras mis hermanas sin
importar nada más. Yo no era Bandi, pero ella son mis hermanas, medias
hermanas, pero hermanas de sangre y corazón al fin.
Capítulo 50:
La
invitación de mi hermana había sido muy apropiada. Habíamos planeado para más
tarde, pero debido a que insistió, nos juntaríamos esta misma noche. Al salir
fui directo a mi oficina, allí realicé unos cuantos llamados, verifiqué unos
informes y para terminar la frutillita de mi postre fui a hacer algo que de
verdad disfrutaba y me hacía subir el ánimo, degustar nuevos chocolates. Roco
ya no era nuestro chocolatero, los años lo estaban afectando, Máquina ocupaba
su lugar mientras, pero no era lo mismo, necesitábamos a un chocolatero aún más
experimentado que él.
Marcos
se había ido al taller luego de la reunión. Fué temprano, espero llegar en hora
para ir a la casa de Julián a eso de las 9. Salí a mi casa pasadas las 19:30,
caminé un par de cuadras y en 2 minutos llegué. No vi a nadie dentro, por lo
que me fui a bañar, mientras lo hacía sentí ruidos por lo que grité:
-Marcos!!! ¿Sos vos amor?
No
oigo respuesta, por lo que me pongo algo inquieta. De inmediato siento un mal
presentimiento y veo, en ese instante, que la abren de golpe. Me asomó y con el
corazón en la boca lo veo. Lo miro enojada y digo…
-Sos tonto ehh, casi me das un infarto!
-Perdoname linda, te quería sorprender… no
asustar… miedosa.
-No soy miedosa…
-Sí lo sos…
- Que no!
Me
mira, hace pucherito y comienza a desnudarse… lo miro y digo:
-Marcos! ¿Qué haces?...
Ya
dentro de la ducha me dice:
-Me baño… sonríe y me da un besito.
Al
cabo de 15 min entre mimos y baños salimos. Nos vestimos y sin más tiempo que
perder tomamos un remis para ir a la casa de Julián.
Llegamos, golpeamos la puerta y Julián nos
recibió. Nos saludamos y con toda la amabilidad nos hizo pasar. Al ver a mi
hermana la saludé con un fuerte abrazo y le agradecí por esta cena, de verdad
necesitaba salir un poco. Además era muy creativa la idea de salir los cuatro.
Julián
sirvió vino y llamó a Marcos, al parecer íbamos a ser las invitadas de la
noche, y ellos los anfitriones de la cena.
Al
terminar de cocinar servimos y brindamos, brindamos por el amor más que nada.
El amor en todos sus modos, y sentidos, el amor de pareja, de familia y de
amigos. Al chocar nuestras copas lo hicimos mirándonos a los ojos, yo con
Marcos y mi hermana con Julián, luego lo sellamos con un hermoso beso cada
pareja. Finalmente nos aprontamos para la cena. Una cena improvisada pero
perfecta para mi gusto…. Recuerdo que una vez me dijeron: “Lo improvisado sale
mejor que lo planeado”… ahora comprendo que es verdad.
Capítulo 51:
La cena fue muy placentera y llevadera. El hijo de Julián dormía, y nosotros charlábamos y reíamos juntos. Luego de la cena seguimos tomando vino y charlando. Marcos y Julián aprovecharon la situación para comentarnos que tenían un nuevo trabajo, tendrían una carrera, Marcos manejaría y Julián sería el mecánico y ayudante de Marcos. Ellos estaban muy contentos con el emprendimiento. ...Cuando nos lo comunicaron noté en Marcos una pequeña preocupación, además de que me miró de inmediato. Sería quizás para ver mi reacción, por supuesto me emocioné mucho por él y Julián. En el instante que me miró lo abracé y felicité, mis palabras fueron:
-Que bueno mi amor!!! Te felicitooo!
-Gracias mi vida!
Dicho eso me abrazó mucho más fuerte y me besó. Al final nos fuimos a la hora, algo tarde pero valió la pena, de verdad había pasado un lindo rato con mi hermana, Marcos y Julián, pero lo que mejor me gustó fue la compañía de Natacha, como ya les dije no somos muy unidas, por lo que eso fortaleció nuestros lazos.
Salimos pasada la una de la madrugada, tomamos un remis y llegamos. Mientras abría la puerta Marcos corría mi pelo y besaba mi cuello. Yo simplemente me reía y abría la puerta.
Al entrar tranqué y él me tomó de la cintura… dió una vuelta y me comenzó a besar. Yo tiré las llaves, mi bolso y lo abracé continuando su beso. Sonreímos juntos y me dijo….
-¿Vamos?….
- ¿A dónde..?
Abre grande los ojos, mira hacia arriba y dice:
-Al Fin del Mundo…
Dicho eso lo besé y comenzamos nuestro camino hacia la habitación, en el recorrido nos deshicimos de nuestras ropas. Llegamos a los pies de la cama, me senté y él se arrodilló ante mí, beso mis piernas hasta llegar a mis pies, allí me sacó los zapatos, rió y se posó sobre mí, besándome y abrazándome. De esa manera nos seguimos besando y al cabo de unos minutos comenzamos nuestro acto de amor.
Al cabo de unas horas él me abrazó y cuando estaba a punto de dormirme me dice:
-Mañana estaría bueno que habláramos de la carrera… quiero saber que pensás mi amor…. Dulces sueños hermosa.
-Que descanses mi amor
Y así fue, dormimos plácidamente. A la mañana me desperté bastante temprano para la hora que me había dormido. Me duché y preparé el desayuno. Quería sorprenderlo con el desayuno en la cama, pero él s eme adelantó, me saludó y mientras se aprontaba el café se duchaba.
Al salir lo llamé para desayunar, se sentó, me dio un beso y comenzamos a desayunar. Hablamos de la linda noche que pasamos con Julián y Natacha y obviamente de nuestra linda noche de intimidad. Al final enredamos el tema de su carrera al fin. Le dije que estaba muy contenta de que tuviera éxito y más sabiendo lo que le gustaban las carreras. Se emocionó mucho por lo que le dije, por lo que al terminar el desayuno seguimos charlando en el living.
Estábamos sentados en el sofá y de pronto dice:
-Cuando me vaya a ir te digo, así averiguás si podrías ir conmigo…
-¿Cómo… ? ¿Cuándo te vayas?
-Sí linda, tengo que viajar, algo así como dos semanas…
Me explicó que se debía a trabajar el auto en la pista y conocerla él mismo. Se paró, extendió su mano y me abrazó. Beso suavemente mi cuello y dijo…
-Te voy a extrañar… pero podes ir conmigo…
Sabía que podía ir con él pero no sé si el trabajo me lo permitiría. Sin embargo me preocupé, lo iba a extrañar muchísimo.
Capítulo 52:
Él se fue y yo continué pensando en el tema de Pepe. Detuve mi mente por un instante y fui hacer las compras, caminé por el barrio y mucha gente me saludaba con una gran sonrisa, al parecer me conocían por Marcos. De verdad me gustaba ese clima, todos conocidos, amigos y vecinos, muy lindo. Al llegar guardé lo comprado y nuevamente caí en la tortura que me atormentaba, el tema de Pepe. Llamé a Marcos para pedirle que intentara citarme con Pepe, yo no me animaba porque no éramos muy conocidos, me dijo que obviamente me ayudaría. Le agradecí, saludé y corté.
Me llamo a los pocos minutos confirmando la respuesta de Pepe, me dijo que para ser discreto le dijo que era un tema personal, un tema que debía de hablarlo Pepe y yo. Al final iría mañana por la mañana a su casa. De verdad no sabía cómo comenzar la conversación… finalmente decidí no atormentarme más y decírselo con naturalidad.
Salí rumbo a la empresa y más gente me iba saludando por el barrio, obviamente respondí encantada por la buena vibración que allí había.
Mi día transcurrió con normalidad, a veces me llegaban las ansias de hablar con Pepe, pero intentaba calmarme al instante con un té. Terminé algo tarde, Marcos me había ido a buscar. Lo saludé y fuimos a casa. Llegamos y sin comer me acosté.
Al otro día me levanté muy temprano, desayuné sola y le dejé a Marcos su desayuno pronto en la cocina. Caminé hacia la casa de Pepe y al llegar dudé si golpear o no. Finalmente lo hice. Respondió al instante. Muy amablemente me invitó a pasar, me ofreció asiento y un café. Acepté ambos. Lo mire fijo y sin vueltas le dije:
-Octavio no es mi verdadero padre… y según mi madre usted lo es.
Su cara era un poema. Leí su rostro y claramente transmitía tristeza y remordimiento. Quedó perplejo peor al fin pronunció palabra y dijo:
-Llegué a sospecharlo… nunca fui hombre para averiguar…
-No es su culpa Pepe. Es la de mi mamá. Pensaba pedirle que nos hiciéramos la prueba de ADN, tengo una conocida que nos la hará hoy mismo si queremos.
Accedió a mi petición. Ví que de verdad tenía remordimiento, pero era obvio que su culpa no era, fue mi mamá la que le ocultó todo esto. Al final realicé unos llamados y en unas horas nos sacaríamos sangre, eso sí no nos dejarían comer por, por lo menos, 6 horas. Terminamos de charlar y coincidimos el hecho de que sí es mi padre íbamos a vivir lo que nuca vivimos. Le agradecí la amabilidad, y él respondió pidiéndome que no lo trate de usted. Accedí y seguimos charlando.
Al terminar fui a la empresa. Al entrar a mi oficina ví que Marcos estaba sentado en mi silla. Se acerca y me pregunta si todo marchaba bien, lo besé, lo abracé y luego le respondí la verdad. Sí, estaba muy bien. Más bien que nunca. Le comenté la idea del ADN, este mismo día sería el examen, duraría un par de semanas en revelarse pero eso no importaría. Se ofreció a acompañarme y obviamente acepté.
Se fue y me dediqué plenamente a mi trabajo. Hecha la hora llamé a Pepe y le pedí que nos encontráramos en la clínica. Fuimos, esperamos pacientemente más de media hora hasta que por fin nos sacaron sangre para la prueba, esa sangre que revelaría mi identidad, mis raíces y sobre todo mi padre.
Capítulo 53:
Ya
habían pasado tres semanas, hoy sabría si Pepe Fernández era mi padre. No me
sentía nerviosa, simplemente, algo ansiosa.
Estas
tres semanas habían pasado volando, Marcos y yo seguíamos bien como siempre,
pero aún nos perseguía el tema de su carrera y su viaje. Yo ya había decidido,
él tenía que correr, ese es su sueño, yo no lo voy a impedir, todo lo
contrario… por lo que le dije mi opinión, y agregué que obviamente estaré con
él, al menos un par de días.
El tema
con Pepe lo había hecho llevadero, él me iba a visitar, yo a él y así nos
conocimos mucho más, me pareció un buen hombre. Charlamos hasta conocer cada
uno sus raíces, me confesó que amó a mi madre, y me contó lo que los había
separado, la no aprobación de mis abuelos. Me contó que había sido un gran
amigo de Octavio, y con toda la sinceridad del mundo me dijo que él lo había
traicionado. Ellos dos habían empezado la fábrica de chocolates, había sido
idea de Pepe. Octavio lo había estafado y se había quedado con todo. Yo no lo
podía creer, tanto tiempo de vivir con él, de conocerlo, de amar a Octavio como
mi papá, todo ese tiempo que me crío hecha y derecha, cuando todo du fortuna
había nacido de una mentira. Me había caído muy mal, no por mí, sino por Pepe.
Por esa razón me dijo que no vendía golosinas Bandi. Me contó cómo habían hecho
sus primeros chocolates, las recetas, cada ingrediente con su cantidad exacta y
su preparación. Me dijo que él y Octavio eran muy buenos chocolateros. Al
saberlo le ofrecí el puesto de maestro chocolatero en la fábrica, lo dudó, pero
solo un par de días, finalmente aceptó mi oferta.
Había
conocido mi vida y mis raíces en un mes, y hoy sabría la verdad, mis verdaderas
raíces.
Pasé
por su casa en el auto para comunicarle que iba a buscar los resultados, me
pidió que los leyéramos juntos, obviamente le respondí que sí. Me despedí de
Pepe y fui a la clínica.
Cuando
tuve ese sobre en mi mano deseé romperlo y ver que decía, pero me tranquilicé y
fui a lo de Pepe. Al llegar me saludó ansioso, y ofreció un café. Yo me senté
sin permiso, ya me había acostumbrado el hecho de charlar con él.
Ambos
nos sentamos y miramos a la cara. Mis palabras fueron:
-Abrilo vos Pepe, yo no puedo.
Le
estiré el sobre y eso hizo. Comenzó a leer aquella carta y parecía que mi
corazón se aceleraba y se detenía por ese momento. Dejó al carta sobre la mesa
y quedó mudo. Lo miré y dije:
-¿Qué dice Pepe?
-Dice
que sos mi hija.
Se
levantó y con los ojos llorosos me dijo:
-¿Te puedo abrazar?
-Sí papá.
Sonrío
y me abrazó muy fuerte, él estaba llorando y yo lagrimeaba, era increíble el
transcurso de mi vida. La mitad de ella entre mentiras y falsedades. Al cabo de
un rato me suelta y me dice:
-Perdoname Victoria… te pido perdón…. Por
cobarde no te tuve hija… yo desde el fondo siempre supe la verdad... pero nunca
me animé a conocerla.
- No me pidas perdón papá, nada de esto es tu
culpa… fue a vos a quien engañaron, a quien mintieron, y a quien ocultaron una
hija.
Lo
miré, limpié una de sus lágrimas, lo abracé nuevamente y le dije:
- Te quiero papá… -hice una pausa y dije- en
este poco tiempo me has demostrado que sos una persona sincera de la que
aprovecharon su bondad…
-Vamos a recuperar todo el tiempo perdido
hija…
-Claro que sí… aunque tenemos un problemita…
-reí y añadí- Noelia y yo… bueno.. mi hermana y yo no nos queremos mucho.
-Es cuestión de tiempo.
¿Lo
era? ¿Es el tiempo quien se encargaría de ello?, algunos dicen que si, que el
tiempo hace que cierren las heridas y se eliminen los recuerdos, pero no es
bueno eliminar recuerdos. No lo es porque si es lindo nos roba automáticamente
una sonrisa, y si no lo es nos otorga un aprendizaje. Un aprendizaje que hará
que cada piedra en el camino no exista, que una caída se vuelva en tropezón. Un
tropezón en el que estoy viviendo con Noelia, mi padre, y principalmente, mi
madre, la gran arquitecta de esta mentira.
Capítulo 54:
Pasaron los días y mi vida por fin transcurría
con normalidad, de todos modos siempre habían problemitas pero nada grave en
comparación al resto. Mi padre había aceptado el trabajo, hoy mismo me traería
la línea de bombones para probar y de esa manera saber, si podría o no,
conservar el puesto. Le tengo fé, sabe de chocolates igual o más que Octavio.
Con
Marcos todo marchaba bien, excepto por un pequeño problema, no tan pequeño para
mí pero si para él. Resulta que una rubia ha estado frecuentando demasiado el
taller, inventa excusas solo para ver a Marcos trabajar y cebarle mates,
obviamente cosa que no soporto. Marcos dice que estoy siendo celosa, y sí es
verdad pero estoy segura de que si un trabajador me persiguiera como al rubia
lo hace el se pondría furioso. Sé perfectamente que nunca me será infiel, pero
no deja de molestarme.
Interrumpen mis pensamientos golpeando mi
oficina, ordeno que pases y allí entran. Muy felices con una bandeja de
chocolates para degustar. Mi padre estaba bastante nervioso y Máquina, su mano
derecha en todo esto, ansioso.
Ví la
bandeja y noté un bombón nuevo, impresionada le demostré que valoraba mucho su
esfuerzo. Luego por fin probé uno de los bombones. Comencé por la línea
original. Primero lo observé, el brillo la textura y forma estaba excelente,
sólo necesitaba saber el sabor. Me lo llevo a la boca y lo pruebo, estaba
perfecto, tenía excelentes porciones de amargo y dulce, tal cual era. Probé
todos y cada uno felicitando a nuestro nuevo Maestro chocolatero hasta que
llegué al bombón nuevo. Tenía una figura delicada, o “redondita” como Máquina
dijo, su color era oscuro, chocolate amargo de seguro. Lo probé y me encantó,
lo felicité nuevamente a él y a Máquina y les ordené que hicieran más de éste
último. Nos venía de lujo expandirnos hacia el exterior con bombones nuevos.
Muy feliz le dije a mi padre que el puesto sería suyo, sin lugar a dudas era
muy bueno. Se retiraron y continué trabajando. Así lo hice hasta que me
interrumpió una llamada, era Marcos, me saluda y dice:
-¿Dónde estás mi amor?
-En la fábrica.
- ¿Qué tal con el chocolatero nuevo?
-Muy
bien excelente.
- ¿Estás ocupada?
-No,
bueno algo.. pero no cortes.
-Te quería invitar a almorzar hoy, sino
mañana…
-Esta complicado Marcos, tengo reuniones al
mediodía.. ¿Que te parece si luego paso por el taller?
-Me parece perfecto mi amor. Acá te espero..
ansioso..
-Chau Marcos…
-Chau… Besitos… por todos lados!!
Corté
y seguí en lo mío.
La
tarde había pasado rápido, como siempre Brenda y Flor me estaban ayudando
mucho, haberlas contratado había sido todo un alivio. Angie por su parte casi
ni existía, ni como empleada ni mucho menos como amiga. No sé muy bien por qué,
pero simplemente eso sucedió.
Estaba
a punto de irme cuando Brenda me dice que tenía una reunión pendiente aún, de
verdad me cayó mal la noticia, me quería irme, ducharme y salir con Marcos. Sin
protestar fui a mi oficina. Al entrar la veo sentada, mirándome. Mis
pulsaciones se detuvieron, pero sin más pude emitir palabra, la miré fijo y le
dije:
-¿Qué hacés acá? No te quiero ver más, ya te
lo dije.
-No me
digas eso hija.
-Es lo que siento… rencor… mucho rencor…
-Sé que no vas a perdonarme, y tenés toda la
razón, pero necesito saber qué pasó con el ADN…
-Pasó que Pepe es mi padre.
- ¿De verdad?
-Sí. Lo es. Y por tu mentira no lo pude
conocer antes, ni él a mí. Adiós.
Dicho
eso me retiré llorando y furiosa. Fui al baño a lavarme la cara y me observé en
el espejo. Era otra Victoria. Una victoria completamente distinta a la de un
año atrás, lo raro fue que al principio de notarlo me asusté. ¿Pero debía de
hacerlo?, creo que no, era feliz, con un hombre maravilloso, un trabajo que
amaba y con toda la verdad a la luz, tal cual me gusta.
Capítulo 55:
Sin
más que hacer y decir me fui a mi casa. Llegué y me fui a ducharme, luego
vestirme y finalmente colocar algo de maquillaje. Estaba lista en no más de 20
min, para mi todo un récord, en fin, salí para el taller muy emocionada.
Caminé
un par de cuadras y a lo lejos podía ver, la rubia estaba en el taller de
nuevo…. ¿mi reacción?.. por dentro quería matarla pero me mantuve al tanto. Al
llegar miré a Marcos con los ojos grandes y le digo:
-Hola amor…
-Hola mi vida… ¿Cómo estas?
-Bien… bien… -cambio mi cara y digo- al
parecer estas ocupado…
-No, no… ya termino.
Ella
nota la incomodidad por lo que se despide de él y de mí, lo miro y le digo:
-Yo creo que también me voy… -doy media
vuelta para irme pero me toma de atrás y dice-
-Nono,
vení para acá... –hace una pausa y con sus labios cerca de mi cuello dice- no
te pongas celosita, dale… mira si me voy a fijar en ella Victoria por favor…
-No me pongo celosa por eso…
- ¿A no? ¿Y por qué entonces?...
-Ella sabe que tenés pareja... y Marcos,
seamos honestos, se le rompe el auto todos los días, y casualmente cae en tu
taller…
-Puede ser que me siga, pero yo no le doy, ni
le voy a dar bolilla amor… dale, no seas celosita, dame un besito…
Dicho eso besó mi cuello, sonreí y luego me
dio la vuelta para besarme en los labios. Recibo el corto beso y le digo:
-Perdoname que sea pesada, pero no la
soporto….y… te amo…
-Ayy mi vida… también te amo. Te amo
muchísimo mi rubia hermosa... te confieso algo, me pongo muy loquito cuando te
ponés celosa…
-Ayy Marcos..
-Sí. Te llevaría al Fin del Mundo aca… pero..
Termino su frase diciendo:
- Pero
no hay cortinitas.
-Exacto
Dicho
eso me besa intensamente, yo tomo de su cara y el abraza mi cintura, da una
vuelta y hace que giremos, entre risas y besos perdía la conciencia, no tenía
noción del tiempo… estaba con él y no existía nada más.
Cuando
se detiene me besa nuevamente y dice:
-Vamos a mi casa, me cambio y .. ¿salimos?
-Sí, vamos.
-Cierro y en 5 estamos…
Cerró el taller y salimos abrazados para su
casa. De a ratos me besaba e intentaba tocar mi cola, al no haber gente a esas
horas en el barrio se lo permitía, eso sí yo también tocaba la suya y reíamos
juntos. Era increíble los momentos que pasábamos, tan espontáneos y a la vez
perfectos. Nunca creía que podría decir esto pero, el hombre perfecto sí
existe, y esta a mi lado. Desde niñas nos cuentan historias felices con
príncipes y princesas que se aman eternamente. Donde el príncipe es el típico
hombre perfecto que viste de gala, tiene buenos modales y trata a su princesa
como tal… ¿pero existen hombres así? ¿se extinguieron ? ¿o es que acaso nunca
vivieron? Desde mi punto de vista la respuesta es sí, si existieron, uno de
ellos vive conmigo. Él es mi Guerrero.
Capítulo 56:
Llegamos y notamos un profundo silencio en la
casa de Marcos, lo que obviamente era muy raro, Isabel y Máquina son super
gritones, Flor no tanto… Marcos quedó asombrado, sin más fuimos a la cocina.
Bebimos agua y Marcos se fue a bañar. Mientras esperaba me entretuve con mi
celular, luego se cambió y salimos.
Comenzamos a pensar a dónde podíamos ir, no
lográbamos decidirnos hasta que le digo:
-¿Y si cenamos en casa? Preparo una comida
rica y no sé…, miramos una película.
-Me
encanta tu idea, vamos mi vida.
Dicho
eso me abraza y nos dirigimos a nuestro hogar. Llegamos y decidimos que yo
cocinaría y el buscaría una película en algún comercio.
Cocine
unas pizzas y preparé una picada, casi terminando él llega. Eligió una película
romántica muy linda, se llamaba “Cuando te encuentre”. Me ayudó a terminar y a
acomodar todo en el living.
Ya
todo listo nos tumbamos en el sofá. Yo me senté y él se recostó sobre mis
piernas mientras yo le acariciaba el pelo. La película era de verdad muy linda,
una excelente elección tuvo. Era de esas románticas pero realistas, es decir,
románticas pero lindas, no del tipo que no me gustan, muy aburridas y llenas de
lágrimas. De verdad la recomiendo… en fin, mientras la mirábamos yo le daba de
comer en la boca al nene porque llegó a rogármelo.
Cuando
terminó juntamos todo y fuimos a la cama. Él tomo una ducha antes mientras yo
me ponía un baby doll blanco. Me acosté algo cansada por el día y sin poder
despedirme de él, caí dormida.
Antes
de abrir mis ojos y lograr despertarme sentí que Marcos se movía. Cuando
intento abrirlos lo veo muy cerca, besándome. Me mira y dice:
-Buenos días mi amor. ¿Cómo dormiste?
-Mmmm… muy bien. ¿Vos?
-Perfecto… te confieso algo… recién, antes de
que despertarás te observaba, parecías un angelito…
-Ayy Marcos.
-Sí, hermosa.
-Yo te confieso que me encantó la manera en
la que me despertaste…
- ¿A si?
-Sí. Mucho.
Sonríe
y me besa de nuevo. Beso que continuamos encantados, de a poco nos fuimos
perdiendo en aquel beso… Me mira, abre los ojos grandes y dice:
-Mejor nos detenemos… ¿no?
- Sí. Mejor…
-No sé digo… si querés seguimos…
-Y bueno…
-¿Seguimos…?
-Sí.
Y así
nos seguimos besando, él me tomo y me coloco sobre él y comenzó a acariciar
toda mi espalda mientras yo tomaba su cara y seguía en ese profundo y
apasionado beso. Estábamos muy emocionados hasta que suena su celular. Dejó que
sonara pero al insistir atendió. Lo miro y cuando corta me dice:
-Me tengo que ir al taller… tengo una clienta
esperando..
- ¿Clienta?... ¿Mujer?
-Emmm si…
- ¿No será…?
-… si es la rubia. Me dijo que se le cayó el
motor…
-Ok. Yo me voy a la fábrica.
Me
levanté y me fui a bañar. Bastante celosa y molesta, pero debía de aflojar un
poco. Por eso evité cruzar palabra con él para no pelear. Luego de bañarme
entró él. Yo me cambié rápido y le grité “Chau” desde la puerta.
En el
camino pensaba en lo desconforme que estaba con esa rubia, no podía evitar
enojarme con Marcos, él perfectamente le podía poner los puntos a ella. Cosa que
no hizo. En fin, llegué y para no pensar en nada trabajé muchísimo, ni siquiera
desayuné. Solo esperaba que ella no se metiera entre nosotros. No la dejaría
tampoco, pero sabía que tramaba algo. Cosa que obviamente, iba a impedir.
Capítulo 57:
Asistí
a un par de reuniones y atendí unos llamados hasta que golpean mi puerta algo
fuerte. Me asomo y lo veo, no quería pelear con él ni hablar por lo que me
siento y digo:
-Estoy ocupada Bren, ahora no…
-Soy yo…
Dicho eso entra sin pedir permiso me mira y
dice:
-Tenemos que hablar…
-Marcos ahora no... estoy… trabajando…
-Oka te espero acá, terminás y hablamos…
-Marcoss…
-Tenemos que hablar amor, y sabés bien porqué
Llega
Brenda a la puerta y enseguida dice:
-Vicky ya terminé los llamados y los informes,
no te queda más nada para hacer. Las reuniones siguientes y la prueba de nuevos
chocolates son mañana porque hubo retraso con los ingredientes… -mira a Marcos
y dice- Hola Marcos.. ¿Cómo andas cuñado?
Él le
sonríe y le dice que muy bien gracias. Mi hermana se retira y él me dice:
-…entonces….
-…acá no podemos hablar
-Vamos a otro lugar…
-Ya sé, seguime…
Sin más remedio vamos a una oficina que ya no
se usaba, no quería discutir con él pero si no lo hacíamos ahora lo haríamos
esta noche antes de dormir, seguro, por lo que no me desistí.
Llegamos y él tranca la puerta sacándola y
guardándosela en su bolsillo. Lo miro y digo…
-No es necesario que tranques, no me voy a
escapar…
-No sé linda, eso querías hacer…
-Bueno.. usted dirá Guerrero
-Vine básicamente para decirte que sé que
estas molesta y celosa… y lo entiendo perfectamente, si alguien te siguiera
como ella lo hace conmigo yo estaría hirviendo de los celos.. por eso mi vida y
porque no quiero que nos peleemos hablé con ella, le pedí por favor que borrara
mi número, que no me siguiera más, y sobre todo que no intentara romper su auto
de gusto..
-Marcos yo…
-No digas nada, te entiendo de verdad, además
a mi no me cambia la vida que ella no sea mi cliente… ahora que vos te pelees
conmigo y que ni siquiera quieras hablar, me parte el alma…
-Mi amor… perdoname... yo tampoco quería
pelear..
-Tranquila mi vida, te entiendo, yo también
me pondría difícil… Cambiando de tema… esos labios rojos me están provocando…
-Ayy Marcos… -hice una pausa y le dije-
perdóname por celosa, yo nunca desconfié de vos, ni lo voy hacer, pero me ponía
como loca que ella te llamara y que siempre se le rompiera el auto…
-No digas nada, ya está… ahora… ¿sabes qué
quiero?
- ¿Qué?
Se
acerca de manera provocadora, toma de mi cintura y casi sin poder resistirme de
sus caricias me dice:
-Terminar lo de esta mañana… -abre los ojos
grandes y se acerca aún más-
-Ayy
Marcos… tenés la facilidad de volverme loca de amor en 5 segundos, o menos…
Sonríe y dice: - ¿A sí?.. ¿y si te beso te
vuelvo más loquita…?
-Y…puede ser… probá…
Era tal cual lo había dicho, él lograba
cambiar rotundamente mi humor, y como ya lo hizo, mi vida. Era realmente
increíble el amor que nos teníamos, tanto, que no logramos estar separados unas
horas sabiendo que algo anda mal. Más allá de que sea terca, él lo aceptaba, y
por encima de ello, hacia además que esa situación, algo fea, incómoda y
molesta, se hiciera linda, dulce, y romántica. Algo que sólo él lograba en
menos de, como ya dije, 5 segundos.
Capítulo 58:
Me
mira y lentamente acerca sus labios a los míos. Mira mis ojos y en ese momento
me besa, une sus labios con los míos haciendo que cada pequeña parte de mi
cuerpo se estremezca, deseando y anhelando profundamente sus besos.
Hundidos en ese profundo y casi eterno beso me
comienza a abrazar, yo hago lo mismo pero él con mucho más deseo. Acariciaba
desde mi cara hasta mi parte trasera posándose repetidas veces en mi cola y
cintura. No podíamos detenernos, deseábamos profundamente ese beso y más.
Nuestras respiraciones se agitaron como nunca, al notarlo intenté que nos
detuviéramos. Lo aparté un poco y entre besos le dije:
-Mmmm… Marcos… estamos… estamos….
-En la empresa, sisi. Eso no importa…
-¿Cómo no? Marcos por dios…
-Estamos encerrados, no tenemos cortinitas
pero estamos trancados…. Solos..
-… Amor.. la única llave no la tenés vos…
-Oka…bueno… vamos un lugar público así se me
resulta más difícil …
-Vamos… si….
-Vamos... salimos…
- ¿Vamos…?
-Nooo. No vamos… vení aca…
Dicho eso abraza toda mi espalda con sus
fuertes brazos, mientras devoraba mi boca. Me alza a upa y me apoya sobre el
escritorio. Me siento y él, entre mis piernas besaba mis labios, y cuello,
mientras que al mismo tiempo me quitaba el saco, y luego a él mismo su campera.
Hundido en un fuego mutuo comienza a acariciar
mis piernas y yo su espalda, perdiéndome y cayendo, nuevamente, en sus caricias
y encantos.
Ya era
casi demasiado tarde para que nos detuviéramos de nuevo, pero sin más intento
que eso pase, no podíamos, de ninguna manera hacer nada allí dentro.
Se
intenta quitar la remera peor lo detengo, lo intento apartar y digo:
-Amor.. amo tus besos.. pero paremos… por
favor te lo pido…paremos…
-Nooo. Que paremos.. no… no puedo más…
-Por favor Marcos… intentalo por mi… Te
prometo que te voy a recompensar… por favor.. basta
Me
mira, abre los ojos grandes, mira hacia el techo suspira fuerte y dice:
-Ahhhh… bue.. oka… respiro hondo y me baja la
temperatura….
Y eso hace, respira como me había enseñado,
se aparta y se tranquiliza, por así decirlo.
Le
sonrío indicando mis gracias por su gran esfuerzo, y me alerto porque tenía
toda la cara roja, cualquiera que nos viera en esas condiciones daría como
obvio lo que casi sucedió en aquella oficina. Para sincerarme lo único que me
detuvo de no hacer el amor allí fue el hecho de que había más de una llave de
cada una de las oficinas, cualquiera de seguridad hubiese accedido a ella y nos
hubiesen encontrado, a mí y a él, en una situación comprometedora.
Capítulo 59:
Sin
que nos pudieran ver los rostros impregnados de labial rojo, nos escabullimos
hacia mi oficina. Llegamos y de inmediato busqué mi cartera y mi maquillaje. Él
se sentó delante de mí y reía mientras yo intentaba sacarme la mascarilla de
payaso que Marcos me había dejado. Lo veo reír y le digo:
-¿Te parece gracioso? Me dejaste una
mascarilla, parezco Piñón Fijo…
-Mmm… no… Piñón Fijo no es tan sexy…
-Ay Marcos….
-Uuuuh, no sonrías así, porque así como sos
débil ante mi sonrisa, yo lo soy aún más con esa sonrisa y esos labios rojos…
- ¿A sí…?
- Seee…
Le sonrío nuevamente. Él respira hondo y
dice:
-Estás jugando con fuego…
-¿Ahh si…? Mira vos…
Sonríe nuevamente, hace una pausa y dice:
-Desgraciadamente tengo que ir al taller a
entregar unos autos… debería de haberme ido ya .. pero antes necesito saber …
si. Si estamos bien…
-Claro que sí.. mejor imposible…
-Te amo. Nunca lo dudes…
Al oír esas palabras… “nunca lo dudes”, me
empiezo a sentir culpable. Quizás sí dudé de él. Algo que por obvias razones el
nunca lo merecería.
Lagrimeo
sin poder contenerme, él lo nota. Se para y se acerca. Me mira y me dice:
-No llores… me partís el alma..
-No es justo lo que hice.. perdoname…
-Ya está, pasado pisado linda… veni.. veni…
Dicho eso me abraza fuerte, mientras yo,
cerrando mis ojos, me encuentro en un pozo de profundidad, amor, pasión, y
cariño. Un pozo del cual no quiero salir nunca.
Capítulo 60:
Me
besó y se fué al taller. Habíamos quedado en cenar en mi casa esta noche, le
expliqué que iba a ir a la casa de mi padre a tomar mate luego del trabajo, por
lo que acordamos encontrarnos a eso de las 22hs.
Había
adelantado todo para mañana poder dormir un ratito más. Salí para la casa de mi
papá pasadas las 20hs. Llegué y se puso muy feliz de verme, ya nos estábamos
viendo en la fábrica, pero allí era su jefa, en su casa era su hija.
Calentó el agua para el mate y empezamos a
charlar y contarnos cada uno de su día. Le conté el problema que había tenido
con Marcos, nuestras idas y venidas, luego le comenté de mi día en el trabajo y
en fin él hizo lo mismo. Compartíamos el mate con galletitas que sacó de su
kiosko. Hablamos también de chocolates, peor al darme cuenta de que era una
charla de trabajo la detuve de inmediato. Era hora de dejar el trabajo algo de
lado, por lo que saqué un tema que realmente daba para hablar, respiré profundo
y le dije:
-Papá… ¿Noelia sabe que soy su media hermana?
- Aún no… no sé si sabías pero se fue al sur
y a decir verdad no le he dicho nada de nada…
- ¿A sí?.. ¿Al sur?
-Sí, de allí vino… hija no le he dicho anda
porque sé que hay un fuerte roce entre ustedes, y además es complicado decir
estas cosas por teléfono…
-Sisi, no te preocupes papá. Luego veremos
cómo se lo decimos…
-Bueno.. no pensemos en eso… -hace una pausa
y dice- Vení, quiero mostrarte algo..
Salimos del living y vamos a su cuarto, va
hacia su cómoda y de allí saca una caja de madera… se sienta en la cama y
comienza a revolver la caja. Yo me siento a su lado esperando ansiosamente lo
que me iba a mostrar… busca y busca hasta que al fin dice!
-Eureka!! Mirá tengo fotos de mí y de Noelia
de jóvenes, de mi difunta esposa y tengo mis primeras recetas con Octavio. Me
mostró las fotos y me explicó la receta. En cuanto a las fotos era hermoso que
me mostrara parte de su pasado para conocer lo que nunca supe de él, y en
cuanto a las recetas de verdad eran muy buenas, y de verdad él era un excelente
chocolatero. Continuamos charlando hasta que veo la hora, eran las 21:45, debía
de bañarme y de preparar algo para Marcos, me paro de inmediato y le explico la
situación, me acompañó unas dos cuadras y luego nos despedimos con un beso y un
fuerte abrazo.
Al
llegar me quito la ropa en el baño y me ducho casi a la velocidad de la luz,
seco mi pelo y me dirijo al cuarto para vestirme. Busco algo de comida pero
solo encuentro un champagne que había comprado hace unos días, por lo que
tomaríamos eso y cocinaría más tarde. Dejé el champagne con hielo y dos copas y
luego me terminé de arreglar. Como sabiendo mis pasos termino de arreglarme y
arreglar algo de la casa y tocan el timbre. Abro la puerta, me mira y me besa.
Comienza a caminar hacia el living pero lo detengo, tapo sus ojos con la palma
de mi mano y caminamos juntos hacia la sala. Allí le robo un beso y luego saco
mi mano para que vea la bebida. La mira, me besa y dice:
-Quee rico mi amor… un champucito.
-No he cocinado porque hace 15min que llegué
de lo de mi papá…
-Ayy que lindo. Ni te imaginás lo feliz que
me pone que Pepe sea tu papá. Es un tipo excelente.
-Sí, lo sé… lo voy conociendo pero eso se
nota…
Dicho eso me acerco para besarlo y eso hago,
él responde emocionado hasta que nos detenemos para servir champagne. Él la
toma, le saca la tapa y comienza a sacudirlo, bañándonos de bebida. Largué una
carcajada por la situación. Sirve las copas y me dice:
-Brindemos… por nosotros… por nuestro amor…
para mí siempre mi vida..
-Para
siempre.
-Te
amo mi reina
-Te
amo mi rey
Chocamos nuestras copas, bebimos y luego nos
hundimos en profundos y apasionados besos. Besos que estremecían hasta las
últimas de mis fibras, besos tan apasionados que uno era suficiente para darme
cuenta el amor que le tenía a ese hombre. Un amor tan inevitable como perfecto.
Un amor que desencadenaba cada instante un sentimiento nunca conocido ni por mi
mente, ni por mi alma. Un amor tan hermoso y perfecto a la vez que en un
principio me aterrorizaba. El amor que tan feliz me hacía, el amor que llenaba
mi alma, el amor que me hacía sentir viva y plena cada segundo. Era
indudablemente mi Dulce Amor.
Capítulo 61:
Perdidos en esos besos comenzamos a retirar
nuestras copas de las manos para luego dar lugar a las anheladas caricias. Cada
uno posó su copa en la mesa ratona para de esta manera lograr besarnos sin
problemas. Él acariciaba mi espalda, hombros, piernas y cola. Besaba mis labios
cuello y hombros. Yo por mi parte me dedicaba a recibir sus besos, disfrutarlos
y contrarrestarlos con los míos. Le pedí que antes que nos fuéramos más lejos
cenáramos algo, tenía muchísima hambre. Íbamos a cocinar pollo pero finalmente
encargamos empanadas y refrescos. Mientras el delivery llegaba me fui a bañar y
aprontar para nuestro encuentro, él por su parte fue a su casa para traer algo
de ropa, tenía casi todas las valijas hechas para que nos mudásemos juntos por
lo que no demoraría casi nada, fue en el auto de la empresa y llego en 10min.
Por suerte lo hizo junto con el delivery, yo mientras me duchaba. Él aprontó la
mesa y dejó sus valijas en el cuarto. Por los ruidos que oía en ese momento
noté que guardaba y organizaba su ropa, yo, mientras me ponía el pijama y una
bata blanca con encaje negro en los extremos. En fin, me terminé de aprontar, y
salí para el cuarto a ayudarlo, entro y allí lo veo, emocionadísimo guardando
su ropa junto a la mía, en nuestra casa, y en nuestra habitación. Nota mi
presencia por lo que sonríe y dice:
-Ayyy
MAMADERAA! Que linda que sos mi vida!
-Gracias amor…
Me acerco, le doy un tierno beso por el
cumplido y lo ayudo a terminar. Un poco antes puse las empanadas en el horno
para que cuando termináramos con su ropa comiéramos al instante. Dicho y hecho,
no habían pasado más de 10min cuando ya habíamos terminado y cuando ya estaba
lista y caliente la cena improvisada.
Nos
tumbamos en el piso del living con la estufa prendida y dos copas a nuestro
lado, él me abrazaba haciendo que ese momento, así, tan simple e improvisado,
sea perfecto. Había una fuerte lluvia, lo que hacía el clima aún más romántico.
Comimos y durante la cena me comentó las
reacciones de su madre, me contó que lo ayudaba pero que a la vez casi lloró.
Él la contuvo y se volvió de inmediato. Al terminar juntamos todo. Luego me
dirigía a la cocina para fregar los vasos y de pronto siento una presencia
detrás de mí. Me abraza por detrás y me susurra seductoramente en el oído:
-¿Vamos al Fin del Mundo?
-Si, por favor…
Dicho eso me besa intensamente y me dirige a
la sala. Me perdí completamente en ese beso, tanto que olvidé que ya no tenía
pastillas anticonceptivas, y no tomar una quizás podía llevar a un bebé.
Intenté frenar el beso, al notarlo se alarme y me pregunta:
-¿Pasa algo?.. ¿estás nerviosa?
-Nono, es que.. no... no podemos hacerlo…
- ¿Por qué no?
-Porque no tengo más anticonceptivos…
-Mañana los compro amor… que no tomés una no
significa que vayas a quedar embarazada…
-¿Seguro?
-Sí, seguro…
-¿Cómo lo sabés?
-Una larga historia…. Vamos?
-Siendo así… si.
Dicho
eso me toma con fuerza y besa con mucho mas deseo. Hace que juntos, bailando en
un apasionado beso caminemos hasta el pasillo… allí recostó mi cuerpo y se
adueñó de él. En un momento se detiene, toma mi mano y me da la vuelta. Sin más
me dejo llevar, por su cuerpo, sus besos y sus caricias. De esa manera besa
todo mi cuello haciendo que recorra una inmensa pasión por cada rincón de mi
cuerpo. Besa mis labios y hace que gire nuevamente, quedando frente a frente,
me toma de la cintura yo abrazo fuertemente su espalda. Él continúa perdido en
mi cuerpo, piel y labios. Luego, al cabo de unos minutos, comienza a guiar
nuestro cuerpos hacia el final del pasillo,. Y finalmente hacia la habitación.
Esa habitación que conocía mil historia, a igual que esa casa. Casa testigo de
llantos, rabias, problemas y mentiras… pero sobre todas las cosas de, pasión,
deseo, cariño y más que nada amor.
Capítulo 62:
Perdidos en besos y caricias llegamos a la
habitación. Él ya sin camisa, yo me había encargado de eso. Entramos bailando
entre besos, caricias y más besos hasta que, en el borde de la caima, caímos
lentamente. ÉL estaba sobre mí, sujetando con sus manos las mías. De esa manera
estuvimos un rato bastante largo, hasta que por fin él me comenzó a quitar mi
camisón. Lentamente rozaba mi piel, quemándola de tanta pasión que liberaba ese
hombre, de todas formas, antes que él me desnudara yo le quité el cinto y
siguientemente sus pantalones, mientras él, con sus pies, se deshacía de sus
botas.
Ya
desnudos continuamos besándonos, hasta que él se detiene, me mira y dice:
-¿Vamos a nuestro lugar….? ¿Vamos al Fin del
Mundo amor…?
Le sonreí y dije: - Vamos amor…
Dicho eso me beso y luego entró en mí. Movía su
cuerpo al compás del mío, haciendo que cada movimiento me resultara un conjunto
de placer y amor. Estuvimos de esa manera por un rato largo, hasta que yo
intenté girar para posarme encima de él y continuar, lo intenté y en un segundo
ya estábamos unidos de nuevo. En ese momento largué un gemido alto y agudo, no
tan fuerte como los anteriores pero si intenso, mucho más intenso que
cualquiera. Él tomó mi cara para que lo besara, luego deslizo sus manos hasta
mis pechos, permaneció allí un rato largo, divirtiéndose con ellos. Finalmente
bajó sus manos y las posó en mi cadera, me tomó fuerte y de ese modo agilizó
nuestros movimientos. Me gustó verlo de esa manera, dando y recibiendo todo el
amor posible. Mis gemidos, sus suspiros y el chillido de la cama marcaban la
melodía perfecta para nuestra noche de amor, esa noche que tanto anhelábamos
tener.
Enderezó su cuerpo, dejó de estar acostado, a
estar enfrente a mí, allí me comenzó a besar todo mi cuello, pechos y labios,
dejando un camino húmedo entre ellos. Hicimos el amor por horas hasta que
caímos rendidos en la cama.
Me
recosté sobre su pecho, él me abrazó fuerte y dijo:
-Lo más lindo que conocí de la vida es a tu
lado…. Hasta el detalle más mínimo.. a tu lado, es inigualable.
-Ayy Marcos… sos un hombre increíble… de
verdad no creí que ya no existían hombres así.. .
- ¿A sí cómo?
-Perfecto
Me
sonrió y me dijo:
- Soy
tu hombre perfecto, solo tuyo mi amor.
Le
sonreí, él tomó mi cara y me dijo.
-Te amo mi amor… con toda mi alma te amo.
-También te amo Marcos, te amo muchísimo.
Nos
hundimos en un beso para dar lugar al descanso. De todas formas antes él se
puso un bóxer y fue a la cocina para traer algo de bebida, habíamos quedado
exhaustos. Sirvió algo de champagne, chocamos nuestras copas y bebimos hasta el
fondo. Se acostó a mi lado y me abrazó por detrás. Cerré mis ojos para dormir,
pero él me interrumpió diciendo:
-Dulces sueños mi amor...
Sonreí
y dije:
-Dulces sueños mi vida. Que descanses.
Me
abrazó más fuerte y allí nos dispusimos a descansar nuestros agotados cuerpos.
Agotados de demostrar tanto amor, tanta pasión, tanto deseo. Había sido algo
así como un reconciliación, de verdad nos habíamos peleado por la rubia, pero
de mi parte no había sido correcto dudar tanto. Quizás lo hice porque Marcos me
demostró ser el hombre perfecto, tan perfecto que era de no creer. En fin, esta
noche había sido de los dos. Una intensa noche de amor y pasión, con la lluvia
cayendo como si de verdad resultara se el Fin del Mundo.
Capítulo 63:
Abrí
mis ojos, giré hacia mi izquierda pero no lo ví. Me extrañé por lo que enderezo
mi cuerpo y lo llamo. No oí respuesta por lo que me intenté levantar. Antes de
hacerlo por completo veo sobre mi mesa de luz una carta. Estaba apoyada como
una carpa. Desde afuera se leía “Victoria”, debajo de ella había una margarita
blanca.
Sonrío
y con la carta en mis manos comienzo a leer, la carta decía exactamente:
“Estabas tan linda durmiendo que me dio no sé
qué despertare… Pero tengo que rajar al laburo. ¿Te gusta la flor? Se la robé a
Doña Gertrudis, la vecina de al lado de tu casa. Igual no creo que se enoje.
Pero por las dudas, no la pongas cerca de la ventana…
Que tengas un hermoso día mi amor…
Besitos por todos ladosss. Besitos por todos
ladossssss”
Sonreía mientras leía cada renglón, además lo
hacía por el hecho de que era un gesto muy lindo. Un detalle pequeño, pero no
por eso menos amoroso. Todo lo contrario para mí era perfecto.
Finalmente me levanté, desayuné sin apuro.
Luego me bañé, arreglé y fui directo a la empresa.
Al
llegar me esperaba no mucho trabajo, por lo que decidí dar un recorrido por la
planta y allí visitar a mi padre. Realicé unos llamados, firmé unos cuantos
papeles, y cuando estaba a punto de salir para la planta Lorenzo y Angie se
aparecen en mi oficina. Directamente, sin remordimiento ni vueltas me dicen que
ellos tuvieron una aventura mientras yo estaba con él, y que ahora iban a
casarse. En ese momento algo en mí se dio cuenta de algo… MARCOS SIEMPRE TUVO
RAZÓN EN DESCONFIAR. A decir verdad creí que podría discutir, incluso llorar de
lo molesta. Pero lo que realmente hice, fué mirarlos con todo el asco del mundo
y les grité que con ellos, no existía relación, es decir, yo para con ellos. En
todo caso relación laboral, pero simplemente eso. Les ordené fuertemente que se
pusieran a trabajar y que intentaran no comunicarse mucho conmigo.
Luego
del incidente, por fin fui a la planta. Observé la dedicación de mis empleados,
la buena relación entre ellos y obviamente los productos. Al finalizar mi largo
recorrido fui a ver al mejor maestro chocolatero, mi padre, José Fernández.
Hombre quien en unos días daría mi apellido. Charlé con él de la fábrica, le
conté los incidentes con Lorenzo y Angie. Le conté también que la relación con
Marcos iba mejorando, lo que por obvias razones lo puso muy feliz, dibujando en
él una enorme sonrisa, una sonrisa sincera, honesta, una sonrisa que nunca
había conocido, pero en estos momentos parecía que lo conocía desde antes de
nacer.
Él me
contó que había hablado con mi mamá, me explicó que ella estaba
arrepentidísima. Él me confesó que odió lo que hizo, pero la sabría perdonar,
aún no lo ha hecho, pero está seguro que lo hará, me confesó que la amó como
nunca.
Me
dijo:
-Tu mamá fue, y siempre va a ser el amor de
mi vida Victoria. Ese es el mayor motivo por lo que algún día… sabré
perdonarla…
-Ayy Papá…
- ¿Vos la vas a perdonar?
-La verdad… no lo sé. Solo sé que quiero
recuperar el tiempo con vos… el tiempo que ella nos quitó…
-Te prometo que sí..
Ví en
sus ojos, y, además deber pequeñas lágrimas saliendo de ellos, ví, detrás de
sus ojos un profundo dolor, dolor que mi madre había causado. Dolor que mi
supuesto padre también había sido partícipe… dolor que ojalá… algún día mi
madre pueda borrar. Sé que ella tiene el poder de borrar el dolor que mi Papá
tiene, pero también sé que no tiene el coraje. Ojalá juntara ese gran coraje
que le hace falta, coraje que la haría arrepentirse de todo, y el cual le
permitiría amar a quien de verdad es su alma gemela. Mi papá
Capítulo 64:
Al
finalizar la charla con mi padre lo invité a tomar mate en mi casa, a media tarde,
contentísimo por la propuesta aceptó. Luego me despedí de él y fui a mi
oficina. Firmé y analicé el contenido de unos informes hasta que fuí a
almorzar. Tenía bastante hambre por lo que decidí ir al bar del Terco. Quería
compañía, por lo que invité a Marcos. Aceptó y almorzamos juntos.
Nos
encontramos enseguida, nos saludamos con un hermoso y largo beso y luego,
tomados de la mano, caminamos hasta el bar. Ordenamos la comida del día, pollo
asado con ensalada.
Mientras comíamos charlábamos de nuestro día,
él me dijo que entregó cuatro autos y ya había reparado tres. Por mi parte le
conté la charla con mi papá, nuestro encuentro de esta tarde. Pensaba contarle
lo de Lorenzo y Angie, pero no era ni el momento, ni el lugar. Además de que
obviamente no podría buena cara, ni él ni yo. Él, por el hecho de que,
prácticamente, odia a Lorenzo, y yo, odiaría mi reacción. Sabía que quizás una
lágrima se me escaparía. Más allá de que sé lo malo que es Lorenzo, y ahora también
se lo “cornuda” que fui, me pone algo triste. Yo lo quise mucho, lástima que él
no a mí. De todas formas no sé que es peor, el hecho de que haya sido cornuda
con el hombre que creía perfecto, o que haya sido con quien era mi mejor amiga
y confidente.
Ahora,
en este instante, los estoy odiando, a ambos. Y sé que lo haré por un largo
tiempo, pero más allá del odio y del rencor siempre habrá en mí un lindo
recuerdo con cada uno. Saber que los quise, confié en ellos e hice lo mejor de
mí para ayudarlos me duele, y creo que eso es lo que realmente duele.
Mientras analizaba todo esto, Marcos notaba mi
ausencia, por lo que dijo:
-¿Amor…?
- Marcos… ¿qué?
-¿Estás bien? ¿Pasa algo Victoria?
-Nada grave… sólo.. pensaba…
Sonreí y agregué: -Luego, cuando estemos
solos te tengo que contar algo.
Él
respondió diciendo: -Oka.
Y
sonrió. Finalmente charlamos de la familia de él hasta terminar el almuerzo. Él
se despidió de mí con muchas ganas. Noté de inmediato que obviamente me
extrañaba. Vivimos juntos, pero nos vemos poco tiempo en el día a veces. Y para
ser una pareja que comienza su transcurso juntos debíamos de estar, creo yo,
más tiempo a solas.
En
fin, nos despedimos y fui a la fábrica. Charlé con Emilio por teléfono. Luego
nos vimos en la fábrica, y al notar que se me pasaba la hora, terminé mi
trabajo y me fui a mi casa. Me bañé y llamé a mi papá. Por suerte había
terminado temprano. Luego de llamarlo no tardó más de 15min en llegar.
Aprontamos el mate y continuamos nuestra
charla de la fábrica. Le comenté lo de Lorenzo y Angie, mientras lo hacía
lagrimeaba, tal y como lo predije. Al verme me preguntó si aún lo quería. Le
contesté que obviamente no, pero no por eso, era menos doloroso. Me calmó, y
luego nos contamos anécdotas de nuestras vidas. Me dijo que una vez, cuando era
joven, había mentido a toda su familia, sólo para salir con una chica. Lo logró
pero luego ella al enterarse de todo lo detestó. Me explicó que en la vida
todos tenemos nuestras idas y venidas. Todos tenemos nuestros errores y virtudes,
errores que no todos saben apreciar. Y el que de verdad lo sabe hacer es un
verdadero amigo, o tu verdadero amor.
Le
sonreí y luego agregó:
-Otro de los grandes aprendizajes que la vida
me enseñó fué, no dejar pasar el tiempo en algunos aspectos… por ejemplo en el
agua del mate… debe de estar helado de tanta charla hija!
Ambos
reímos. Luego, al cabo de unas horas él se fue. Yo me acosté con la computadora
y revisé unos cuantos papeles y respondí e-mails. Luego sin más, tomé un café y
me dormí. Antes de hacerlo analicé lo que mi padre me dijo…. “no dejar pasar el
tiempo en algunos aspectos”, tiene mucha razón. Estamos acostumbrados a perder
el tiempo… tal como yo lo hice con Lorenzo. Desde ahora en más, ahorraré cada
minuto para poder disfrutarlo con quiénes de verdad me quieren. MI familia y mi
Marcos. En otras palabras… perdonar a mi Mamá.
Capítulo 65:
Finalmente dormí. Quería esperar a Marcos pero
me había agotado el cansancio.
Al
despertar lo vi a mi lado. Se despertó casi al instante que yo. Me dijo que al
llegar del trabajo me vió agotadísima, por lo que besó mis labios y se tumbó a
mi lado. Le pedía perdón por no haberlo visto casi en todo el día. Él dijo que
no me disculpara, era la culpa de nuestros trabajos. Él debía de apresurarse
con los autos porque quería entrenar para la carrera, y yo me cuidaba las
espaldas de Lorenzo y Angie, y obviamente las de la fábrica. Sin más, fuimos a desayunar,
nos besábamos de vez en cuando, hasta que él debió de marcharse. Nos
despedimos, y nuevamente notamos nuestro poco tiempo juntos. En fin, me duché y
salí para la fábrica. Hablé con Emilio y le pedí que le dijera a mi madre que
quería habar con ella. Me contó que mi Papá había hablado con ella, y que entre
ellos estaba todo bien. Sin remordimientos de por miedo. Me extrañé de que no
me lo haya contado, hasta que recordé que ayer no fue un gran día para mí, por
lo que era obvio… no quería sacar el tema de mi mamá por mi mal día.
Finalmente habíamos quedado en que ella venía
para mi casa a la tarde.
Las
horas volaron en la empresa, y fuera de ella. Asistí a seis reuniones con
compradores y accionistas, tarea que me dejó exhausta. Por esto me comuniqué
con Flor en la empresa y le dije que no volvería. Por suerte no había mucho
trabajo, de todas formas les dije a ambas, Flor y Bren, de que si necesitaban
ayuda no dudaran en llamarme.
Me
cambié de ropa y preparé un té. Ordené y limpié mi casa y luego me duché. Llamé
a mi papá y le dije lo que sabía, y que hoy hablaría con mi Mamá para dejar
cada pieza en su lugar.
Al
cortar tocan el timbre, atiendo y era ella. Me vió y se largó a llorar, la
intenté calmar y le ofrecí té. Aceptó y luego de hacerlos, nos sentamos en el
sofá.
Estuvimos horas charlando, ella rogándome que
la perdone cada 5min, llorando, lagrimeando y extrañándonos una a la otra. Me
explicó toda la situación de su pasado. El porqué de tanta mentira para conmigo
y con mi Papá.
Ella
tenía miedo, miedo de sus papás. Mis abuelos odiaban la relación con mi Papá.
Le impedían terminantemente verse con él, por lo que la obligaron a mentir.
Finalmente logré perdonarla, no podía perder
el tiempo, tal me lo había dicho mi padre.
Perdonarla
era la única manera de purificar mi alma y la de ella.
Ella
estaba muy contenta, tanto que lloraba de felicidad. Yo tomé su mano y le
expliqué que la entendía y que perdonaba su error, tal lo había hecho mi papá.
Entre lágrimas le dije:
-Te quiero mucho Mamá…
Ella lloró aún más al oírme. Tome su otra
mano y nos hundimos juntas en un profundo y cálido abrazo.
Luego
le conté la buena relación que tenía con mi Papá, nuestras charlas con mate, su
gran profesionalismo en la empresa y demás… Más tarde se retiró feliz, muy
feliz. Tanto que al llegar a la mansión le contó a Emilio… Me enteré porque él
me llamó de inmediato, le conté todo y de paso charlamos.
Luego
me cambié y me puse a trabajar con mi computadora, estaba muy cansada. Pero
esta noche esperaría a Marcos y le prepararía la cena.
Hice
unos fideos con pesto para cuando él llegara. Al hacerlo lo saludé con un gran
y largo beso y luego le serví la comida. Me contó su día, mientras yo pensaba
como contarle todo lo que había pasado en este día.
Al
terminar él, comencé la charla diciendo…
-Tengo mucho para contarte... perdoname si lo
he retrasado. En fin… en estos días han pasado muchas cosas. Lorenzo me dijo
que él y Angie eran amantes….
-¿Cómo?
-Ahh, y hoy hablé con mi mamá… está todo bien
entre nosotras. Yo la perdoné y mi Papá también…
-¿De verdad amor?
-Sii
-Que bueeno. Victoriaaaa…. Pero lo de…
-Perdoname Marcos que no te haya contado
antes... ellos mismo me lo confesaron. Con todo el odio quise despedirlos pero
no. Se lo conté a mi Papá, y no te voy a mentir… lloré. Me dolió que haya
venido tanta mentira de él y de quien, supuestamente, era mi mejor amiga. Pero
en fin…
-Tranquila… me parece perfecto que lo hayas
hablado con tu papá… y es completamente normal que te duela. A cualquiera le
dolería… me imagino a vos, con ese corazón de oro que tenés. Sos una luchadora…
te amo.
Dicho
eso me besó con mucho cariño y amor, luego me abrazó, y, al terminar la cena,
nos tumbamos juntos en la cama dispuestos a descansar el largo día que habíamos
tenido.
Abrazada a él dormí plácidamente. Desperté
junto con el despertador, muy temprano. Él ya estaba preparando el desayuno. Le
dí los buenos días y lo besé un par de veces. Un tanto emocionados continuamos
ese beso. Él me tomó de la cara y luego de la cintura, yo lo abrazaba con el
deseo de que me hiciera suya. Al notar mi deseo él me mira, abre los ojos, mira
hacia arriba y dice:
-¿Vamos al Fin del mundo…?
-Por favor…
Dicho eso me toma en sus brazos y comenzamos
el camino hacia la habitación. Cruzamos el pasillo entre besos y caricias hasta
que por fin nos recostamos en la cama .Me coloco sobre de él y, aferrada a su
cuerpo, lo continúo besando, demostrándole todo el amor que siento por él. Me
comienza a quitar mi solera cuando su celular lo interrumpe. No le da
importancia por lo que me desviste y besa nuevamente, hasta que una llamada nos
interrumpe de nuevo. Contesta, habla unos minutos y corta. Al hacerlo me mira, y
dice:
-Me tengo que ir… perdóname mi vida. Me
llaman unos clientes.
-Oka. No pasa nada… vamos a desayunar
rapidito.. ¿sí?
-Sí, vamos…. Haay diosssss!!!
-¿Qué pasa Marcos…?
-Mirá donde nos interrumpen….
-Tranquilo.. . más tarde no lo harán.
Guiño
uno de mis ojos mirándolo, él muerde sus labios y me da un corto beso diciendo
su tan típica frase: “MAMADERAAA”
Dicho eso se retiró sin más. Por mi parte
desayuno, tomo un baño y me retiro de mi hogar.
En la
fábrica trabajé como todos los días, siguiendo la aburrida rutina que de a poco
me atrapaba. Decidí entonces charlar con mi padre. Lo encontré preparando unos
bombones nuevos, lo felicité y luego charlamos por horas.
Bajando el sol me dirigí a mi casa. Me cambié
y fui sorpresivamente a la casa de mi papá. Al llegar golpeo, no me atiende por
lo que abro con una de las llaves que él me había dado, y entro sin más. Al no
encontrarlo en la casa ni el kiosko lo llamo. Me atiende de inmediato y me dice
que estaba con mi mamá tomando café. Ahora entendía todo, él quería volver a
estar con ella, y creo que esta vez ella estaría dispuesta a luchar. Me hice un
café para esperarlo y de pronto suena mi celular, Marcos me llamaba diciendo
que quería verme, le dije donde estaba por lo que llegó en 5 minutos.
Cuando
llegó lo besé para saludarlo, charlamos y él preguntó por mi papá, le comenté
que no estaba, que estaba con mi mamá. Sonrió y dijo:
-Ayyy que leeendo. Pepito atrás de Elena.
-Sí… igual no es oficial. Son mis sospechas…
-Vos sos muy inteligente, de seguro es así….
Sonrío y agrego: -Salamero!
-Hermosa! –hace una pausa, mira a sus lados y
dice: Emmm… entonces… ¿estamos solos?
-Sí.. ¿por qué?
Dicho
eso me toma fuerte de la cintura, y pegando su cuerpo al mío dice:
-Porque me muero por besar esa boca…
Dicho y hecho, me besa intensamente
acariciando mi cara y espalda. Luego me abraza por la cintura, y hace que
nuestros labios bailen juntos. Abraza y acaricia toda mi espalda y parte
trasera. Un tanto emocionados en el beso él me intenta alzar en upa, pero lo detengo
porque estábamos en la casa de mi papá. Le intento pedir que se detenga pero no
puedo porque él devoraba mi boca y labios. En fin, logré que se detuviera. Aún
con la respiración agitada le dije que paráramos, no podíamos seguir, no dónde
estábamos. Nos intentamos tranquilizar, lo intenta, pero no lo logra por lo que
me toma nuevamente y apretando mi cuerpo contra el de él, me besa.
Cada
uno de sus besos me demostraba el deseo de estar conmigo, ese deseo que nos
perseguía desde hace días. Deseo que esta noche saciáramos con besos, caricias
y sobre todo con mucho y abundante Dulce Amor.
Capítulo 67:
Un
tanto calmados nos fuimos de la casa de mi papá. Caminamos las pocas cuadras
para llegar a mi casa de la mano y pensando en la cena. Para sincerarme pensaba
más en estar a solas con él que en la cena, de todos modos elegimos hacer una
ensalada y tomar refresco.
Por lo
visto no era la única centrada en nuestro encuentro, así lo supe ya que al
cruzar la puerta él la cerró y trancó rápido para luego tomarme de la cintura y
recostarme contra la pared. Allí acaricia mis piernas mientras me besa. Yo
abrazo su espalda con fuerza y respondo encantada a sus besos y caricias.
Él y
sus labios se apoderaron de mi boca y cuello. Sus manos disfrutaban mis piernas
y espalda. Sin más le comencé a quitar la ropa, él al ver mi apuro hizo lo
mismo con la mía. En no más de 5min ya estábamos semi desnudos, de esta manera
él me alza en upa y me tira en la cama.
Sonríe
entre besos haciendo que mi corazón se acelere un millón de veces más. Él
continuaba inspirando besándome los labios y de vez en cuando el cuello. Cuando
hacía esto último yo mordía y besaba suavemente sus hombros demostrándole mi
deseo de aferrarme junto a él, esta y todas las noches.
Finalmente conformes con todas las caricias y
besos nos hicimos uno sobre la cama. Mis piernas rodeaban su cintura y mis
brazos acariciaban toda su espalda. Las manos de él se apoderaron de mi cuerpo
todas las horas que allí, tendidos haciendo el amor estuvimos. Llegado al
clímax del placer finalizamos. Yo emití el gemido más fuerte de esa noche y él
cerró sus ojos y suspiró.
Exhausta me recosté a su lado boca abajo. Lo
observé unos segundos, sonreí y dije:
-Otra vez me trajiste al Fin del Mundo mi
amor…
-Sí, otra vez…. Todas las veces que quieras
te voy a llevar.
En ese
momento él deposita pequeños besos en mi boca. Quizás demostrándome lo feliz
que estaba, quizás para simplemente comenzar caricias nuevas, o quizás sólo por
el hecho que deseó hacerlo sin más.
Como
yo lo había hecho, él lo repite. Me observa por debajo de la sábana y yo río.
Posa su mirada en mis ojos. Hace una pausa y dice:
-Que linda que sos. Perfecta para mí. Te amo
mi vida
-Tambien te amo Marcos… te amo muchísimo!
Me
sonríe y agrega:
-¿Dormimos?
- ¿… o seguimos? –agrego.
- Epaaa… que picarona sos. AYY… AYYY….
MAMADERAA!
- Vamos a dormir…
-Si, sino no nos levantamos mañana… menos
vos..
- ¿Cómo…? ¿Qué quisiste decir…?
-Que mal pensada sos. Lo digo porque sos de
dormir como un ángel.
-No aclares que oscurece…. Vamos a dormir
mejor…
-Oka mi reina.
Dicho
eso apaga la luz y se recuesta a mi lado. Me abraza por detrás, tal y como me
gusta. Cierro mis ojos para descansar cuando de pronto siento su respiración en
mi oreja. La muerde y besa mi cuello al tiempo que dice:
-Dulces sueños mi picarona.
Sonrío
y le digo lo mismo.
De esa
manera, abrazados, olvidado el mundo por instantes cerramos nuestros ojos para
por fin descansar. Esta vez lo hicimos con la tranquilidad de que habíamos saciado
nuestras ganas y deseos de estar juntos, más allá del hecho de hacer el amor o
no, sino, quizás simplemente por poder charlar sin que nada ni nadie nos
interrumpa. Hacerlo sin pensar en nada ni nadie, hacerlo solo por el hecho de
dejarnos llevar, de calmar nuestros deseos y de unirnos como tantas veces lo
hemos hecho. Unir nuestras almas y cuerpos con el fin de amarnos, él a mí y yo
a él.
Capítulo 68:
En la
mañana desayunamos como siempre. Acompañamos el café con tostadas y una larga
charla. Me contó que Flor andaba en algo raro con alguien, lo noté algo celoso,
supongo que será algún novio. Luego charlamos del tema, que en estos momentos,
ya había sido un deja vú para ambos, su carrera. Me miró y con la voz algo
entrecortada dijo:
-En un mes me tendría que ir…
- ¿Por cuánto tiempo?
-Dos semanas… por lo menos.
-Ah oka…
No era la charla agradable de una pareja que
se amaba, por lo que intenté no hacerla tan difícil. Lo miré, sonreí y dije:
-¿Cuándo empezás a entrenar?.. igual.. estás
muy bien.. pero digo, ¿tiene entrenamiento ,no?
-Sí claro. Mañana mismo empiezo a correr y
hacer pesas.
- ¿En cerio? Qué bien.
-Veré como hago mis tiempos… tengo pensado
cerrar una hora antes el taller sino no te puedo ni ver.
-Yo también debería de arreglar mis tiempos,
así nos vemos más seguido.
Un
llamado interrumpió nuestra charla. Lo llamaban para que fuese a entrenar en la
pista y en el gimnasio de allí mismo. Al cortar me explicó y me pidió perdón
por tener que fugarse así, le expliqué que no pasaba nada, pero noté que se fue
preocupado. Lo hizo luego de darme un largo beso como despedida.
Terminé de desayunar, y me arreglé para ir a
la empresa. Peiné mi pelo y le hice un recogido algo sencillo.
Como
mi rutina lo ordenaba mi día fue normal, asistí a un par de reuniones,
ratifiqué envíos y controlé la planta. Al mediodía comí solo una ensalada,
debía cuidarme yo también. En fin. En las primeras horas de la tarde me reuní
con empresarios pero por webcam, ellos eran brasileños interesados en invertir
en nuestra empresa. Al finalizar quedé exhausta por lo que tomé diez minutos de
descanso. En ellos una llamada me interrumpe, era Marcos. Me dijo que fuese a
la oficina que no se usaba, que allí me estaba esperando.
Corté
y fui casi que corriendo a verlo. Al entrar lo veo, él se acerca y va directo a
mis labios. Los besa y dice:
-Te extrañaba demasiado…
-Yo también…
-Damelo entonces… damelo…
Se refería al beso, beso que extrañaba darle,
de inmediato lo beso con muchas ganas. Me sonríe y me abraza por detrás. Besa
mi oreja y me gira para que quedáramos enfrentados. Le sonrío y le pregunto
cómo le había ido. Me respondió que muy bien, estaba feliz porque se había
reunido con compañeros que hacía más de dos años no veía. Algo melancólico me
dijo que todos ellos tenían familia y estaban casados. Lo animo un poco
diciéndole que algún día tendremos una familia. Me sonrío de nuevo y me dio un
largo beso. Me dijo que se tenía que ir porque se había escapado de Julián, su
amigo, quien sería su guía en la carrera. Rápidamente se despide con un corto
beso y un “te amo”. Uno de esos que es muy difícil de conseguir pero fácil de
oír. Un “te amo” sincero no se lo dice a cualquiera, lo amo y él me ama. Él es
mi vida y yo la suya.
Capítulo 69:
En la
empresa estaba muy congestionado el trabajo a esa hora, por lo que necesitaba
una mano. Solicité ayuda de Brenda y Flor para terminar los informes, los
envíos y las ratificaciones para entonces llegar temprano a mi casa. Quería
hacerlo para cambiarme rápido e invitar a Marcos s a cenar o tomar algo. En
fin, hablé con mi hermana, me dijo que Flor no estaba, por lo que le pregunté
dónde estaba, según ella había salido hacia la oficina de Lorenzo.
Algo
extrañada por la situación fui a verificar lo que mi hermana me había dicho. Me
asomé a su puerta y no oí ruido, por esto entré sin más. Al abrir la puerta los
veo muy cerca hablando él casi encima de ella, lo que era horrible, y lo que
era aún peor ella sin decirle nada. ¿Era posible? ¿Flor y Lorenzo? ¿Acaso él no
estaba con Angie?, me asqueaba de solo pensar que él además de meterme los
cuernos a mí lo haría, o lo ha hecho con Flor. Ahora mismo entiendo lo que
Marcos me decía. Lo extraña que estaba ella y que quizás estaba con alguien.
Como
no me vieron salí sin más a mi oficina. Pensé en llamar a Marcos, pero dudé.
Finalmente no lo hice, quizás eran solo ideas mías, además Marcos ya tenía
bastantes temas encima de su cabeza. De todas formas dudé aún más y se lo diría
esta noche.
Luego
de lo que había visto me hice la desentendida, le pedí a Brenda que buscara a
Flor y que ambas me ayudasen a terminar así todas nos íbamos temprano.
Finalmente, ya pasadas las 20hs habíamos
terminado. Era para haberlo hecho antes pero resulta que nuevamente debí de
hablar con los brasileños. Al parecer estaban muy interesados y querían que les
mandáramos una caja con muestras de cada una de nuestros bombones. Encantada
les dije que sí, y que obviamente era sin comisión alguna.
Sería
genial que hubiera fábricas Bandi alrededor de Argentina. Además de ser una
excelente inversión sería algo que se daría a conocer por muchísimas personas
más. Si lográbamos esta maniobra ya estaríamos pensando en Montevideo-Uruguay.
Cuando
salí llamé a Marcos.
--------------------------------Conversación
telefónica-----------------------------------
-Hola
amor… ¿Estás ocupado ?
-Nono, ya casi termino. ¿por qué linda?
-Pensaba en salir a tomar algo, o cenar….
¿Qué decís?
-Me encanta la idea hermosa. En 10 salgo me
baño y me apronto para vos reina.
-Ayy que lindo Marcos…
-Sí, solo para vos.
-¿Vas para casa, o a la de tu mamá?
-Voy para tu casita… chau mi amor…
Corta y salgo casi corriendo. Él llegó casi
conmigo. Nos aprontamos en 30min y de ahí salimos en auto para un bar, bar que
yo elegí.
Al
llegar él me mira, me sonríe y elogia mi ropa y perfume. Le respondo la sonrisa
y elogio su romanticismo conmigo. Romanticismo que me volvía loca con tan solo
sonreír. Era casi como un poder dominante. En fin, volteamos para elegir mesa y
allí los vimos. Lorenzo y Flor, juntos tomando una copa, charlando sonriendo, y
por qué no, coqueteando.
De
inmediato recordé lo de hoy. Y lo confirmé. Quizás solo se había dado lo de
hoy, quizás sólo habían salido un par de veces, o quizás ya estaban juntos. Me
inclino a por lo mejor, lo primero.
Miré a
Marcos y ví su instinto de hombre, ví que si lo agarraba, lo mataba. No sé si
por el hecho de que estaba con su hermana, había estado conmigo y lo hacía de
gusto, o lo que era peor, por ambas cosas. Lo tomé del brazo y le supliqué
repetidamente que nos marcháramos. Después en otro momento charlaba con su
hermana, más tranquilo y con menos personas alrededor. Me miró y con la voz
furiosa me dijo:
-Está bien Victoria. Nos vamos… pero conste
que lo hago sólo por vos.
-Gracias mi amor… vamos... vamos.
Dicho
eso tomé su mano fuerte para demostrarle que entendía su impotencia, su rabia,
sus ganas de aniquilarlo. Lorenzo había llegado muy lejos con todo esto, con lo
mío y con lo de mi mamá. Era hora de detener el torbellino que él estaba
provocando.
Capítulo 70:
Cuando
llegamos Marcos no emitió palabra alguna, por esto le pregunté si quería hablar
contestó que no. Me miró y dijo:
-Amor… ¿no te molesta si me quedo a dormir en
mi casa hoy?
-No
Marcos, claro que no.
-Es porque quiero hablar con Flor…
-Si te entiendo… ¿estás bien?
-Sí, pero estoy molesto. No lo entiendo a
este tipo. ¿No andaba con Angie?
-Supuestamente…
-Capaz que se quiere meter con mis mujeres
para hacerme rabiar… supongo que es eso.
-¿Tus mujeres?
-Sí, mi amor y mi hermana.
-Ayy
Marcos.
-Mi
reina me tengo que ir. No tengo llave y si caigo tarde me mata la vieja.
-Bueno… chau amor. Marcos…
-¿Qué?
-Prometeme que no te vas a pelear.
-No
voy a charlar. Tranquila
Dicho
eso me besa en los labios y se va. A la hora y media me llama. Yo estaba
bañada, a punto de acostarme tomando un café. Al ver su llamada le respondí de
inmediato. Lo saludé y me comenzó a contar lo que había intentado hablar con su
hermana, resulta que se habían peleado fuerte. Supuestamente lo que Marcos y yo
habíamos presenciado era un típico “After Office”, tomar un trago después del
trabajo para relajar el cuerpo. Para Marcos y mis pensamientos eso era una
excusa, una excusa gigante. Excusa que hacía zafar, de algún modo u otro a Lorenzo.
Charlamos del tema por un rato largo hasta que
él se cansó de hablar de Lorenzo y de su hermana. Quedamos en silencio por unos
segundos sin nada que decir hasta que por fin me dijo:
-Te extraño. No han pasado dos horas desde
que te ví y ya te extraño.
-Yo también te extraño… pero bueno… tenés que
ayudar a Flor. Lorenzo es muy vivo, y ella es sólo una chica cegada por él y
sus encantos.
- No hablemos más de Lorenzo.
-Oka
-Haaaay oka que lindoo! Ahhhh.. me muero por
darte muchos besossssss!
-¿Muchos?
-Muchísimosss… te mando unos por teléfono
escuchá…
-Ayy Marcos. Yo también te mando muchos besos
mi amor…
-Ayyy que leeendo.
-Marcos….
-¿Qué?
-Te
amo... te amo con toda mi alma.
-Ayy diosss… te amo divina.. te amo. Chau
hermosa…
-Chau… cortá vos.
- Noo, cortá vos. Te mandooo besitosss…. Por
todos ladosssssssssssssss!
-Hasta mañana amor.
Finalmente termino cortando yo. Apago la luz
y, recostada en la cama, cierro mis ojos. Lo hago con la esperanza de soñar con
él, con su voz, su cara, su cuerpo, sus besos y sobre todo con su sonrisa. Esa
sonrisa que hace que mi corazón explote, se detenga y duplique mis pulsaciones,
todo al mismo tiempo. Ese sí es el efecto Guerrero, el huracán Guerrero.
Capítulo 71:
Abrí
mis ojos y me sentí algo extraña. Sentí que algo pasaba dentro de mí. Me
levanté y fui directo al baño. Lavé mi cara y ví lo pálida que estaba. De
inmediato me preparé un café fuerte. Me senté en el sofá y lo tomé de un sorbo,
posé la taza en la mesa ratona e intenté no caerme. Busqué mi teléfono y pensé
en llamar a Marcos, lo dudé y finalmente decidí comer algo dulce y cambiarme.
A la
hora me sentía mejor, de todos modos tomé dos cafés más. Por obvias razones ese
día no fui a la empresa, por lo que me quedé en casa. Al rato tocan timbre, me
dirijo a la puerta algo extrañada y abro. Me miró, sonrió y dió un fuerte
abrazo, lo ocurrente fue que allí me desvanecí.
Sentí
como mi cerebro se “desenchufaba”, mis piernas no respondían y mi mente se
encontraba en un profundo mar oscuro. Al abrir mis ojos ví a Emilio a mi lado.
Me miró y al ver que reaccioné gritó:
-Vicuuuu.. ¿estás bien?
-Sii,
Emilio.
-¿Necesitás algo? … ya llamo a Marcos..
-Noo!!. No lo llames! Se va a preocupar sin
razón, estoy bien.
-Mmmm. ¿porqué no lo puedo llamar? ¿está todo
bien?
-Sí, justamente por eso. Está todo bien.
Aprontemos café y charlemos…
-¿Segura?
-Que
sii. Vamos.
-Bueno vamos…
Mientras bebíamos café me contó de los
amoríos de cada una de las Bandi. Brenda sale con Lucas, un chico del barrio
que trabaja en el bar, Natacha está en algo con Julián, el amigo de Marcos. Y
bueno Mamá…. Mamá había invitado a mi Papá a cenar un par de veces. En el
momento en que me lo dijo sonreí, él lo noto por lo que de inmediato dijo:
-La última vez no fue muy linda- frunció sus
cejas y me miró a los ojos.
-¿Por qué? ¿Qué pasó?
-Las primeras dos veces charlaron y rieron.
Pero la última vez, por algún motivo, discutieron.
Ella
sacó el tema de la fábrica, y de Octavio. Luego discutieron y él se marchó.
-¿Tenés idea de qué fue lo que pasó?
- Ni
la menor idea Vicu.
-Mañana hablaré con Papá…
-Por eso vine… Victoria…
- ¿Qué pasó?
- Pasa que…. Pepe.
-¿Qué Emilio? ¿Qué pasa?
-Vicu… Pepe está en el Hospital. Está
internado, hoy por la mañana tuvo un pequeño infarto.
Capítulo 72:
¿Cómo?
¿Mi papá en el hospital… y con un infarto? En ese momento deseaba a que esto
fuera una pesadilla, sólo una mala noche donde despertás agitado y te das
cuenta de que nada de eso de verdad ocurrió. Para mi desgracia aquello no era
un sueño, era la cruda realidad. Esa realidad que, en este preciso momento, me
atrapaba con sus garras y me encerraba en una oscura cueva.
Al ver
mi cara, él se levantó de la silla y me abrazó fuerte. Lo miré y le dije:
-Me
cambio y vamos al hospital
-¿Segura? ¿Te sentís mejor?
-Eso no importa. Me baño y en 15 salimos.
Dicho
y hecho. Tomé una ducha rápida y me cambié. Mientras lo hacía intentaba no
pensar en nada, ya sea bueno o malo. Sin más, al terminar de arreglarme
salimos.
Llegamos casi volando, estaba algo inquieta,
nerviosa y agitada. Pedí para ver a mi papá pero me lo negaron. Algo exaltada
por la situación le pido a Emilio un café.
Me lo
trae, me mira y dice:
-Tranquila Vicky, todo va a salir bien.
Al oír
eso mi alma explotó, y mis ojos se hundieron en un mar de lágrimas. Tenía mucho
miedo, miedo a perder a mi papá. A no poder estar más con él. Era realmente
injusto lo que vivía, no hacía un mes de que lo conocía cuando ya lo perdería.
Era tan injusto como increíble. Emilio me intentó calmarlo que fue en vano, por
lo que quería llamar a Marcos. Le pedí por favor que no, él estaba con su
carrera y sus asuntos familiares. Más tarde lo llamaría.
Siendo
sincera, no quería molestarlo, ni mucho menos que me viera así.
Al
cabo de un par de horas el médico se nos acerca. No cuenta lo que mi papá
sufrió esta mañana. Le dieron un calmante y esperarían su reacción.
Por
fin pude entrar a ver a mi papá. Abrí la puerta y entre muy despacio, me
ordenaron que no hiciera movimientos bruscos ni nada por el estilo. Me acerqué
a él y allí lo vi, tumbado en la cama con un montón de cables y circuitos
conectados a sus manos y pecho. Al verlo en ese estado comencé a llorar,
intenté contenerme pero fue más fuerte que yo.
Mi
cuerpo casi se desvaneció allí, quizás era la tensión del momento, la tristeza
o simplemente el cansancio.
Llorando apreté su mano con fuerza,
queriéndome aferrar a él. Mostrándole que si se iba lo haría junto con él. Besé
su frente y con un mar de lágrimas en toda la cara le dije:
-Te lo suplico papá, no te vayas. Vos podés
salir de ésta. Vos podés papá… -hice una pausa y agregué- aún no has tenido
nietos, aún no sabes mi color favorito, aún sigues amando a mi mamá. Levantate
y hacelo. Tenés que vivir para conocer mis hijos y los de Marcos, para
convencer a mamá de que a tu lado será muy feliz, y lo que es más importante,
tenés que vivir la vida que te arrebataron papá. Quedate conmigo papá, por
favor, no te vayas. Te necesito… te amo papá.
Capítulo 73:
Me
tumbé a su lado y, con la cara empapada de lágrimas, siento que alguien me
abraza. Doy media vuelta y allí lo veo. Me saluda con un suave beso en los
labios y me dice que el médico quiere ver a mi papá. Toma de mi mano y me
acompaña hasta el pasillo de afuera de la sala.
Salimos, el se sentó a mi lado e invitó a
comer. Se lo negué, tenía el estómago cerrado. Finalmente me convenció y fuimos
a la cantina del hospital. Tomamos café y más café. Mientras lo hacíamos no
emití palabra alguna, él notó mi tristeza y, abrazándome me alentó a que todo
estaría mejor, sólo era cuestión de tiempo.
Como
si fuera él quien supiera lo que sucedía, al llegar a la sala el médico nos
alentó diciendo que mi papá estaba fuera de peligro. Salté de la alegría y
abracé fuerte a Marcos, mi Mamá y mis hermanas. Aliviada noté que había
olvidado avisarle a mi otra hermana, Noelia. Busqué su teléfono y la llamé de
inmediato, le expliqué la situación y me dijo que mañana por la mañana estaría
en Bs. As. En ese momento pensé, ahora es cuando, mañana le contaré a Noelia la
verdad, mañana le diré que soy su hermana.
Esperamos por horas a que mi padre despertara
por los calmantes, aún sentía nervios, pero obviamente mucho menos de la mitad
de hace unas horas. En ese instante tenía la certeza de que todo saldría bien
de allí.
Aliviada por la reciente noticia hablo con
Marcos con naturalidad. Lo besé y le dije:
-¿Cómo va tu carrera amor?
-Bien, bien… eso no es importante ahora… ¿vos
cómo estás?
- La noticia me bajo la tensión, me siento
muy feliz de saber que mi papá está bien…
Cierro mis ojos y me recuesto a él, casi
durmiéndome. Emilio lo nota y grita -Vickuuu!! ¿Te desmayaste de nuevo?-
Marcos me mira y con los ojos grandes dice
-¿De nuevo? ¿Cómo?-
Miro a Emilio queriendo aniquilarlo por lo
que dijo, hasta que me dirijo a Marcos y le digo –Sí, amor… hoy de mañana me
desmayé… no te dije nada porque…
-¿Por qué haber?
-No te
enojes Marcos
-Abre los ojos grandes, indicando su molestia
y dice - Si es razonable no me enojo…
- Emilio estaba en casa, y fue porque no
había comido nada. Además vos tenés tus propios problemas… no tiene sentido que
te preocupes teniendo cosas más importantes…
-¿Cómo? ¿Cosas más importantes?... ¿y quién
te dijo que vos no sos importante?
-Nadie mi amor. Entendeme, fue sólo un
desmayo… un bajón de azúcar.. nada grave… no te enojes dale..
Se
para de la silla, se recuesta a mi lado y dice:
-Vos
sos lo más importante que tengo en la vida… si te pasa algo me muero. Vamos al
médico, capaz que tenés algo…
-Ayy Marcos, fue sólo un desmayo…
-No me llamaste… ¿por qué haber?
-Porque fue sólo un desmayo, ya te dije
amor..
Frunce
sus cejas y dice:
-Mañana mismo vamos al médico.
-Noo.
No es nada grave, no pasa nada.
- Más me lo negás, más me enojo…
- ¿Qué tengo que hacer para que no me
obligues a ir…? Y lo que es más importante.. para que me perdones… -hago una
pausa y digo- ¿muchos besos?- me acerco provocadoramente pero él me detiene.
-Me encantan, sí. Pero estoy enojado…
-Bueno… dígame Señor Guerrero.. ¿qué hago
para que me perdone?
-No me provoques… sabés que me encanta que me
trates de Ud. Te aprovechás de mí…
-Puede ser.. dale perdóname…
-Oka. Serán mucho, muchos besosss. Además de
que la próxima vez, por más mínimo que lo creas, me llamás… Soy tu pareja, pero
también soy tu mejor amigo amor.
Y sí,
tenía toda la razón. De eso trata el amor, enamorarme de una persona, amarla
incondicionalmente y compartir gustos y secretos. Tal como con un mejor amigo.
Él era, definitivamente, mi amor y mi mejor amigo. Él era esa mezcla perfecta,
esa que la hicieron y la enterraron en lo más profundo del océano.
Capítulo 74:
Mi
hombre, mi pareja, mi mezcla perfecta me acompañaba. Algo enojado pero lo hacía
sin más. Intenté calmar las cosas entre ambos. Lo intenté sólo un par de veces,
gracias a mis encantos lo logré. Lo besé un par de veces y dije:
-¿Estoy perdonada?
-Creí que eran más besos. Peor si, está
perdonada señorita.
Me
acerqué y le susurré: - Son más, pero no te los puedo dar ahora. A la noche sí.
Le
sonrío picaronamente y me besa.
Pasamos la tarde en el hospital, charlamos de
nuestro futuro y de nuestras familias. Hablamos de hijos, familia y casamiento,
no obstante, era sólo una charla. Me contó que Flor le negó lo de Lorenzo. Ni
él, ni yo éramos bobos, obviamente en algo andaban. Él me dio a entender que lo
sabía, y me dijo que hablaría con Lorenzo. En ese momento recordé a Noelia,
debía de hablar con ella, aún no sabía que nuestro papá estaba bien.
Me
comuniqué de inmediato y me dijo que ya llegaría. Supuestamente vendría mañana,
pero qué más da... Recordé entonces que debía de darle la gran Noticia a
Noelia, más allá de nuestra mala relación, debíamos de hacerlo por nuestro
papá, al fin y al cabo éramos de la misma sangre. Hice una pausa y dije:
-Cuando vengas tengo que darte una noticia…
-¿Mi papá está bien?
-Si, si Noelia. Es de otro tema… tiene que
ver con los tres.
-Bueno. Hasta luego.
Dicho
eso cortó sin más, obviamente no me quería mucho. “Ojala no el impacte la
noticia”, pensé.
Continuamos la charla con Marcos hasta que el
médico nos dio la mejor noticia. Mi papá además de estar bien, había
despertado! Sonreí y alegremente abracé a Marcos. Le pedí que me dejara verlo y
afirmó con su cabeza indicando que sí. De todas formas me dio un par de
restricciones.
Cumpliendo con lo que el médico me había
pedido entré despacio. Levanté la cabeza y allí lo ví. Me sonrió, hice lo mismo
y fui directo a darle un beso en la frente. Lo miré y dije:
-Ni te imaginás el alivio que me da verte
bien papá.
-Gracias hija…
-¿Te sentís mejor?
-Sí, mucho.
-Tuve mucho miedo papá… mucho.
-Tranquila estoy bien.
Me
sonrió y lo abracé fuerte. Se acerca a mi oído y dice:
-Quedate tranquila, estoy mucho mejor. Mañana
mismo me dan el alta.
- ¿De verdad?
-Sisi…
Hice una pausa y agregué:- Papá… Noelia viene
en camino. Ya le dije que estabas bien, en un par de horas llega.
-Buenísimo… Quizás deberíamos de decirle la
verdad… digo, de que vos sos mi hija también.
-Si eso mismo iba a decirte… Se lo decimos
cuando llegue. Vos descansá papá. Chau.
Dicho
eso beso su frente, y con la mayor paz del mundo me retiro de allí. Paz que
anhelaba, que desde la mañana no la sentía. Paz que recorrió desde mis pies
hasta mi último capilar cuando supe que mi papá estaba bien. Supe en ese
momento que el tiempo vale mucho más que el oro, y que desde entonces lo
aprovecharía. Viviría cada segundo como si aquel fuera el último de la vida.
Capítulo 75:
Abrazada con Marcos, perdonada y a su lado
sentía un alivio muy profundo… hasta que de pronto alzo la mirada y allí la
veo. Casi corriendo, haciendo que sus tacos formen un compás con el piso. Al
verme gro la cabeza para evitarme, yo me paré del asiento y la saludé. Para que
supiera que noté su clara reacción le dije:
-Aunque no lo creas ni te guste tenemos que
llevarnos mejor.
Dicho
eso le señalé la sala donde nuestro papá se hallaba. Noté que odió lo que dije.
Sin más entre y cierra la puerta en mi cara. No muy convencida por su reacción
me dirijo a Marcos, tomo su mano, él la mía y le digo:
-¿Cómo se lo digo Marcos?
-Despacio, Noelia puede ser algo… impulsiva
con sus reacciones.
Me
abraza por detrás y agrega: -Hacelo despacio, pero hacelo. Tiene que saber la
verdad.
En ese
instante, casi como escuchando nuestra conversación ella sale de la sala y me
llama para que entre. Beso a Marcos, él me desea suerte y me da una palmadita
en la cola, le sonrío y agradezco. Entro, saludo a mi papá y le pregunto qué
ocurría, o en otro caso, que necesitaba. Ella mira a nuestro papá y dice:
-Nosé, mi papá dice que tenemos que hablar ya
mismo los tres.
Lo
miro preguntándole, con la mirada, si desea que yo se lo diga. Conectándose a
mis o pensamientos hace muecas con su cara diciéndome que quiere que sea
partícipe de forma física, pero que él se lo dirá. Qué más da, ni la conozco,
no sé su reacción ni mucho menos su sentimientos. De todas formas no dudo que
no me quiere ni un poquito.
Él la
mira, y mirándola directo a los ojos le dice:
-Hija mientras no estabas el tiempo corrió e
hizo sus propias jugadas. Lo hizo sin importarle nuestras reacciones ni
sentimientos, créeme esto que te voy a decir no es fácil. No lo será ahora para
vos ni lo fue para los otros dos protagonistas de ella, nosotros, aquí mismo
presentes. Los tres tenemos algo que nos une, algo muy fuerte… tenemos lazos
familiares Noelia. Victoria es… es tu hermana y es mi hija. Mi hija y la de
Helena.
Ella
quedó muda por unos segundos, hasta que por fin emitió palabra. Se molestó por
lo que oyó, se molestó de oír la verdad, como ya dije la cruda verdad que a
veces nos atrapa sin dejarnos salida alguna. Mi papá se molestó y, frunciendo
sus cejas, nos dió un sermón porque estábamos haciendo una escena innecesaria,
un escándalo que no daba a lugar. Ella empezó a gritar muy molesta, y yo
gritaba para que se callara y para que se diera cuenta que para mí tampoco era
la mejor noticia del mundo, pero así como toda realidad y verdad simplemente
nos toca aceptarla. Casi llorando se disculpó, sonreí por el sermón a ambas y
al mismo tiempo bajamos nuestras cabezas disculpándonos como niñas que acababan
de romper un hermoso jarrón de la sala.
Allí
nos encontrábamos, era un retrato perfectamente pintado y creado para los tres,
más allá de nuestra poca compatibilidad entre hermanas en el fondo teníamos
algo en común, lazos de sangre, lazos que hacían que nuestro ADN sea similar al
igual que alguno de nuestro rasgos y aspectos.
Capítulo 76:
Luego
de un largo día en el hospital y casi obligada por Marcos fui a descansar,
obviamente con la tranquilidad de que mi papá estaba fuera de peligro y de que
Noelia ya sabía toda la verdad.
Cuando
llegamos le dije que cocinaría, luego me bañaría y demás, insistió en que
bañara primero que él se encargaba de todo. Sin más lo hice, de verdad estaba
cansada y había sido un día bastante complicado. Repleto de emociones,
encuentros y hasta retos. En fin. Tomé una muy relajante y larga ducha. Al
terminar me puse un baby doll azul y, cuando iba camino a la cocina, él me toma
de atrás. Me besa el cuello y dice:
-Cociné algo rapidito pero muy rico mi vida.
-Gracias Marcos.
Lo
beso y nos dirigimos juntos a la cocina. Me ayuda a sentarme corriendo mi silla
y sirve su “comida rapidita”. Había cocinado fideos salteados con salsa pre
pronta. De verdad muy rico. Comimos y entre beso y beso fuimos a la habitación.
Me hubiese gustado hacer el amor en ese momento con él, a su lado. Pero mis
pocas fuerzas ganaban mi cuerpo, estaba muy cansada por lo que me recosté sobre
su pecho y, en no más de 5min, caí dormida.
Al
abrir mis ojos lo ví a mi lado, sin blusa y durmiendo como un angelito. Lo besé
un par de veces pero no se despertó. Por mi parte me duché y fui sin más a la
casa de mi papá para verlo, dudé si ya estaría allí o no, pero recordé que me
había dicho que esta misma mañana estaría en su casa. Le dejé una carta a
Marcos sobre su mesa de luz y casi corriendo por mi ansiedad llegué a destino.
Golpeé y me abrió de inmediato. Sin dudar lo abracé, cuando me detuve lo mire y
dije:
-Ni te
imaginás el alivio que me da verte así de bien papá
-Muchas gracias hija.
Dicho
eso, besa mi frente y me ofrece café o mate. Opté por el mate. Ya listo nos
sentamos y charlamos de muchas cosas, pero principalmente de Noelia, quien
dormía allí.
Me
comentó que después que me fui Noelia quedo un rato largo callada, no sé si
habrá sido por el impacto o simplemente por mi rechazo, pero, por lo menos no
se quejó tanto.
En
medio de la charla golpean la puerta, me paro y voy a abrir. Giro la puerta y
allí lo veo, con su resplandeciente y perfecta sonrisa. Esa sonrisa que me
hacía tocar el cielo con las manos, flotar con sólo verla.
Se
acerca y saluda a mi papá, luego se dirige a mí y me da muchos besos. Respondí
algo inquietada por la presencia de mi papá pero finalmente lo abracé. Me
sonrió de nuevo y luego nos sentamos los tres a compartir mate.
En ese
momento reaccioné, noté el gran cambio en mi vida. Estaba tomando mate con el
amor de mi vida y con mi papá biológico, papá a quien sólo conocía de hace
meses, o años como realmente creía. Asimismo caí de nuevo en el impacto de la
verdad, esa verdad que te arrastra como un torbellino aplastándote con los
tuyos y tus alrededores. Verdad que en este preciso momento sí me agradaba.
Capítulo 77:
Los
tres charlamos de un montón de cosas. Junto con Marcos le contamos a mi papá
que pensábamos tener hijos. Al menos uno, pero preferentemente dos. Al oírnos
mi papá lo mira y dice:
-¿Y no piensan casarse?
Marcos
ríe y responde:
-Obviamente que si Pepito. Yo no soy el que le
teme a las bodas.
Dicho
eso, me mira, besa mis labios y ríe de nuevo.
¿Cómo?
¿Acaso quiso decir que le temo a las bodas? Supongo que sí. Obviamente que sí.
Por más que me haya molestado su comentario debería admitirlo, era verdad. Sí
le temo a esos compromisos tan eternos como son, o al menos, debería de serlo
desde mi parecer.
Sin
saber cómo reaccionar intenté ser espontánea, mostrarme poco y nada molesta y
obviamente tranquila. Esa manera de canalizarlo era la risa, sonreí y agregué:
-¿Miedo? ¿Yo? Por favor…
- Sí miedo. La primera vez que te hablé de
hijos me miraste con los ojos grandes. Casi con ganas de salir corriendo.
Así
mismo había sido. En cuanto escuché que me dijo “…cuando tengamos hijos” mi
cuerpo y mi mente se congelaron. De todas formas ahora pienso distinto. Sé que
él será un excelente padre, padre de mis futuros hijos.
Intentando escapar de la situación hice como
que tenía mucho trabajo en la fábrica. Por lo que saludé a mi papá y me despedí
de Marcos.
Casi
corriendo llegué a mi casa y me cambié de vestimenta. Arreglé mi pelo y
maquillé mi rostro.
Estuve
horas en la fábrica, hasta que por fin salí porque tenía una reunión fuera de
allí.
Salí
con una carpeta y mi cartera. Al hacerlo lo veo, me mira de lejos y grita:
-Miedosaaaa!!
Lo
miro y río de nuevo para escapar de la situación. Cruzo la calle para saludarlo
pero él se me adelanta, en la vereda se acerca y toma la carpeta que traía en
mi mano. Se acerca provocadoramente y dice:
-¿Seguimos la charla de hoy…? ¿o seguís con
miedo linda?
En ese
momento, casi sin dejarme respirar me besa. Me toma de la cintura junto con la
carpeta y cuando termina el beso me susurra:
-Si tenés miedo siempre recuerda…voy a estar
a tu lado por siempre linda.
Sonrío, lo beso y agrego:
-Lo sé… es que… no sé Marcos… fijate que
apenas nos da el tiempo de estar juntos … ¿te imaginás con una familia?
-Trabajamos menos amor. .. –hace una pausa,
respira hondo y agrega- Amor sé que es difícil despegarte de tu fábrica pero te
imaginás hijos nuestros… pequeños seres con tu sonrisa, mis ojos, tu pelo, mi
brutalidad, tu boca… pequeños seres con rasgos de cada uno. Verte reflejado en
un hijo que tuviste con el amor de tu vida debe de ser el sentimiento más hermoso
existente, tan hermoso como saber que conociste y enamoraste al amor de tu
vida. Yo ya conocí uno de ellos, me encantaría conocer ambos.
Muda y
con la cara sin expresión me quedé pensando en lo que había dicho, en cada
palabra, cada sílaba, cada frase. Era hermoso, Perfecto, tanto que casi estaba
convencida, sin apuro pero convencida. Nunca creí poder conocer a una persona
que sintiera algo tan profundo y hermoso por mí. Él se merece que le dé todos
los hijos que quiera, todo el amor que quiera y sobre todo toda la felicidad
que le fue arrebatada desde niño.
Capítulo 78:
Le
sonrío y digo:
-No sé qué decirte…sos tan perfecto Marcos
que no tengo idea que contestarte.
-No digas nada… besame.
Dicho
eso me abalanzo sobre él. Hago que deje la carpeta y que me abrace para
hundirnos en un profundo beso. Algo exaltados nos detenemos porque estábamos en
la vereda.
Sonreímos nuevamente y en sus brazos le digo:
-Ayudame a no tener miedo. Yo quiero darte
toda la felicidad del mundo, te merecés eso y más Marcos… -hago un pausa y
digo- Te voy a dar todos los hijos que quieras, si eso te hace feliz, eso
haremos mi vida. Te amo.
Sonríe, me besa y dice: -Te amo mi vida, te
amo muchísimo.
Luego
me acompañó hasta la fábrica y allí pase toda la tarde. Él continuaba con su
entrenamiento y su trabajo. Por mi parte visité la planta, la maquinaria y
organicé las guardias para darles a algunos unas vacaciones.
En la
fábrica ví a Flor un par de veces y quise hablar del tema de Lorenzo. Sin más
que pensar lo hice. Me acerqué, la saludé y claramente le dije todo lo que
sabía y conocía de Lorenzo. Y le pedí por favor que tuviera cuidado de verdad
era un tipo cauteloso para demostrar lo que desea demostrar. Sabe cómo
controlar y manipular, y lo que es aún peor sabe como enamorar o ilusionar a
una mujer con sus encantos. Encantos que obviamente había cegado a Flor. De
todas maneras me mantuve con determinada distancia, no era quién para decirle
que hacer y que no, ella lo sabía perfectamente.
Finalmente cuando terminé mi día fui directo
para mi casa. Al llegar noté que él seguía en su trabajo. Me bañe y me cambié
de ropa, opté por algo abrigado encima de una camisa por el frío de la noche.
Al terminar salí casi corriendo para que él no alcanzara a salir.
Al
llegar lo veo de lejos, entro al taller y lo saludo. Él hace lo mismo y antes
de que emitiera palabra alguna le pido que cierre el taller, necesitaba hablar
seriamente con él. Luego me acerco y seriamente le digo:
-Ya lo pensé. Es decidido. Tengamos la
familia que deseamos y la boda que deseamos. Seremos felices siempre, juntos,
con una familia y un gran futuro de la mano.
-Victoria yo…
-No digas nada…. –hice una larga pausa, lo
miré a los ojos y agregué-Te amo Marcos
Dicho
eso me abalanzo sobre él, demostrándole todo el deseo de devorar su boca,
sentir sus labios y su piel. Él responde de inmediato y me toma de la cintura y
espalda. Me abraza y también devora mis labios y se adueña de mi cuerpo.
Abrazándome y besándome hacía que me sintiera
como volando, como una adolescente que se ilusiona y enamora por primera vez.
Como cuando sientes que no puede existir mejor momento con una persona que ha
marcado tu vida. Él, quien ahora se adueñaba de mi corazón, mi alma y mi cuerpo
con tan sólo sonreírme.
Capítulo 79:
Él
abrazaba mi espalda, desde mi nuca hasta mi cola. Yo simplemente lo besaba y
deseaba constantemente sentir su calor. Me siguió besando hasta que, al notar
nuestras pulsaciones, lo detengo. Río por su necesidad y le digo:
-Vamos
a casa.
-Nono
-¿No?
-Vamos acá….acá..
-¿Acá Marcos?
-Siii… no aguanto más te juro… además sería
un lindo recuerdo… ¿Qué decís?
-¿Qué digo?. Que te amo…
Dicho eso me abraza aún más fuerte que antes,
besa y alza en upa. Sin parar ese profundo beso en el que ambos estábamos
disfrutando, recuesta mi cuerpo a la mesada del taller y tira todas las
herramientas que allí arriba estaban. Levanto mis manos para que me retire la
chaqueta y eso hace, luego toma de mi cara y baja hasta mi cintura. Allí me
abraza aún más fuerte, detiene el beso y agitado me dice:
-Ahhhh, que lindoss besoss mi amor.
-Mmmm, si… ¿Te gustan?
-Ayy sí, me encantaannn…. Son mi perdición,
te juro.
-¿A sí?
-Sii. Me mencantann, me encantan… Pero no te
aproveches… eeh
-Mmm… oka….
Hago una pausa y digo:
-¿Y entonces?
-¿Entonces qué?
Lo
miro seductoramente y agrego:
¿Qué
hacés que no me besas?
Sonríe
y me toma de nuevo. Se adueña de mis labios, mi cintura y todo mi cuerpo. Toma
de mi espalda y, en sus brazos, me lleva hasta un auto de allí. Abre la puerta
y, sin cortar los besos y las caricias, cierra la puerta. Continúa besándome,
haciendo que mi cuerpo tiemble, se erice sólo por el hecho de saber que él me
toca.
Él
puede estremecer mi cuerpo con tan sólo una suave caricia en mi rostro. Posee
tanto poder sobre mí que, en otras circunstancias me aterraría, pero no. Siento
que es la mayor y mejor suerte que pude, o tendré en mi vida. Es simplemente
él, él y sus encantos.
Capítulo 80:
Ya
dentro del auto se deshace de su campera y ayuda con mi camisa. Acaricia todo
mi cuerpo a la vez que besa mi cuello, dejando un largo recorrido de saliva en
él. Casi sin poder respirar por nuestras pulsaciones suspiro y le retiro del
pecho, lenta y sensualmente, su remera. Hecho eso me mira embobecido y entre suspiros
me dice:
-…¿Vamos?
-.. ¿Al Fin del Mundo?
-Ahí mismo… ¿vamo?
-Sí, ahora y siempre mi amor.
Sonríe
y me besa nuevamente. Luego me toma por la cintura y ambos nos recostamos en el
asiento trasero. Rápidamente me deshago de nuestras últimas ropas, su cinto y
vaquero. Suspiré y estremecí mi cabeza hacia atrás demostrándole que, con sólo
el hecho de besarme ya lograba en mi el mayor punto de placer en una mujer. Lo
nota por lo que besa mis labios cuello tiernamente. Luego tomo de su cintura y
él se posa sobre mí, me besa y allí nos hacemos uno. Él moviendo su cintura al
compás de los besos, suspiros, pulsaciones, y más que nada, al compás de mi
cuerpo y caderas.
Estremezco nuevamente la cabeza hacia atrás,
esta vez para emitir un alto, agudo y largo gemido de placer. Placer que cada
uno de nuestros encuentros íntimos nos brindaba, placer que en ese momento me
hacía sentir mujer sobre todas las cosas. Mujer deseada, querida, y sobre todo
amada. El sueño de toda dama.
Inmersos entre gemidos, besos y suspiros
estiro una de mis manos apoyándola sobre la ventana trasera del auto, en ese
momento él mordió mi oreja, y al notar el detalle de mi mano la une con la de
él.
Horas
allí hicieron que nuestras pulsaciones aumentaran, nuestros sudores escaparan
por los poros y sobre todo, hicieron que nuestro amor, ese profundo e inmenso
amor, lo demostrásemos con actos como este.
Al
finalizar me recuesto sobre su pecho, beso sus labios y digo:
-Nunca me animaría hacer el amor dentro de un
auto, te juro.
-Ese… es el Efecto Guerrero.
-Sii,y que efecto… -hago una pausa y agrego-
Me convencí, más que efecto es un Huracán, definitivamente es el Huracán
Guerrero Marcos.
Sonríe
y me da un par de besos en la boca y mejillas. Hago lo mismo y digo:
-Tu amor más que enamorarme me cambio la
vida. Me siento otra mujer, mujer que además de ser deseada y amada se siente
feliz, protegida y con un futuro seguro a tu lado. Sueño que toda mujer desea…
de verdad Marcos, te lo repito porque no me convenzo aún, nunca creí que fuera
hacer el amor en un auto. Sos como un unicornio para mí.
-¿Unicornio? Creí que te parecía sexy.
-Muyyyyy sexy. Unicornio porque ya no
existen. Ni los unicornios ni los verdaderos hombres, esos que enamoran con una
sonrisa o un buen acto, no con dinero ni fama, sino de la manera auténtica.
Definitivamente sos mi unicornio, ya se extinguieron, debes de ser uno de los
últimos de tu especie amor. O al menos eso creo.
Sonríe
y agrega:
-Vos sos mi reina, mi amor, mi vida… te amo…
mucho, mucho, mucho.
Sonrío
y digo:
-También te amo. Muchísimo Marcos, muchísimo.
Dicho
eso finalizo la conversación de unicornios y reinas con una largo, prolongado y
cálido beso. Lo finalizo de tantos de esa noche, noche que nos hizo soñar a
ambos. A mí, más que soñar impactar por el hecho de que de verdad nunca creí
que hiciera el amor allí, en un auto. Nuevamente me dí cuenta de algo, el amor
te llega a realizar locuras, locuras que nunca harías ni siquiera con copas de
más, sólo con la pócima exquisita que sólo pocos la encuentran plenamente, el
Amor.
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